He demostrado, con un ejemplo sencillo[1], que, sin impuestos, todo el proceso de producción del bien de consumo final X, incluida su venta al consumidor final, requiere de una cantidad de dinero igual a 750 pesos, y que, una vez introducido el Impuesto Único a las Compras, IUC, del 10 por ciento, y suponiendo la intención de cada uno de los agentes económicos involucrados en dicha producción de recuperar el impuesto que pagan al comprar aumentando el precio de lo que venden, la cantidad de dinero tendría que aumentar a 808.99 pesos, y que sólo con dicho aumento resulta posible que cada uno de los involucrados (excepto la empresa A y el consumidor final), pueda traspasar el impuesto y recuperarlo.
¿Qué pasa si, ante la introducción del IUC, no hay un aumento en la cantidad de dinero que se intercambia? Que no hay manera de que todos traspasen y recuperen el impuesto, por lo que, si alguno lo logra, lo cual quiere decir que sí pudo vender a un precio mayor, alguien más se verá obligado, si quiere vender, a bajar su precio en la misma cantidad (peso por peso) en la que el otro fue capaz de aumentarlo. Supongamos que, con la cantidad de dinero fija en 750 pesos, B sí logró vender al precio de $135 que le permite traspasar el impuesto a C y, por ello, recuperarlo. En tales condiciones, ¡con la cantidad de dinero fija en 750 pesos!, C, D y E ¿podrán vender al precio que les permite traspasar y recuperar el IUC ($163.50, $191.35 y $219.14, respectivamente)? No, porque no hay dinero suficiente, razón por la cual una, alguna o todas las empresas restantes tendrán que vender a un precio menor. Supongamos que la empresa perdedora es C, razón por la cual vende a un precio de $140 (lo dicho: B logró vender a un precio $10 mayor –de $125 a $135– y C tiene que vender a un precio $10 menor –de $150 a $140–). Así las cosas, ¡con la cantidad de dinero fija en 750 pesos!, ¿a qué precio pueden vender las empresas D y E? $175 y $200, respectivamente, ¡por lo que no es posible el alza general de precios!
Introducido el IUC, con la cantidad de dinero constante en 750 pesos, y con B logrando traspasarlo y recuperarlo, así quedan las cosas[2]: B le compra a A y le paga $100; C le compra a B y le paga $135; D le compra a C y le paga $140; E le compra a D y le paga $175; el consumidor final le compra a E y le paga $200, todo lo cual involucra una cantidad de dinero igual a 750 pesos, la misma que se intercambiaba antes de la introducción del impuesto, mismo que, por sí solo, es incapaz de ocasionar el alza general de precios.
Continuará.
[1] Véanse las cuatro entregas anteriores.
[2] Compárese con la situación original, antes del impuesto, presentada en la segunda parte de esta serie.