La más notoria de las tímidas disidencias durante la "Convención" del 16 en el Zócalo (¿o fue ceremonia de coronación, a cargo de la princesa Poni?)fueron los gritos de "¡Imaz, no!" cuando se mencionó a ese prócer como integrante de la Comisión de Resistencia Civil. Gritos inútiles. Eso sí, los disidentes después fueron regañados porque cometiron tres graves pecados: 1. Hacerse eco de chismes y videos difundidos por los enemigos (verbigracia, Televisa), 2. Meterse en lo que no saben...ni les importa: Se les advirtió que hay razones poderosas - que sólo conocen los iniciados- para exculpar a Imaz de cualquier sospecha de corrupción, 3. Hacerle el juego a los adversarios "que quieren vernos divididos", Andrés todo lo sabe y él sabe que Carlos es inocente...Bonita democracia. Y espérense a las purgas del Stalin tabasqueño.