A raíz del aumento de la pobreza en México en 2009 (que también fue a nivel mundial), como resultado de la crisis financiera global iniciada en EU, entre muchos mexicanos persiste una falaz creencia de que estamos cada vez peor en materia de bienestar. Nada más falso si hacemos una comparación más amplia, por ejemplo, con respecto al año 2000. Recientemente el INEGI dio a conocer cifras del censo 2010, datos duros que muestran todo lo contrario: los mexicanos están mejor hoy que hace 10 años y mucho mejor que hace 20. Los datos son públicos y aparecen en muchas páginas de internet. Sólo unos ejemplos: De los 28 millones de hogares, el 92.6% cuentan con televisor, 82.1% con refrigerador, 79.5% con radio, un 45% tiene auto, 43.2% línea telefónica, 29.4% con computadora y 21.3% con internet, en tanto que en el 65% de los hogares al menos un habitante contaba con un teléfono móvil.

Hace 10 años el porcentaje de casas ocupadas que poseía un auto en México no rebasaba el 25%. Hace 10 años menos del 20% de la población tenía celular y menos del 10% contaba con una computadora. Hace 10 años más mexicanos emigraban a EU. Los datos del censo 2010 arrojan una espectacular caída de mexicanos que se van del país. 

Aún cuando en el país hay reformas pendientes, es obvio que la estabilidad macroeconómica (finanzas públicas más ó menos equilibradas e inflación en promedio menor al 5%) premia tarde ó temprano. Es hora de perfeccionar nuestro sistema de libre mercado y no cambiar de “modelo económico” como algún rector burro propone y sus corifeos los “progres” y los académicos pobretólogos.