La venta de Aeroméxico dejó varias lecciones, sólo menciono dos: 1. Aun el proceso más transparente resulta opaco para quienes tienen cerradas las entendederas. Basta leer y escuchar los comentarios de algunos periodistas "especializados" que - ¡para variar¡- no hicieron la tarea y ahora gritan: "Hubo trampa". No la hubo, el proceso fue tan profesional, transparente y bien diseñado que supera con creces sus cortos entendimientos. 2. La "cara dura" de algunos no tiene límites: Escuchar a Moisés Saba Masri abogar por los intereses de los accionistas minoritarios fue tan increíble como si escuchásemos una conferencia de Roberto Madrazo sobre la importancia de la ética en la práctica amateur de cualquier deporte...Ah, ¡qué Moisés!, ¿de veras cree que ya se nos olvidó el asunto Codisco, la jugada multimillonaria que hizo con Ricardo Salinas para embolsarse cientos de millones de dólares y defraudar a los accionistas minoritarios de Unefon?