Para ir midiendo la clase alacrán que es Marcelo Ebrard bastan sus declaraciones de ayer exigiendo que el gobierno federal les dé dinero a los gobiernos locales (empezando por el del Distrito Federal) tomándolo de "los fondos ociosos". ¿De qué está hablando este personaje? Pues nada menos de que nos roben nuestras pensiones, es decir que el gobierno "tome" dinero de las Siefores (las sociedades de inversión donde está el dinero que los trbajadores tienen en su respectiva Afore) para dárselo a los parásitos como él. ¡Vaya cinismo y doblez el de Ebrard! Para que se entere el tipejo: Ese dinero NO es del gobierno, ni del federal ni mucho menos de gobiernos de opereta mala como el que encabeza el propio Ebrard, ese dinero es de cada trabajador (y trabajadora, como yo) que se lo ha ganado sobándose el lomo y que lo ha ahorrado para su retiro, no para dárselo a los pillos. Y aquí lo único ocioso que hay es el cerebro del propio Ebrard...y su inexistente moral. ¿Así o más claro?