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Los "nuevos liberales": 20 premisas

“El capitalismo es el nico sistema moral, porque para ganarse el sustento hay que producir o ayudar a producir alguna cosa deseada, que la gente demande en los mercados, y se venda y compre en libertad, sin coaccin alguna, ni privilegios para nadie. Y es el ms eficiente en este sentido.”


Alberto Mansueti
LUNES, 8 DE OCTUBRE DE 2012
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Hartos de predicar en el desierto por aos y dcadas, algunos liberales del Per y Latinoamrica hemos tomado el toro por las astas, y pasado a la accin poltica, creando un partido.

Porque en todas partes es lo mismo: nuestro mensaje liberal es ignorado o resistido fieramente por todos quienes de una u otra manera se benefician del estatismo, o esperan beneficiarse a futuro. Y cuando ese mensaje llega al pblico no comprometido, muchos lo entienden y aceptan, pero la segunda pregunta que hacen es: Y cul es el partido ? (La primera es: Y en qu pas ?) Si la respuesta es No hay tal partido, la gente piensa que en esas ideas tan bellas, pero abandonadas tiempo atrs en casi todo el mundo, algo debe haber errneo, daoso, utpico o disparatado. Que seguramente deben ser impracticables por alguna razn (vaya a saber cul), al punto que sus defensores no se juegan por ellas en la arena poltica. Y ah se acaba todo.

Sin un partido liberal presente en la escena poltica no es posible siquiera llamar la atencin del pblico para el mensaje liberal, mucho menos prestarle credibilidad y brindarle apoyo. Sin embargo, antes de pasar a campo tan cenagoso, neblinoso y traicionero como el de la poltica, hemos de clarificar algunos conceptos controversiales y candentes:

1. Qu es el liberalismo. El liberalismo no es una religin, una filosofa o una ciencia. Aunque emparentado con las verdades permanentes de la tradicin judeo-cristiana occidental, con las filosofas realistas, y con lo mejor de las ciencias humanas, el liberalismo es no ms ni menos que doctrina poltica: la de los Gobiernos limitados, los mercados libres, y la propiedad privada.

La respuesta a la primera pregunta que la gente hace, sobre en cules pases el liberalismo se ha practicado, tiene vigencia, o la ha tenido, es esta: ese sistema poltico, legal y econmico, practicaron en el pasado los pases de Europa del Norte y EEUU de Amrica que por esa causa se hicieron ricos, con libre comercio internacional y patrn oro. Hasta que ms tarde, ya en el siglo XX, fueron llevados al estatismo y al socialismo, algunos mediante la fuerza bruta y por la va de las armas, de un solo golpe, otros poco a poco, con engaos y por la va de los votos. Y as, en forma abrupta o paulatina, fueron cayendo en el empobrecimiento, en la dependencia y adiccin a las limosnas o programas sociales del mal llamado Estado de Bienestar (el Bienestar del Estado), y en sucesivas crisis financieras y econmicas, hasta llegar al presente colapso global.

2. Gobierno Limitado. La Revolucin Francesa abri la puerta al estatismo definiendo una lista de Derechos del Hombre y el Ciudadano, que pronto se fue haciendo tan numerosa y extensa como la de funciones, poderes y recursos que dciles Parlamentos atribuyeron a los Gobiernos con el pretexto de proteger los tales derechos.

El Liberalismo Clsico en cambio limita al Gobierno a preservar los derechos humanos naturales a la vida, libertad y propiedad, con sus soldados, policas y jueces, cumpliendo sus tres funciones propias: seguridad externa e interna, tribunales de justicia, y ciertas obras pblicas de infraestructura, nada ms. Y al estilo de la Constitucin de EEUU, enumera prohibiciones a los Gobiernos, ms que derechos de los ciudadanos. Tambin limita a los gobiernos en poderes y recursos: los indispensables para el cumplimiento de sus funciones, y no otras, que han de ser cumplidas por familias, empresas, escuelas y centros de enseanza, iglesias y dems sociedades voluntarias, instituciones que por su naturaleza son y han de ser privadas y separadas del Estado. Y para efectivizar esos lmites a los Gobiernos se inventaron los Parlamentos, y los partidos liberales.

3. Libertad, y otros valores. El Liberalismo Clsico es mucho ms que las ideas de la libertad, expresin un tanto etrea y ambigua, cuya imprecisin ha determinado en gran parte el fracaso del liberalismo como empresa poltica. Porque de la premisa liberal de rigurosa separacin entre lo pblico y lo privado en todas las esferas de la vida social, resulta una amplia libertad individual para todas las personas, pero tambin otros valores, preciosos para las sociedades, como orden y la paz, seguridad y justicia, prosperidad y progreso, tan valiosos e igualmente necesarios y anhelados como la libertad.

4. Estatismo. Es lo diametralmente contrario al liberalismo: la usurpacin por parte del Gran Gobierno obeso, de funciones, poderes y recursos, que por su naturaleza pertenecen a las personas individuales y entidades voluntarias o privadas, tanto en la educacin, como en la economa y finanzas, atencin mdica, jubilaciones y pensiones, y muchas otras esferas de la sociedad. Esa usurpacin se ha llevado a cabo mediante leyes especiales para cada una de esas reas de la vida social, dictadas con ese propsito perverso. Tales leyes han sido pasivamente toleradas por la poblacin, adoctrinada en las falacias del estatismo, y carente de un partido poltico liberal capaz de resonar en la opinin pblica, y de hacer resistencia efectiva desde el Parlamento.

Los desastrosos resultados del Estatismo parten de poner al revs el mundo social. Por un lado el Gran Gobierno se apropia de funciones, poderes y recursos para la docencia, la atencin mdica, y las jubilaciones y pensiones; pero la educacin que controla el Estado es cada vez peor, los Hospitales estatales son insufribles, y las prestaciones previsionales llegan a miserables. Tambin se entrometen los gobiernos en la emisin de dinero, la banca y las finanzas, los negocios, el comercio y la economa en general; las consecuencias son igualmente malas: cunden la inflacin, el paro y la escasez. Por otro lado, las funciones propias de los gobiernos son desatendidas; y por ello imperan la inseguridad en las calles, la injusticia en los tribunales, no se emprenden nuevas obras pblicas, y hasta el mantenimiento de las existentes se hace esperar. Es un dramtico error? Los Nuevos Liberales no somos ingenuos: es a propsito. Segn los tericos marxistas de fines del siglo XX, el objetivo es poner a la poblacin ignorante y enferma, empobrecida y asustada, a la espera de los Programas Sociales; y para colmo, distrada su atencin con los escndalos politiqueros y los espectculos de entretenimiento que le brindan los medios de comunicacin, a fin de tenerla por completo bajo su dominio.

5. Capitalismo. El sistema liberal de economa es el Capitalismo competitivo, a partir de la separacin entre lo pblico y lo privado en la esfera de la produccin e intercambio de bienes y servicios, segn y conforme las leyes propias de la oferta y demanda en mercados libres, pero con un dinero no carente de respaldo real, y un sistema de banca privada con reserva 100 % en los depsitos. Ese capitalismo liberal ya no se practica en casi ninguna nacin del mundo, con la relativa excepcin de algunos lugares de Asia. Porque en todos ha sido abandonado en favor del estatismo.

Ese abandono ha llevado paso a paso a las naciones a la enorme crisis que hoy afecta a la economa global, mayor que la de 1929, tal como expone la Escuela Austraca de Economa. La recuperacin plena del capitalismo liberal es el nico remedio disponible. Porque no hay otro.

6. Mercantilismo y Socialismo. Son los enemigos histricos del liberalismo, el primero desde el siglo XVIII a lo menos, y el segundo desde el XIX. Ms all de los discursos bonitos, mercantilismo es la tradicional alianza del Gran Gobierno con las grandes empresas monopolistas, que les permite slo a ellas crear riqueza, para s mismas, aprovechando sus privilegios; y los dems productores apenas sobreviven, y no todos. Socialismo es la ms moderna re-distribucin de la riqueza, mediante los impuestos y la inflacin, desde los productores privados (medianos y pequeos sobre todo), en favor de todas las castas parasitarias de las izquierdas (polticas, burocrticas, acadmicas, mediticas y sindicales), enquistadas en el Gran Gobierno, o por l amparadas y financiadas. En ingls suelen llamar Liberalism al socialismo democrtico; por eso se hace indispensable el adjetivo Clsico.

El problema con el Mercantilismo es que se permite la propiedad privada, pero no como un derecho natural inalienable para todos, sino como un privilegio, cuyo ejercicio los gobiernos conceden a unos s y a otros no, y estableciendo las condiciones. En el Mercantilismo los mercados son libres, pero no para todos, sino slo para los empresarios y agentes econmicos bien conectados con los gobiernos intervencionistas. La riqueza creada de esta forma es insuficiente, y vienen las insatisfacciones, quejas y protestas.

En este punto llega el Socialismo, y arremete contra lo que llama el capitalismo: en lugar de suprimir los privilegios, suprime la propiedad privada; y en vez de ampliar la libertad de mercados, la restringe an ms, o elimina por completo. As cunde la pobreza, y luego la miseria, segn cun lejos se llega en este proceso. Adoctrinada por la propaganda socialista la gente se confunde, y toma al Mercantilismo existente por el capitalismo genuino, y mira al Socialismo como su salvacin.

7. El Sistema. Un sistema de economa y poltica es un conjunto de principios, reglas y valores, que se encarna en un cuerpo de leyes, y en una estructura social y gubernativa. El estatismo de hoy es un sistema opresivo, empobrecedor, embrutecedor, esclavista y envilecedor, que combina ambos tipos de perversiones: el mercantilismo, que es malo; y el socialismo, que es peor.

Este sistema se nos ha impuesto y se nos impone mediante el Pacto Social, acordado entre los representantes de las oligarquas mercantilista y socialista en el Congreso, para intercambiar sus respectivos votos a favor de las Leyes Malas de los unos y los otros. El mercantilismo y el socialismo se complementan: el primero genera el caldo de cultivo para la izquierda, que es la pobreza, la cual el socialismo explota e instrumenta polticamente en su beneficio exclusivo, mediante las ddivas que reparte entre los pobres conectados directamente con sus canales polticos, y las promesas de ddivas que reparte al resto, para mantenerles pasivos. Y el socialismo sirve al mercantilismo: le permite presentarse como el mal menor, y por tanto preferible.

Pero el Estado de de Bienestar es inviable estadsticamente, porque es imposible satisfacer a todos y cumplir todas sus promesas, y por eso es utpico; adems es extremista, porque nos conduce al extremo de subordinar absolutamente todas y cada una de las actividades humanas al Estado.

8. Las Leyes Malas. Son las leyes especiales (diferentes y contrarias a los Cdigos ordinarios), que con el pretexto de prevenir ciertos males reales o imaginarios, agreden la economa y ofenden la justicia, el Derecho y la razn, decretando inspecciones y sanciones por doquier, impuestos y multas, e inicuos privilegios (muchas veces ocultos o disfrazados) para los mercantilistas y los socialistas. En el sistema liberal, las leyes no son para prevenir crmenes o abusos vigilando y controlando a todo el mundo en todas y cada una de las esferas de la vida social en especial, para evitar que se cometan, tarea sta imposible; son en cambio para obligar a los responsables, una vez cometidos, a resarcir o compensar a sus vctimas. Por ello mismo son disposiciones de orden general, para que las personas puedan acomodar voluntariamente sus negocios mediante acuerdos y contratos, y resolver sus conflictos posibles o presentes, por s mismas, o acudiendo a los jueces ordinarios.

Sin embargo los defensores del social-mercantilismo jams se van a convertir al liberalismo, pues aprovechan y se benefician del Sistema. Por ello es que jams oyen ni atienden a las explicaciones cientficas ni a las razones morales, an cuando los liberales ingenuos se las expliquen y repitan hasta el cansancio. No sern convencidos, tendrn que ser desalojados; y en Democracia eso es con un partido poltico. Es la nica forma, no hay otra.

9. El camino desde la servidumbre. El Camino a la servidumbre se llam a la ruta desde el Capitalismo del siglo XIX hasta el estatismo y el socialismo, usurpando los gobiernos funciones privadas mediante leyes inicuas, que con los ms dismiles pretextos incrementan la autoridad de los gobiernos en toda clase de asuntos tales como dinero y banca, comercio y transporte, industria y servicios, actividades agropecuarias y extractivas, educacin y cultura, medicina, artes y ciencias, deportes, medios de prensa, etc. A la vez estas leyes usurpan competencias y poderes (es decir: libertades), y recursos, alegando necesitarlos para cumplir tantos fines y objetivos declarados.

A partir de ahora en cambio, el mismo camino debe hacerse de reversa; y ante la usurpacin, proceder a la devolucin de tales funciones, poderes y recursos. Y no va a tomar 100 o 200 aos, porque esas leyes pueden ser derogadas todas simultneamente (en el pas entero, o en ciertas regiones); y as debe ser, para que los efectos de su supresin puedan ser potenciados entre s, y el Estado de Bienestar hacerse innecesario en una economa no mercantilista sino capitalista, abierta y en expansin creciente, capaz de crear riqueza abundante, y generar oportunidades y empleos disponibles para todas las gentes.

10. Moral y economa. El capitalismo es el nico sistema moral, porque para ganarse el sustento hay que producir o ayudar a producir alguna cosa deseada, que la gente demande en los mercados, y se venda y compre en libertad, sin coaccin alguna, ni privilegios para nadie. Y es el ms eficiente en este sentido. Pero hoy el capitalismo est prohibido, o legamente muy restringido. Legalizar plenamente el capitalismo es lo que procede; pero antes, su rehabilitacin moral y tica. La corrupcin, que tanto escandaliza a nuestra clase media, es inherente al estatismo, que se hizo para robar; y no hay forma ni manera alguna de que pueda ser honesto. Ni eficiente, porque es irrealista.

Por otro lado, las metas trazadas por Marx y Engels en el Manifiesto Comunista del ao 1848 ya se han cumplido en el terreno de lo econmico, y se han hecho realidad, sea por la va bolchevique (comunismo) o menchevique (socialdemcrata): el Gran Gobierno controla nuestra produccin e ingresos, el dinero, la banca y el comercio; y si an nos dejan respirar, es para que podamos seguir trabajando para ellos. Adems es completo el control gubernamental en la educacin, que les sirve para inculcar alocados pretextos y excusas ante los evidentes fracasos del Sistema, como tambin las creencias en falsos remedios. Por ello, ahora las izquierdas van por los objetivos que quedan, en la moral, el lenguaje, la razn, la ciencia y la civilizacin, buscando la destruccin del matrimonio y la familia; eso se llama Posmodernismo o Marxismo Cultural, indispensable para que los individuos quedemos aislados y en solitario, impotentes, indefensos y por completo a merced del Gran Estado providente, de sus ddivas y su tutela. Y por supuesto, desarmados.

11. Izquierdas y Derechas. La Izquierda es el socialismo, del cual nazismo y fascismo son variantes extremas; y la Derecha es lo que no es Izquierda: el mercantilismo o capitalismo de compadres, que es la derecha mala, y el liberalismo, que es la derecha buena. (Izquierda buena no hay). Perder el miedo a las palabras (por ej. capitalismo, privatizacin, burguesa y derecha) es el primer paso para perder el miedo a las cosas que ellas nombran. Nada se logra con miedo.

La terca negativa de algunos a reconocer al liberalismo como derecha no es realista, no es creble. Porque el capitalismo es de derechas en lo ideolgico, as como el socialismo lo es de izquierdas; y negarlo sabe a disimulo mal intencionado, lo que debilita la defensa de cualquier causa, por noble y honesta que sea. Sin embargo, la negacin es tpica de quienes no se han separado de las izquierdas por completo, como muchos voceros del anarco-capitalismo, pese a que esa posicin s podra ser considerada como la derecha extrema.

12. Anarco-capitalismo. Una obvia contradiccin, porque no hay capitalismo sin Gobierno Limitado a la preservacin de los autnticos derechos naturales, como rbitro de instancia final, y ltimo recurso para dirimir los desacuerdos y conflictos entre las agencias y actores privados. No obstante, este absurdo anarco-capitalismo sirve como una pobre compensacin psicolgica por el fracaso poltico que ha marcado hasta hoy al liberalismo, y un cmodo pretexto para la inaccin poltica.

13. Neo liberalismo y Centro. Es el programa de las reformas macroeconmicas de los aos 90, inspiradas en el Consenso de Washington, o la continuacin del mercantilismo por otros medios, ms actualizados. Busca resolver los problemas del estatismo, entre otros la insolvencia del Estado de Bienestar, pero no los problemas de la gente. Para ello ha privatizado muchas empresas y actividades estatales pero sin desregular, convirtiendo as a los monopolios estatales en monopolios privados; y ha exigido ms impuestos, a fin de solventarse, y decretado ms regulaciones, a fin de justificarse.

En el Per y en Latinoamrica se nos presenta una falsa dicotoma, como si este Neo liberalismo y las izquierdas fuesen las dos nicas opciones posibles y disponibles; y de hecho en nuestros pases siempre uno de estos dos polos es Gobierno y el otro la oposicin. Sin dudas los liberales clsicos estamos en la derecha del espectro ideolgico; no obstante, en este espectro poltico actual, los liberales quedamos en el centro, porque rechazamos el Neo liberalismo, que es malo, y las izquierdas, que son peores.

14. Poltica Correcta. El liberalismo es individualista y polticamente incorrecto, por eso es 100 % inconciliable con los colectivismos, ya sean de izquierdas o de derechas, sea de antigua data como el obrerismo, el nacionalismo o el imperialismo, o sean los ms a la moda del da como el feminismo, el ecologismo o el indigenismo; y por las mismas razones, tampoco congenia con las bases o fundamentos intelectuales y espirituales de estas corrientes, ya sean los procedentes del viejo bal destartalado de la Ilustracin, como el positivismo o el conductismo, o ya sean los ms actualizados, como el Posmodernismo, el relativismo y la New Age.

15. Anticlericalismo. En Amrica latina no hubo Reforma Protestante, y la separacin de Iglesia y Estado fue un proceso (an inconcluso) realizado no por reformadores religiosos y lderes cristianos reformados, como en el norte de Europa, sino por los polticos criollos liberales, inspirados en el ideario anti-religioso de la Revolucin Francesa, lo cual ha sido origen de conflictos, confusiones y traumas. En EEUU nunca hubo unin de Iglesia y Estado; y la Independencia y la Constitucin fueron hechas por lderes cristianos de diversos credos, y an destas, agnsticos e indiferentes, unidos en una esa accin poltica. As debe ser tambin en nuestros pases la empresa libertaria; por eso el fervoroso atesmo beligerante les cuadra quiz a ciertos adolescentes buscando afirmar su personalidad frente a sus padres y maestros, pero no cabe en una poltica de gente adulta.

16. La Democracia, los partidos y los polticos. La democracia no es el diablo; es la regla de la mayora, y ser tan buena o mala, justa o inicua, moral o inmoral, estpida o sabia como lo seamos la mayora de gente que votamos. Los partidos polticos no son inventos del diablo; son organizaciones humanas que sirven como instrumentos sociales para hacer poltica, as como las empresas sirven para hacer negocios, y los mercados para desarrollar la economa. Y por fin, no todos los polticos son diablos corruptos y mentirosos, porque no todos son estatistas; hay polticos liberales, y somos decentes, honestos y veraces.

17. Burguesa y clase media. Los representantes del mercantilismo y del socialismo conforman dos oligarquas dominantes y aferradas a sus respectivos privilegios. De ambas es vctima la clase popular, sometida por la ignorancia y el engao celosamente cultivados, y convertida en mera carne de can electoral. Una parte del pueblo se encadena con los mendrugos de los Programas Sociales, y la otra parte es mantenida en la ilusin de la paciente espera. De la clase media, una parte se ha incorporado al sistema como sus funcionarios y empleados, y otra parte se debate en la dura lucha diaria por la supervivencia, entre el tedio y la frustracin decepcionada. De esta segunda parte de la clase media, debe emerger la burguesa, para que como ha sido siempre en las grandes gestas liberales, asuma la iniciativa y el liderazgo.

A este fin, los profesionales, los medianos y pequeos empresarios, y asimismo los tcnicos y trabajadores independientes, deben saber que jams van a tener xito econmico, ni real progreso personal y familiar, sin un radical y profundo cambio de sistema. Y que el cambio requiere una accin poltica inteligente y eficaz, firme y determinada; y su participacin es indispensable. No hay otro camino.

18. Oposicin Liberal en el Congreso. La poltica liberal es para ser puesta en prctica; y eso no es slo con exposiciones puramente acadmicas, sino con una fuerte corriente de opinin, y un partido poltico que la exprese, inspirado en el Liberalismo Clsico, presente en los medios de comunicacin y en el escenario electoral, y encaminado a hacer mayora en el Congreso, para derogar las leyes malas.

Hasta tanto sea mayora, este partido ha de permanecer al margen de los sucesivos gobiernos de turno, votando en contra de las nuevas leyes malas propuestas para decretarse, y en principio por la abstencin en todas las sucesivas e interminables reformas en las leyes malas vigentes, que por lo comn pretenden acomodar a un grupo o factor de poder, desacomodando a otro. Sin este partido presente, la clase media podr hacer caminatas, marchas y manifestaciones de protesta por calles, plazas y avenidas hasta caerse de cansancio, pero los logros seguirn ausentes.

19. La Devolucin y Las Cinco Reformas. El objetivo es restablecer el sistema de libertades, mediante privatizaciones y desregulaciones, separando lo pblico de lo privado, en cinco reas: poltica, leyes, justicia y Gobierno (1); economa y finanzas (2); educacin en todos sus niveles (3); atencin mdica y hospitalaria (4); y seguros, jubilaciones y pensiones (5).

20. Un pas, dos sistemas. Si la mayora liberal en el Parlamento es numricamente suficiente, la Gran Devolucin y las Cinco Reformas podrn ser decretadas en todo el territorio del pas; esa es la meta en el Plan A. De lo contrario, se podrn establecer en determinadas regiones o ciudades, para comenzar, sirviendo de modelo y ejemplo al resto; tal es la meta en el Plan B, y slo a este fin y con esta condicin podra participar el Partido Liberal en elecciones regionales y municipales, si hubiese una mayora liberal en el Parlamento nacional, pues dentro del Sistema nada bueno pueden hacer las autoridades locales, an con las mejores intenciones, y no es bueno mentir a la gente al respecto. Por otra parte, las Cinco Reformas han de ser impulsadas desde la opinin, la prensa y el mismo Congreso, tanto en la nacin, como en las regiones y ciudades; y al efecto, toda oportunidad puede ser aprovechable.

En el Per, como en casi todos los pases latinoamericanos, de tanto votar por el mal menor hemos cado en un mal mayor, enorme, de dimensiones diluviales. Y ya no podemos, como antes, culpar a las dictaduras militares. Estamos obligados a admitir la amarga realidad: que las presentes calamidades polticas y econmicas son el producto de malas escogencias democrticas, resultantes de votar en cada eleccin por El mal menor, o lo que era percibido como tal. Si votamos por el mal menor, la realidad es que estamos escogiendo el mal, y a sabiendas.

No hemos considerado otras opciones posibles, todas igualmente democrticas; por ejemplo: la abstencin electoral masiva como protesta por la pobreza de ofertas polticas y electorales, y su uniformidad, porque todas ellas han sido y son variantes del estatismo. Los liberales autnticos tampoco hemos creado un partido, o ganado influencia sobre alguno de los existentes. As ha resultado este mal mayor: el Sistema, y su perpetuacin. Es hora de buscar LA SALIDA.


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