La Universidad Aut�noma Metropolitana naci� como un producto del viejo proyecto de naci�n que M�xico abraz� con la Revoluci�n Mexicana. Aqu�l proyecto que consist�a en formar un Estado fuerte, capaz de responder a las demandas y deseos de la gente, capaz de darle al pueblo: salud, educaci�n, electricidad, diversi�n, seguridad y trabajo. Un Estado fuerte que pudiera administrar los recursos del territorio: el agua, la plataforma mar�tima, el petr�leo, el gas, el uranio, los bosques, las tierras, los cielos, etc. En una palabra, la UAM naci� cuando M�xico se empe�aba en formar una econom�a de planificaci�n central, una econom�a socialista.

De la misma madre (la Revoluci�n Mexicana) nacieron la Secretar�a de Educaci�n P�blica (SEP, 1921) la Universidad Nacional Aut�noma de M�xico (UNAM, 1929), el Instituto Polit�cnico Nacional (IPN, 1936), el Centro de Investigaci�n y Estudios Avanzados (CINVESTAV, 1961), el Colegio de Bachilleres (CB, 1973), el Centro de Investigaci�n y Docencia Econ�micas (CIDE, 1976) y una serie de escuelas y universidades del Estado en toda la Rep�blica Mexicana.

Dada el sesgo socializante que el gobierno estaba imprimiendo a la educaci�n, el sector privado reaccion� fundando algunas escuelas como el Instituto Tecnol�gico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM, 1943), el Centro Cultural Universitarios (hoy U. Iberoamericana) y el Instituto Tecnol�gico Aut�nomo de M�xico (ITAM, 1946), pero siempre bajo el permiso, supervisi�n y control de parte del Estado.

Las escuelas y universidades bajo control directo del Estado llegaron a representar m�s del 80% de todo el espectro educativo.

Las escuelas llamadas privadas, no lo eran tanto, pues ten�an que sujetarse a los permisos, normas, planes, programas y supervisi�n del Estado. Estrictamente hablando nunca ha habido escuelas privadas en M�xico.

La UAM nace del subsidio gubernamental

Desde antes que se inscribiera el primer alumno en la UAM, la nueva instituci�n ya gozaba de generosos subsidios, grandes extensiones territoriales, y buenos inmuebles construidos bajo la direcci�n de ingenieros y arquitectos de prestigio. Todos pagados con fondos p�blicos.

De alguna manera, la UAM cristaliz� los deseos de aqu�l presidente L�zaro C�rdenas Del Ri� de dar al pueblo de M�xico una educaci�n socialista mediante escuelas de gobierno.

La UAM naci� y ha preservado las siguientes caracter�sticas:

Todo esto estaba bien, guardaba plena armon�a con los viejos tiempos, cuando el folclor socialista se consideraba como la m�xima expresi�n cultural y la gran meta para M�xico.

Pero los tiempos han cambiado, los vientos cambiaron de direcci�n y la UAM lo debe reconocer a fin de adaptarse o desaparecer.

La Ca�da del Muro de Berl�n significaba una gran lecci�n para todos los pueblos del mundo. La lecci�n consist�a en abandonar el iluso sue�o de dejar en manos del Estado la suerte de los ciudadanos. Hab�a que desmitificar la idea del Estado para entender que lo forman hombres de carne y hueso tan pecadores, ego�stas, ignorantes y malvados como cualquier ciudadano, o peor porque disponen de fuerzas coactivas que no dispone el parroquiano com�n y corriente. La lecci�n que deb�amos aprender ante la ca�da del la Uni�n de Rep�blicas Sovi�ticas Socialistas (URSS, 1992) y de todo el Bloque Sovi�tico era que el bello modelo del Comunismo y socialismo donde todos ser�amos iguales no nos llevar�a a buen puerto. Ten�amos que haber aprendido que dejar nuestra suerte en manos de pol�ticos y bur�cratas de Estado para que nos igualaran, sacrificando la libertad de los individuos terminar�amos con diputados disfrutando de enormes sueldos extra�dos de impuestos y obreros con salarios de 50 pesos al d�a.

Por suerte, el mundo ha empezado a rectificar desde hace apenas unas d�cadas. Se empieza a reconocer la importancia de los individuos, de sus pensamientos, anhelos, deseos, ambiciones y necesidades. Los individuos empiezan a recuperar su papel protag�nico y algunos gobiernos empiezan a comprender que es mejor dejar la escena a la iniciativa privada, a los individuos, a los emprendedores que se atreven a tomar riesgos, a invertir, a contratar, transformar y vender persiguiendo ganancias. Se empieza a entender que perseguir el lucro no es malo, al contrario es el factor que termina por beneficiar a todos.

Los pa�ses que quieren la prosperidad para sus pueblos empiezan a abrazar las ideas capitalistas, las de aquellos pensadores austriacos que les hab�amos cerrado las puertas de nuestros pensamientos y de nuestras universidades durante mucho tiempo.

El mercado, es decir, el mecanismo por el cual los hombres son capaces de intercambiar libre y soberanamente, sin coacci�n ni violencia est� empezando a tomar su lugar.

Aquel insulto marxista contra los mercados, contra el capitalismo, contra los empresarios y las ganancias ya no conquista nuestros corazones. El mundo empieza a comprender la importancia de los mercados y de la propiedad privada como instituciones necesarias y suficientes para lograr la prosperidad de los pueblos. Es un ambiente in�dito, que necesitamos comprender para adaptarnos exitosamente a �l.

En este ambiente, nuestra instituci�n queda algo peor que aturdida, sin saber qu� est� sucediendo, sin atinar c�mo enfrentar los nuevos desaf�os.

Lo primero que debe entender la UAM, es decir, sus profesores, trabajadores y alumnos es que nuestra instituci�n, como est�, no encaja en el nuevo modelo de desarrollo. M�s a�n, la UAM se encuentra en franca contradicci�n con los nuevos tiempos.

No preocuparse por adaptarse significar�a seguir formando desempleados con titulo universitario. Significar�a incrementar nuestro divorcio con el sector productivo ya que no formamos al tipo de profesional que requieren las empresas. Significar�a ilusionarnos que estirando la mano el gobierno nos dar� m�s presupuesto para seguir desarrollando actividades que tiene precio cero en el mercado. Investigaciones que s�lo nosotros o las instituciones burocr�ticas del Estado valoramos como importantes.

A la UAM le debe quedar claro que no puede seguir como va. Que seguir as�, sin reformas, significa poner a la instituci�n en un alto grado de vulnerabilidad. Hoy mismo cualquiera puede restregarnos en la cara que somos prescindibles, que sin nosotros, el mundo sigue girando. Esto no nos gustar�a en absoluto.

Una digresi�n te�rica necesaria

Desde que el mundo es mundo, las sociedades siempre est�n oscilando alrededor de dos modelos econ�micos. A veces los pa�ses toman formal y conscientemente una direcci�n: abrazan el capitalismo o el socialismo, pero la mayor de las veces act�an a la buena de Dios. En realidad, pocos son los pa�ses que est�n bien definidos, pocos entienden lo que viven.

SOCIALISMO

Hablar de socialismo es hablar de una econom�a de Planificaci�n centralizada. Es una econom�a donde es inadmisible la existencia de la propiedad privada. En el socialismo, el Estado es el actor principal, quien debe decidir la producci�n y la distribuci�n. Para esto, se necesita dejar en manos del Estado todos los recursos de una naci�n, incluidos, los recursos materiales y humanos. El fin del Estado socialista es crear las instituciones gubernamentales (tambi�n llamadas p�blicas) necesarias para organizar la producci�n de bienes y servicios de tal forma que el Estado garantice que los individuos tengan asegurados los alimentos, la vivienda, la salud, el vestido, el trabajo, la electricidad, la diversi�n y los funerales. Todos deben disfrutar por igual.

En cuanto a la educaci�n en una econom�a socialista, es necesario cuidar el pensamiento de los ciudadanos a fin de que no entren en contradicci�n con la acci�n del Estado. Por ello es que no se puede permitir la existencia de escuelas privadas que pudieran romper la homogeneidad del pensamiento. Todas las escuelas deben ser del Estado, es decir, p�blicas. Los planes y programas deben estar estrictamente dise�ados por el Estado y deben ser de aplicaci�n obligatoria en todas las escuelas y universidades.

CAPITALISMO

Por otro lado, el modelo de econom�a de mercado (capitalismo, neoliberalismo) se fundamente en el principio de respeto a la propiedad privada. Significa que los individuos tienen la libertad de poseer propiedad privada con la que pueden intercambiar, usarla en garant�a, regalarla o destruirla sin que nadie tenga el derecho de imponerle limitaciones, siempre y cuando estas acciones no perjudiquen a terceros. No existe l�mite para tomar decisiones econ�micas, si �stas no perjudican al pr�jimo. Los individuos pueden acumular sin l�mite alguno. El Estado juega un papel muy importante, pero solo uno: Cuidar que nadie da�e a nadie. Sirve para proteger el orden del mercado, que nadie da�e el principio de propiedad privada

El gobierno neoliberal no puede tener escuelas, porque su funci�n no es educar a la gente. No quiere decir que no hay escuelas, pero �stas solo las pueden tener organismos, personas o asociaciones privadas. Aqu�l que tiene algo qu� ense�ar a los dem�s, pone un letrero en su casa para recibir alumnos que quieran aprender y el estudiante debe pagar los servicios del profesor. Si la ense�anza es buena, el propietario de la escuelita ampliar� sus horarios, preparar� a otros docentes, construir� una casa m�s grande o un edificio. Pero si a la gente no le satisface lo que ense�a, no se inscribir�n y pronto tendr� que quitar su letrero o quiz�s haga los cambios necesarios a fin de sobrevivir.

Por supuesto, todo el que quiere prepararse tiene que pagar, porque en una econom�a capitalista no existe la educaci�n gratuita. No est� permitido consumir y pasar la cuenta al vecino. En una econom�a de mercado, la educaci�n gratuita es algo inadmisible, pues no se pueden imponer impuestos a toda la poblaci�n para pagar los servicios que disfruta un particular, pues el que estudia es un particular. Sin embargo, existen mecanismos financieros para que todo aquel que quiera prepararse y no disponga de recursos en el momento, pueda transferir los pagos para cuando ya sea un ciudadano productivo. Es decir, no existe el pretexto de que alguien se quede fuera de las escuelas o universidades por falta de recursos financieros. En una econom�a de mercado las escuelas y universidades disfrutan de total autonom�a, es decir, el Estado no mete la mano. De esta manera, las universidades pueden determinar completamente sus planes y programas. Los individuos disponen de sistemas financieros para fundar una universidad o para crecer, sin m�s l�mite que el de su competitividad y deseos de servir a los clientes.

La investigaci�n en las universidades capitalistas responde a las necesidades del sector productivo o comercial, as� como a la visi�n de los propietarios de las instituciones quienes saben que hacer investigaci�n les puede dar un valor agregado apreciable a fin de ser instituciones m�s competitivas. En esta din�mica, s�lo aquellas universidades que son capaces de responder a las necesidades, deseos o caprichos de la sociedad, sobreviven.

Proyecto de Naci�n para M�xico

Puestas as� las cosas, no hay muchos caminos por los que una sociedad puede transitar aunque todav�a hay quien piensa en la tercera v�a. En realidad esa tercera v�a consiste en andar a la deriva, sin definici�n. Pero esta indefinici�n lleva a una lucha depredadora entre los dos modelos y en ello se pierde el tiempo, la vida y los mejores esfuerzos para acabar en el mismo punto o peor.

La sociedad mexicana tiene que decidirse por abrazar a uno de los modelos b�sicos de la econom�a. Se decide por el modelo socialista o decide transformarse en una econom�a capitalista.

Si la opci�n fuera por una econom�a socialista, ya tiene el 80% de escuelas compatibles con este modelo, s�lo faltar�a que el Estado clausurara las escuelas y universidades llamadas �patito� y expropiara a las llamadas universidades privadas: ITESM, ITAM y las que est�n en manos del clero. De esta manera, el Estado tendr�a control total sobre los medios de educaci�n y podr�a introducir la ideolog�a y mentalidad adecuada para admitir, justificar y apoyar los proyectos del Estado.

Si la opci�n a tomar es la v�a liberal o neoliberal, entonces tiene que deshacerse de las escuelas y universidades p�blicas, pues �stas constituyen un freno, un obst�culo para el desarrollo capitalista.

Para quien escribe, M�xico tiene que alejarse del socialismo como si fuera la peor enfermedad contagiosa. Ya tuvimos siete d�cadas de socialismo a la mexicana, es decir, con el control total de un partido pol�tico que edific� varios monopolios gubernamentales: PEMEX, electricidad, agua, telefon�a, educaci�n, salud, tierras, entre otras. Y lo que no es monopolio estatal, las empresas privadas, las tiene fuertemente controladas, sea por v�a normativa o fiscal.

�Qu� alternativas le quedan a la UAM?

Si la UAM est� segura que M�xico seguir� una v�a socialista, entonces no tenemos nada de qu� preocuparnos, seguiremos viviendo de los recursos que nos asigna el Estado para seguir educando a los j�venes como lo hemos estado haciendo desde hace m�s de treinta a�os.

Pero si los universitarios y trabajadores de la UAM percibimos que M�xico cada vez m�s se ir� por la senda del mercado, entonces debemos tomar nuestras previsiones. �Qu� alternativas tenemos en un mundo dominado por una econom�a de mercado, abierta y competitiva?

Alternativa A. Desaparecer del mapa educativo

Tendr�amos que aceptar que la UAM no cabe en este juego. Sus estructuras y din�mica no son compatibles con las instituciones del capitalismo. As� que, como buen perdedor tendr�a que tirar la toalla y desaparecer de la arena educativa. Ser�a el resultado l�gico y necesario de una instituci�n que, desde que naci�, no se hizo para funcionar en un mercado competitivo. Tendr�a que liquidarse a todo el personal, como marcan las leyes laborales y vender las instalaciones a Harvard, el ITESM o a alguna universidad patito. El plan de eliminaci�n de la UAM podr�a llevarse a cabo en 5 a�os a fin de no perjudicar a los alumnos que ya est�n inscritos. Aunque tambi�n podr�a cerrarse abruptamente y que el gobierno pagara la colegiatura a los alumnos de la UAM que se inscribieran en una universidad privada. El costo de esta alternativa implicar�a algo as� como 12 mil millones de pesos por las indemnizaciones a los trabajadores y las colegiaturas a los alumnos, pero ser�a un gasto final. Tambi�n se podr�a evitar el gasto en colegiaturas si se colocan los dineros en un banco a fin de otorgar a los alumnos de la UAM un cr�dito para que estudien en la universidad privada de su preferencia, sea en el pa�s o en el extranjero. Con el tiempo, regresar�an los cr�ditos y la naci�n contar�a con esos recursos para seguir financiando a nuevas generaciones. Los profesores encontrar�an trabajo en las universidades que sufran un shock de demanda. Algunos de los trabajadores administrativos encontrar�an empleo y otros podr�an usar sus liquidaciones para iniciar un negocio propio.

Lo m�s doloroso de esta alternativa es que los catedr�ticos y hombres de ciencia que tanto habl�bamos de componer el mundo estar�amos demostrando a la sociedad y a nosotros mismos que no tuvimos la capacidad de salvar el barco. Que no logramos presentar una alternativa mejor y simplemente dejamos que nuestra UAM se hundiera hasta desaparecer en el mar del olvido. Pero quedar�a el consuelo de haber participado en la sana desaparici�n de algo que no iba a contribuir al desarrollo capitalista de M�xico.

Alternativa B. Reformarse radicalmente

Aunque es dif�cil este plan, dada la mentalidad configurada durante 34 a�os en los profesores, investigadores y trabajadores, hay que explorar la posibilidad otorgando el beneficio de la duda. Implica tomar medicinas muy amargas y dolorosas pero al final podr�amos salir bien librados y jugar as� un papel decoroso en este mar de competencia.

Reforma 1. Rechazar los subsidios del Estado

Nada ha sido tan efectivo para el Estado controlador que hacer que la vida de la UAM dependa de los subsidios del Estado. A pesar de que a una instituci�n se le otorgue en el papel la tan anhelada autonom�a, �sta queda reducida a caricatura cuando la vida de la instituci�n depende del dinero del Estado. Quien paga manda, dice el dicho popular y aqu� no es la excepci�n. Ese subsidio estatal es el que ha inducido a una burocratizaci�n total de la instituci�n. A todos los profesores, investigadores y trabajadores nos convirti� en empleados del Estado pri�sta (socialista). Para adoctrinar a los j�venes con una mentalidad anticapitalista. El efecto de vivir del Estado, es decir, de subsidios, tiene consecuencias inimaginables: Nos convirti� en un factor del empobrecimiento del pueblo de M�xico, pues de all� se extraen los recursos; nos transform� en cuasi delincuentes, pues vivimos de dinero compulsivo, es decir, de impuestos; nos convirti� en destructores de los sue�os juveniles, pues solo los educamos para que aspiren a un empleo mal pagado, o al desempleo.

Rechazar los subsidios implica disponerse a vivir de las colegiaturas de los alumnos. Por suerte, la UAM ha tenido una gran demanda y seguramente habr� alumnos que est�n dispuestos a pagar el precio por formarse en esta casa de estudios. Pero tambi�n podr�amos sugerir que el gobierno regale a los alumnos sin recursos un cheque mensual para que cubran la colegiatura que nos deben pagar. O bien, tambi�n podemos sugerir que el gobierno abra un sistema de cr�ditos para que los alumnos tengan recursos para pagar y sobrevivir como estudiantes de tiempo completo. De cualquier manera, se trata de que la UAM no reciba ni un centavo del gobierno, y que viva de los pagos del cliente. Adicionalmente, la UAM tiene ventajas competitivas pues tiene buenos edificios y una planta de profesores e investigadores con posgrados en las mejores universidades del mundo.

Reforma 2. Descentralizar la UAM

Se trata de que cada Unidad de la UAM funcione como si fuera una universidad aut�noma en todo el sentido de la palabra. Quiere decir que las unidades tendr�an el derecho de recibir y usar las colegiaturas de los alumnos o de otras fuentes (no gubernamentales) y determinar su uso sin que intervenga ni rector�a ni Hacienda ni alguna otra instancia del Estado. Los propios trabajadores, docentes e investigadores, a trav�s de sus instancias ser�an los indicados para formular los presupuestos, los sueldos y salarios, los gastos en mantenimiento, crecimiento, etc. La Rector�a General se encargar�a de sugerir m�todos y formas a fin de incrementar la competitividad de cada unidad de la UAM.

Reforma 3. Abrazar el objetivo de formar empresarios

En una econom�a de mercado las universidades tienen la finalidad primordial de formar a los nuevos empresarios que necesita la sociedad, en segundo lugar a los hombres de ciencia que estudiar�n los problemas de la producci�n y distribuci�n de las empresas y de la sociedad. Una universidad que se enfoca a formar empleados simplemente es prescindible, queda fuera del mercado.

Reforma 4. UAM in English

Para estos tiempos, las escuelas deben dar perfectamente dos idiomas a sus alumnos: la lengua nativa y una internacional. Los alumnos de la UAM ya dominan el espa�ol. Por tanto, les falta el idioma internacional, por lo que ahora las clases que se den la UAM, sean en la licenciatura o en los posgrados, deben darse en ingl�s. As�, nuestros alumnos dejar�an de estar en desventaja en este mundo abierto globalizado y competitivo. Por suerte, tenemos muchos docentes que hablan muy bien en ingl�s y con ellos se puede empezar. Para que el alumno obtenga su t�tulo de la UAM debe aprobar con m�s de 650 puntos el TOEFL.

Reforma 5. Privatizar la UAM

Despu�s de cinco a�os podremos haber demostrado que la UAM puede ser muy bien administrada por sus trabajadores, as� que le podemos decir al gobierno que se la compramos para adquirirla en propiedad completa. La podemos comprar con nuestras liquidaciones como trabajadores del Estado que hemos sido y si su valor es superior, podemos pedir que se nos otorgue un plazo de 15 o 20 a�os para liquidarla completamente. Todos los trabajadores ser�amos accionistas y la cuidar�amos como nuestra casa o mejor a�n.

Reforma 6. Crecer la UAM

La UAM no tiene por qu� limitarse a sus tres o cuatro unidades. Si estamos haciendo bien nuestro trabajo docente y de investigaci�n reflejado en los ingresos que nos pagan los clientes, bien podemos extendernos sin l�mite alguno. Podemos fundar una, dos o tres unidades en cada Estado de la Rep�blica y adem�s, ampliarnos a educaci�n b�sica, media y media superior, incluso educaci�n normal para formar a los nuevos docentes que necesita M�xico. Tambi�n es posible que incursion�ramos en nuevas empresas propias.

Todo este discurso puede parecer una utop�a, una broma de mal gusto, pero m�s vale que empecemos a so�ar y cambiar nuestras formas de pensar antes que llegue un Tsunami como a nuestros viejos colegas sovi�ticos y nos encuentre dormidos.