Los que tengan edad suficiente pueden recorrer la película de sus recuerdos
hasta los años 70, cuando el mundo descubrió
El aceptar un poco de inflación es como pensar que alguna chica está
medio embarazada. Aun cuando los EU coquetean con recesión, las estadísticas
recientes muestran como los precios al consumidor en Diciembre se situaron casi
5% más arriba que los del año anterior, mismos que solo habían crecido 2.5% en
relación al 2006. En la comunidad europea la inflación cabalga casi al 4%, el
ritmo más agresivo desde que iniciara la circulación del Euro. La inflación de
China, situada en 7%, es la más alta de los últimos 11 años.
De acuerdo con índices producidos por instituciones internacionales de
gran prestigio, la inflación global se ubica en un 5%, dos puntos por encima
del año pasado. El peor enemigo de una economía, especialmente de los pobres,
son esos procesos inflacionarios.
Considerando tendencias históricas, todo esto es algo que "no
debería preocupar." Sin embargo, la tendencia es lo suficientemente
agresiva como para cuestionar una serie de posibles desenlaces. Pero
considerando otras señales, desde ventas realmente débiles hasta el aumento del
desempleo, apuntando a una recesión en los EU, debemos preguntarnos ¿se dirige
el mundo hacia una Stagflación? ¿La necedad del
aumento de precios anulará la política de manga ancha que el banco central de
los EU ha prometido?
La respuesta depende de la identificación de las fuerzas que presionan
los precios a la alza y si esas fuerzas persisten aun cuando las economías se
enfrían. Inflación es un fenómeno monetario y la responsabilidad recae en los
bancos centrales. Los pesimistas aseguran las condiciones monetarias han
permanecido incontrolables esto últimos años—mediante bajas agresivas de
intereses y un irracional crecimiento del crédito—particularmente en economías
emergentes.
Otros señalan cómo la tarea de los banqueros centrales se ha hecho
realmente complicada a medida que la globalización ha transitado de un fenómeno
deflacionario hacia el bando contrario, productora de inflación. La tendencia a
la baja de precios presionada por productos baratos emergiendo de la china,
debe continuar por un tiempo pero la creciente demanda de todo tipo de
productos y recursos de parte del mundo desarrollado, continuara presionando el
precio de infinidad de ellos hacia una preocupante alza.
Todos estos argumentos son válidos, sin embargo, ninguno ofrece una
explicación completa de las recientes tendencias de los precios. En algunas
economías emergentes políticas monetarias "de manga ancha" claramente
alborotan la inflación. En otras, como los estados del Golfo pérsico, es
consecuencia directa de sus monedas colgadas a un dólar muy vapuleado.
Sin embargo, en otras partes del mundo la fotografía es menos clara. En
China, el temor de explosiones sociales ha provocado el que la inflación sea
uno de las más serias preocupaciones del gobierno obligándolos a establecer
control de precios. La acumulación de inmensas reservas internacionales ha
provocado un crecimiento interno del dinero y las tendencias inflacionarias se
han triplicado. Pero más que otra causa, esa tendencia ha sido consecuencia de
un crecimiento feroz del precio de los alimentos, en especial el puerco. La
inflación básica se sitúa solamente en un 1.4% y China ha iniciado un ajuste en
sus políticas monetarias.
Pero la tendencia deflacionaria de China está lejos de terminar. Los
salarios se aceleran pero la productividad crece aun más rápido. Eso significa
que sus costos unitarios continúan decreciendo. Los precios de las
importaciones chinas a los EU han iniciado un crecimiento nunca visto. Pero el
problema tiene su origen en la debilidad del dólar y aun si los precios de los
productos chinos aumentan, pueden ser un factor positivo para economías
desarrolladas, puesto que son todavía mucho más bajos que los producidos
domésticamente y cada día ganan mercado. A medida que China continúa
produciendo bienes de alto valor agregado, seguirá presionando precios a la
baja en economías de países desarrollados.
Una conexión más directa entre países en desarrollo y las presiones
inflacionarias, se devela en el precio de algunos productos primarios. El
precio de las materias primas ha sufrido una explosión durante los últimos
meses. El precio del petróleo ha escalado un 80%. Estos saltos son la causa
principal de las presiones inflacionarias a nivel mundial. Sin embargo, también
están relacionadas con cambios estructurales en la economía global.
La economía mundial cada día es más apuntalada por países como
Tampoco significa que el precio de tales productos continúe aumentando
incontrolable. Las economías emergentes son ahora más resistentes y pueden
sortear alguna recesión de los EU, pero ante ello, tampoco estarían creciendo
aceleradamente. La demanda por materias primas y productos primarios
decrecería. En el largo plazo, precios más altos de tales bienes, sin lugar a
dudas, provocarán aumentos en la oferta y los grandes presionadores
de precios en esta carrera reciente, tenderán a debilitarse.
Entonces ¿Debemos dejar de preocuparnos por la inflación? Por supuesto
que no. El aumento de las presiones inflacionarias nos indica que los precios
han viajado más allá de las materias primas y productos primarios. La debilidad
económica no desalienta de inmediato la presión de los precios y el mundo
desarrollado puede estar frente a un periodo de frágil crecimiento y de una
constante presión inflacionaria, si no se le enfrenta con políticas económicas
sanas como baja de impuesto, desregulación etc.
Qué tanto debemos preocuparnos dependerá en que si esta combinación afecta
las expectativas de la gente. El hecho de que los bancos centrales se hayan
hecho de reputación como combatientes de inflación, provoca la gente piense ese
fenómeno permanecerá controlado y, por ello, explosiones de precios no deben
traducirse en una persistente inflación sino en aumentos de producción. Pero
cuando trabajadores y empresas "esperan" que el fenómeno se presente
y persista, ellos trataran de fijar precios y salarios de acuerdo a sus
expectativas, es cuando se nos presenta el gran problema generador de stagflación….el gran coco de los bancos centrales.