Las razones por las que una moneda se vuelve fuerte, se valora mucho frente al resto del mundo son:
- Existencia de bienes públicos de calidad como la seguridad pública y la impartición de justicia. Leyes expeditas y justas que garantizan el derecho de los gobernados a vivir, a ser libres y a poseer bienes y servicios.
- Sólida arquitectura institucional que defiende el derecho de los ciudadanos a poseer, usufructuar e intercambiar bienes, propiedades y servicios.
- Niveles altos de inversión (resultado de regímenes-leyes- de inversión amigables que la incentivan) que detonan la producción, el empleo, los salarios y el consumo.
- Balanza de capitales fuertemente superavitaria, que implica grandes montos de inversión extranjera directa.
- Educación de alta calidad que se traduce en una alta productividad de los factores productivos y en una poderosa formación de capital humano.
- Mercancías de alta calidad y tecnología que implican una fuerte demanda del resto del mundo.
- Gasto público pequeño respecto del PIB (aquí muchos economistas prosiguen defendiendo la falacia peligrosa de que a mayor gasto, mayor crecimiento económico; falso de toda falsedad, la evidencia empírica demuestra lo contrario).
- Resultado de lo anterior, finanzas públicas equilibradas y endeudamiento de cero ó muy pequeño por parte del gobierno.
- Impuestos bajos, parejos y fáciles de pagar.
- Ahorro interno fuerte. Países con altos niveles de ahorro incentivan el círculo virtuoso de ahorro-inversión. A mayores tasas de ahorro, mayores niveles de inversión y mayor crecimiento económico.
- Un banco central autónomo que defiende férreamente el control monetario que da como resultado niveles bajos de inflación (lo ideal es cero, pero que jamás exceda el 2% anual).
- Mercados laborales flexibles en donde contratar y despedir implica un bajo costo para los agentes productivos; mercados en donde lo importante no es “defender” el empleo sino hacer más fácil para empleados y empleadores la relación contractual.
- Mercados abiertos al mundo con cero aranceles (ó en el peor de los casos muy bajos). Exportar e importar es libre de toda injerencia estatal y está desligado de toda manipulación cambiaria del gobierno.
- Ausencia de monopolios estatales como predominan en México.
- Mano de obra poco sindicalizada (ausencia de sindicatos gubernamentales mafiosos a la mexicana).
Los elementos que he señalado son los principales factores que inciden sobre la fortaleza de una moneda de cualquier país de la tierra. Y los menciono porque ya aparecieron además de los canacintros, los concanacos y los concaminos, los empresarios agrupados en Consejo Coordinador Empresarial que piden que el gobierno manipule y mantenga un “tipo de cambio competitivo.”
¿Competitivo para quién? De acuerdo al falaz criterio mercantilista “exportar es mejor que importar,” por tanto son bienvenidas las depreciaciones cambiarias. Falso, el depreciar una moneda para artificialmente abaratar las mercancías de un país es una vil trampa que se paga muy caro. Las consecuencias son inflación, guerras cambiarias y comerciales que pueden dar lugar, incluso, a conflictos bélicos, así como un brutal empobrecimiento de asalariados, consumidores e importadores (un país que exporta mucho tiende también a importar mucho, lo que es prueba de salud económica). En México ya vivimos los nefastos resultados de la manipulación cambiaria, esa del “tipo de cambio competitivo.”
Estos señores de estas agrupaciones deberían ponerse a estudiar un poco de economía e historia. La moneda fuerte de cualquier país es resultado de los factores que menciono arriba. Si un país exporta mucho, su moneda se vuelve muy demandada y por ende se fortalece. Querer depreciar al tipo de cambio es un subsidio de consumidores e importadores a los exportadores. Trampa vil, pues si exporto debe ser porque soy competitivo y no por que otros me subsidien.
Les doy un dato, el año pasado en que el peso se apreció frente al dólar, las exportaciones mexicanas de autos se incrementaron en 52%, lo que es resultado de factores fundamentales como la reactivación en la demanda de EU, y no producto de manipulaciones cambiarias.
Sean serios señores empresarios y de una vez por todas abandonen la demagogia cambiaria que tanto nos ha dañado a los mexicanos.