10/2/2013
El IUC y la inflación (II)
Arturo Damm

La principal crítica que se le hace al Impuesto Único a las Compras, IUC, es que, por ser un impuesto en cascada, es decir, por ser uno que se cobra a cualquier compra, y por lo tanto a todas las compras, ya sean de materias primas, ya de bienes intermedios (bienes intermedios y materia prima que se usan en la producción de mercancías), ya de bienes y servicios de consumo final (los que se usan directamente para satisfacer necesidades, gustos, deseos o caprichos), genera inflación, ya que cualquier agente económico, que en su calidad de comprador tenga que pagarlo, en su calidad de vendedor pretenderá recuperarlo, y para conseguirlo deberá aumentar, en una cantidad igual a la tributada, el precio de lo que ofrece. Si todos los agentes económicos actúan de tal manera, y el incentivo para que lo hagan está dado, el resultado será, según la opinión de quienes tales cosas afirman, un alza general de precios, es decir, la inflación, momento de recordar que la inflación es un fenómeno monetario, no tributario, lo cual quiere decir que ningún impuesto, por sí solo, es capaz de generar inflación.

Supongamos, para empezar, el proceso de producción del bien de consumo final X, compuesto de cinco pasos, que involucran a cinco empresas -A, B, C, D y E-, y supongamos, además, que no se cobra ningún impuesto. B le compra a A materia prima y le paga $100, materia prima que B transforma en el bien intermedio b. C le compra a B el bien intermedio b y le paga $125, bien intermedio b que C transforma en el bien intermedio c. D le compra a C el bien intermedio c y le paga $150, bien intermedio c que D transforma en el bien intermedio d. Por último, E le compra a D el bien intermedio d y le paga $175, bien intermedio d que E transforma en el bien de consumo final X, que le ofrecerá al consumidor final a un precio de $200. ¿Cuánto dinero se necesita para llevar a cabo el proceso de producción de X y la compra, de parte del consumidor final, de dicho bien? Hagamos la cuenta: los $100 de B (para pagarle a A), más los $125 de C (para pagarle a B), más los $150 de D (para pagarle a C), más los $175 de E (para pagarle a D), más los $200 del consumidor final (para pagarle a E), lo cual da un total de 750 pesos.

Supongamos, para continuar, que aparece el gobierno e impone un IUC del 10 por ciento, de tal manera que todos, las cuatro empresas (en el ejemplo A, que vende sin comprar, no lo paga) y el consumidor final, tienen que pagarlo. Ello, ¿generaría inflación, es decir, un alza general de precios? Todo depende de qué pase con la cantidad de dinero que se intercambie, es decir, de la política monetaria que siga el banco central. La inflación es, siempre, un fenómeno monetario, nunca uno tributario.

Continuará.



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