La distinción entre macro y microeconomía, en la que se basan los planes de estudio de las licenciaturas en economía, sin olvidar los dimes y diretes de gobernantes, políticos y funcionarios públicos, es falsa: lo que existe es la economía, sin ningún “preadjetivo”, entendiendo por tal las actividades de los distintos agentes económicos: empresarios, capitalistas, trabajadores, ahorradores, inversionistas, distribuidores, comerciantes, consumidores, etc.
La distinción entre macro y microeconomía no es real, ya que, en la realidad, lo que existe es, sin más, la actividad económica de los individuos, de tal manera que afirmaciones como la siguiente resultan absurdas y ofensivas contra la inteligencia: “Los resultados a nivel macro son buenos, aunque a nivel micro los mismos todavía no se dan”, lo cual equivale a afirmar, por ejemplo, que a la familia Gómez Pérez le está yendo bien, aunque a cada uno de sus miembros le está yendo mal, afirmación absurda que, como tal, ofende a la inteligencia. Si a cada uno de los miembros de la familia Gómez Pérez le está yendo mal, ¿es posible que a la familia, en su conjunto, le esté yendo bien? Si a las partes les va mal, al todo, ¿le puede ir bien?
Una variante de “los resultados a nivel macro son buenos, aunque a nivel micro los mismos todavía no se dan” es la siguiente: “La economía, hoy, está mejor que nunca, aunque esa mejora todavía no se refleja en los bolsillos de la gente”, afirmación que, para aquellos cuyos bolsillos se encuentran en mal estado, sobre todo si se trata de la mayoría de la población, es falsa. Si a los agentes económicos (micro) les va mal, ¿puede irle bien a la economía (macro)?
Las reflexiones anteriores vienen a cuento porque no faltan los gobernantes que, en los últimos tiempos, han declarado, ni más ni menos, que “La economía, hoy, está mejor que nunca, aunque esa mejora todavía no se refleja en los bolsillos de la gente”, lo cual, para decirlo de otra manera, viola la más elemental lógica, que enseña que, si a las partes de un todo (los bolsillos de la gente) les va mal, al todo (la economía) no le puede ir bien, sin olvidar que, al final de cuentas, o por principio de ellas, el desempeño económico debe medirse a nivel de la economía personal (del bolsillo de la gente), misma que depende del trabajo y del ingreso.
Si a una persona, cuyo bolsillo deja que desear, le dicen que la economía va bien, ¿se consuela? No, por una razón muy sencilla: para esa persona la economía es su economía, con lo cual vuelvo al principio. No hay tal cosa como la economía mexicana (macro); lo que hay son las economías de los mexicanos (micro), y decir que lo macro (la economía mexicana) va bien, pero que lo micro (las economías de los mexicanos) no, es una afirmación absurda.
¿Quiénes han sido los gobernantes que, en los últimos días, han hecho ese tipo de afirmación? Entre otros Felipe Calderón.