Al inicio de la segunda década del nuevo siglo se está librando una batalla que deba definir los destinos de muchas naciones y del mundo en general. Mientras Obama en los EU aprieta la tenaza del estatismo ante una ciudadanía confundida, los chinos anuncian sus planes para convertir su capital económica, Shanghái, en una ciudad libre a imagen y semejanza de Hong Kong. Mientras en Guatemala ese gran cruzado, Giancarlo Ibarguen, iza la bandera de la libertad económica, en México Peña nieto nos arropa de nuevos impuestos y avisa de la recurrencia de los déficits fiscales al estilo priista de antaño.
Durante los últimos cien años, los gobiernos del mundo se dedicaron a exprimir a sus ciudadanos a base de insultantes impuestos que les permitieran formar las voraces burocracias. Sin embargo, el proceso iniciado en un nuevo estadio tecnológico y de grandes innovaciones, los obliga ahora a competir presentando a los diferentes actores que cincelan el crecimiento mundial, un cartel de bienvenida más grande y atractivo que el de sus competidores. Ese cartel debe de brillar con un aura especial que supure el mensaje: “Seguridad, libertad, impuestos bajos y un sistema simplificado.”
Pero mientras nuestros diputados convierten el recinto del congreso en un palenque, nuestros “líderes sociales” el centro de la ciudad de México en un trochil, nuestros partidos políticos se apostan en sus trincheras apuntando hacia el lejano año 2018. En una región del mundo que otrora fuera el averno del capital, se lleva a cabo una operación de cirugía mayor para colocar un letrero de bienvenida especial y diferente, con dedicatoria para esos capitales liberados por la revolución de la tecnología que ya abandonan países cavernícolas.
La expresión el milagro de Hong Kong describe cómo esa paupérrima región de la costa de China, se convirtió en la economía más vibrante del mundo en sólo unos cuantos años, impulsada, entre otras cosas, por un sistema fiscal simple cuya base se establecía con un impuesto fijo y único. Irlanda de ser el enfermo moribundo de Europa, pasó a convertirse en el feroz Tigre Celta gracias a las reducciones de impuestos activadas, las que incluían un solo impuesto a las ganancias corporativas del 12%. Ha sido tal el resultado que, el resto de las naciones la Unión han tratado de obligarla a derogarlas, pues lo consideran como una “competencia injusta y desleal.”
Pero estas son ya obsoletas historias de cenicientas puesto que, ahora tienen un moderno rival. Eslovaquia, esa una pequeña nación en el Este de Europa, se ha dado a evacuar hacia el basurero su populista y enredado código fiscal y lo ha remplazado por un funcional impuesto único del 19%. Esto no hay duda hará emerger un feroz Tigre eslovaco de la caverna de las tinieblas, cuando inversionistas y empresarios de toda esa Europa nadando en impuestos y sus regulaciones, mandatos hasta para definir los hoyos del queso gruyere, se dan ya a invadir el nuevo paraíso de mercados amigables e impuestos razonables.
Sin embargo esto es sólo la punta del iceberg. Bajo el liderazgo de su joven Ministro de Finanzas Iván Milkos, también han eliminado todas las preferencias y penalidades en el IVA. Ello deba establecer la muy clara ruta para que, las decisiones económicas se basen en eso, pura lógica de sólida economía, en lugar de distorsiones fiscales. El Ministro se dio luego también a la tarea de privatizar el obsoleto sistema de pensiones muy al estilo chileno, en el cual los trabajadores puedan ser inmunizados contra pestes como el sindicato de PEMEX, o la quiebra del IMSS. Después en la Convención del Hayek Institute en Viena, anuncia el continuar ahora con reformas pro mercado en los sistemas educativos y de salud.
Eslovaquia no es el único país en Europa Oriental implementando esas políticas pro crecimiento. Durante los años 90 Estonia, Lituania y otros estados bálticos, adoptaron también el sistema de impuestos únicos. Rusia con su enigmático líder emanado de la KGB, ha establecido igual un impuesto universal del 13%. Ahora Estonia planea reducir el suyo de un 20 al 15%, ante la competencia en la carrera hacia el título de los nuevos paraísos fiscales. Esto nos demuestra muy claro el que, la competencia fiscal orienta a estos países hacia políticas económicas sólidas, a pesar de las protestas de los rezagos socialistas incrustados en la burocracia de la oxidada Unión Europea, y su Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico.
No ha sido fácil el transitar la valiente ruta que sin titubeos camina ésta nación. Como es ya su costumbre, el FMI ha intervenido de esa forma diabólica que tan bien domina, primero para tratar de erigir barreras a las reformas y lo más despiadado, presionar a Eslovaquia para agredir a sus ciudadanos con nuevos impuestos. Sin embargo, éste joven líder al que no hay que perder de vista, sin dejarse intimidar, tajantemente ha rechazado tales exabruptos y, con firmeza ha invitado a los burócratas mundiales para abandonar la región y darse a construir el Hong Kong europeo.
Pero no todo ha sido color de rosa en esta revolución velvet que engendrara Vaclav Havel. Rumania surge como el patito feo de esta excitante región. Es tal el nivel de su anticipado fracaso que, un famoso escritor ha ligado su conducta con la de México cuando afirma: “El problema está en que México acabe con una transición “mediocre minus” como la de Rumania, donde los demócratas ganaron las elecciones, pero no se atrevieron a implementar las reformas. Cuando “democráticamente” los comunistas regresaron al poder, se encontraron con el mismo ancestral escenario y fue fácil establecer su nueva dictadura consolidada.”
El legendario Vaclav Havel en algo que podría ser un sabio mensaje para los mexicanos afirmaba: “Prefiero inexperiencia temporal que un sabotaje permanente.” La tragedia de México es esa; tantos experimentados políticos tendiendo un estado de sitio y un sabotaje permanente en su lucha por ese huérfano poder, mientras empujan al país para despeñarlo en el desfiladero de las derrotas o peor, dejarlo a la orilla de ese abismo de mediocridad en el que hemos habitado durante casi 200 años de vida independiente.
Pero lo más trágico es entender que, nuestro país está en manos de quienes Virginia Postrel ha bautizado como; “Los enemigos del futuro.” Por eso hoy somos testigos de cómo la nueva generación de europeos orientales reúnen el rebaño de los nuevos tigres para arriarlos hacia la grandeza, mientras en América Latina nuestros pastores, enemigos del futuro, con el cencerro de la estupidez en la mano, convocan a la borregada hacia el siguiente fracaso.
Bienvenidos a la nueva África biafrana… Hugo Chávez, Maduro, Evo Morales, Cárdenas, Madrazo, López Obrador etc., etc.