LUNES, 15 DE SEPTIEMBRE DE 2008
Colombia: Entrevista al General Carlos Ospina Ovalle
¿A quién apoya usted en el conflicto por el ejercicio de la revocación de mandato?
Al INE
A López Obrador

Eneas A. Biglione






Tuve la oportunidad única de entrevistar al General Carlos Ospina Ovalle en la ciudad de Washington DC a los pocos días de lo que se dio en llamar “operación jaque” en la que se rescató a Ingrid Betancourt junto a tres ciudadanos Americanos y once oficiales colombianos que las FARC tenían secuestrados. El General Ospina fue designado comandante de las fuerzas armadas de Colombia por el presidente Álvaro Uribe Vélez en el año 2002. Es considerado en los ámbitos académicos como el cerebro detrás del “Plan Patriota”, diseñado para enfrentar la actividad terrorista y devolver la paz a Colombia.


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Lo que diferencia al liberalismo clásico del utópico anarquismo es la firme convicción de que el gobierno debe existir y actuar en un marco institucional claramente delimitado; y que a la hora de definir su rol, entendemos que sin duda deben quedar a su cargo las cuestiones de defensa, seguridad y justicia.

Las administraciones socialistas en América Latina han sabido descuidar la protección de sus gobernados del azote del crimen organizado y del sangriento accionar de los grupos terroristas. Entre estos últimos, interesa revisar el caso de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de cuyo brutal asedio ha sido víctima Colombia durante casi cincuenta años. Interesa además recalcar la importancia de la exitosa acción militar diseñada e implementada por la administración del presidente Álvaro Uribe Vélez con el claro objetivo de restaurar la paz y el orden en Colombia.

Tuve entonces la oportunidad única de entrevistar al General Carlos Ospina Ovalle en la ciudad de Washington DC a los pocos días de lo que se dio en llamar “operación jaque” en la que se rescató a Ingrid Betancourt junto a tres ciudadanos Americanos y once oficiales colombianos que las FARC tenían secuestrados.

El General Ospina fue designado comandante de las fuerzas armadas de Colombia por el presidente Álvaro Uribe Vélez en el año 2002. Es considerado en los ámbitos académicos como el cerebro detrás del “Plan Patriota”, diseñado para enfrentar la actividad terrorista y devolver la paz a Colombia.

EB – Un tema polémico en los últimos tiempos es lo referido al esfuerzo de ciertos grupos intentando mostrar a las FARC como un grupo beligerante. Me gustaría que nos defina claramente ¿Por qué las FARC deben ser consideradas un grupo terrorista?

GO – Las FARC quieren demostrarse como grupo beligerante y representante de una mayoría que los apoya y que supuestamente está deseosa de cambiar Colombia. Pero técnicamente, las FARC son un grupo terrorista porque no movilizan a la población civil. La diferencia entre el insurgente y el terrorista está en la capacidad de movilización. Las FARC han cruzado la línea a partir de la cual la dinámica de los medios es superior a los fines. Impulsados por el narcotráfico sintieron que tenían mucha fuerza, dejaron atrás los fines políticos, se transformaron en terroristas y ahora atacan a la población como única manera de tener un espacio para negociar. A diferencia del insurgente, el terrorista se aísla de la población civil y se radicaliza. Esa radicalización no le permite mantener el contacto con la realidad. Esta última razón explica que hayamos tenido algunos atentados completamente absurdos. En Colombia ya nadie los considera insurgentes ni representantes de ningún conglomerado social.

EB – En una entrevista reciente Ingrid Betancourt dice: “yo siempre seré de izquierda pues uno tiene que estar del lado de la gente que sufre, donde puede hacer la diferencia. […] Las FARC no son la izquierda, sino la extrema derecha de la izquierda de otro tiempo prehistórico”. ¿Qué sensación tiene usted cuando lee reflexiones de esta naturaleza?

GO – Con el paso del tiempo, la izquierda radical va perdiendo contacto con la realidad. Ingrid Betancourt estuvo muchos años fuera de la realidad, dependiendo de unos seres absolutamente ignorantes. Los que la custodiaban, no han ido más allá de leer un discurso en los campos de Colombia donde la gente difícilmente sabe leer o escribir. Por otra parte yo creo que Betancourt nunca había visto de cerca a la gente verdaderamente pobre de Colombia. Los campos y las selvas, son lugares donde abunda la miseria. No es fácil ser testigo de eso. Ella trata de combinar la experiencia vivida con un discurso de izquierda y entonces forma ahí esos conceptos difíciles de entender.

EB: A la hora de analizar la información de las computadoras de Raúl Reyes, Betancourt descarta que se deba hacer algo en cuanto a la conexión entre Hugo Chávez y las FARC, o en cuanto a la conexión entre las FARC y los distintos presidentes de Europa y América Latina que están involucrados.

GO: Respecto de los datos del computador de Raúl Reyes, no queda la menor duda de que los escribió él. Ahora dicen que lo que pase depende mucho de la interpretación que se les de a esos datos. Por eso muchos han querido interpretar esos acercamientos como actitudes humanitarias. Pero lo que esos mensajes prueban en realidad no es eso, sino el aprovechamiento de las actitudes humanitarias para un claro fin político: el apoyo a las FARC.

EB: Existía un plan premeditado para convertir a las FARC en una entidad beligerante y de paso mejorar la imagen de Hugo Chávez, Nicolás Sarkozy, etc.

GO: No conozco demasiado bien las intenciones del presidente Sarkozy. Me parecería un hecho muy grave si se comprobara que a cambio de la liberación de Ingrid Betancourt Francia ha ofrecido declarar a las FARC como grupo beligerante.

He visto que en los periódicos de Colombia hay reacciones contra Ingrid Betancourt, tanto en los artículos como en los comentarios de los lectores. Como colombiano, después de ver todo lo que se hizo por ella, me resulta ilógico que aparezca en Paris dando las gracias a Francia, cuando la única persona que siempre estuvo pendiente de ella fue el presidente Uribe. Cuando nadie se interesaba en ella, es decir antes de convertirse en figura política, el presidente Uribe hablaba con nosotros de que teníamos que encontrar a Ingrid Betancourt. A mí por eso me parece injusto ver cómo se ha portado con nuestro presidente.

EB: Un tema polémico es el de la llamada parapolítica. ¿Es un concepto creado por los políticos para  poner piedras en el camino o es una preocupación legítima?

GO: Hay algunos políticos que resultaron afectados por la parapolítica. Es lógico que los que estén vinculados a ésta terminen en la cárcel, porque han actuado de espaldas a lo que deberían haber hecho. Si ellos propiciaron las acciones de los grupos armados que aparecieron o si han llegado a sus cargos políticos mediante la violencia, tienen que ir a la cárcel. Alrededor de este tema hay todo un frenesí y las FARC lo adoptan como una bandera, cuando en realidad lo que se está haciendo es un acto de justicia para que los responsables respondan por sus actos.

EB: Hoy en día y desde un punto de vista militar ¿Cuál podría ser un buen aliado para Colombia en la región? Quizás hay algún país latinoamericano que pueda tener un papel importante en este proceso de paz y desarrollo económico.

GO: Considero que de por sí esos deberían ser los países de la subregión andina. El intercambio económico entre los países de la subregión juega un papel muy importante. Lo que Colombia ha pretendido obtener de sus vecinos, no es que se involucren directamente en el conflicto sino que por lo menos controlen su territorio. Yo pienso que importa mucho la integración con la subregión primero, y luego con aliados poderosos tales como los Estados Unidos y la Unión Europea.

EB: ¿Por qué le parece que muchos medios extranjeros inventan cosas tales como el rumor difundido por aquella radio suiza que aseguró que la “operación jaque” fue una farsa y que en realidad les habían ofrecido dinero a los guerrilleros?

GO: Yo pienso que esto puede ocurrir por una de tres razones posibles. La primera es la ignorancia, porque hablan sin conocer o se limitan a repetir lo que alguien les dijo. La segunda es porque su corazón está en otro sitio y actúan de mala fe porque sienten que deben apoyar de alguna manera a las FARC. Y como tercera opción, puede ser que se trate de una reacción de rabia. Pienso que uno de esos tres es el caso. Yo estuve varios años en el ejército y conozco bien los procedimientos que se siguen. Los generales que están en funciones en este momento fueron mis subalternos. Los conozco bien a todos y sé la clase de personas que son. Conozco además los procedimientos que siguen ya que aunque nadie me los ha descripto detalladamente, son ellos los que los aprendieron de mí. Está claro que hoy en día ya les han introducido muchas mejoras. Con este comentario no busco atribuirme créditos que no me corresponden, sino que simplemente quiero decir que conozco al ejército de Colombia y sé de qué forma actúa. Si el ejército actuara de mala fe, yo estaría obligado a denunciarlo. Pero conozco el procedimiento y se que ha sido todo lo contrario.

EB: Desde un punto de vista técnico, militar, ¿que tan importante sería garantizar la continuidad de las políticas del presidente Uribe? y además de eso ¿que tan importante sería que sea el mismo presidente Álvaro Uribe Vélez quien protagonice esa continuidad?

GO: Por una parte, importa recordar que las FARC tienen una cara maoísta. El arma principal del maoísmo, es el tiempo. Yo he estudiado muchos conflictos, y tengo la certeza de que por primera vez, el tiempo está jugando en contra de un grupo como las FARC. Usted me consulta por la importancia técnica de las políticas del presidente. Uribe logró derrocar a Mao, porque Mao propone cambiar el balance asimétrico con el paso del tiempo, de manera que un grupo pequeño se pueda convertir en uno grande. En Colombia Uribe ha logrado que pase lo contrario: la gente se ha movilizado en su apoyo y en contra del terrorismo. En Colombia, más allá de la clase política y sus intereses, no existe quien no apoye al presidente Uribe. Todos aquellos que viven en el campo y que han sufrido la violencia, apoyan al presidente Uribe. Un eventual tercer mandato constituye una continuación de todo esto. Está claro que en caso de reelección serían las FARC quienes más se perjudicarían. Al mismo tiempo sabemos que el poder desgasta, tarde que temprano daría inicio un proceso de desgaste y eso podemos comprobarlo en la historia de nuestros libertadores: Simón Bolívar y José de San Martín. Personalmente yo apoyaría una candidatura del presidente Uribe, sin perder de vista que hay que considerar la condición humana tanto del gobernante como de su pueblo.

Lo más importante que ha tenido el presidente Uribe, es la voluntad política. La voluntad política se mide en la capacidad de tomar decisiones difíciles y afrontar los riesgos. Un claro ejemplo de esto se vio en el caso del campamento de Raúl Reyes. Ingresar a territorio Ecuatoriano es una decisión política que sólo toma alguien que está dispuesto a correr riesgos. La voluntad política depende entonces de la voluntad para trabajar y de la capacidad de asumir y afrontar riesgos como el mencionado.

EB: Parte de la estrategia ha sido aislar a las FARC, dificultándoles las comunicaciones y el transporte de provisiones, cosa que antes era fácil.

GO: Sí, es que fíjese que si usted se coloca al lado de una persona, la neutraliza. Por eso, al principio, en Colombia decían que el plan no funcionaba, ya que luego de un año, todavía estaban las FARC y todavía estaban los retenes. Pero luego de dos, tres, cuatro años, si uno se mantiene parado al lado de otra persona, le empieza a cerrar los espacios. Tirofijo (Manuel Marulanda Vélez) el que murió, se refería muchas veces al momento “en que terminara la operación” porque pensaba que la nuestra era una operación de corto plazo. Ya en el año 2003 él decía que si la operación se terminaba, necesitarían unos cuatro años para recuperar lo que tenían. La presión permanente en la selva, el cierre de los espacios, la interrupción de los abastecimientos, el bombardeo permanente y las persecuciones sin pausa, han producido un efecto muy fuerte sobre ellos. En la época del presidente Pastrana, por cada guerrillero que eliminaban, las FARC estaban en condiciones de colocar tres nuevos. Esa situación fue cambiando y hoy en día es exactamente lo contrario, por cada cinco que se van o que los matan pueden recuperar tan sólo uno. Ese es en esencia el cambio que se ha producido y la gente ha comenzado a entenderlo y como consecuencia de eso, la inteligencia ha mejorado mucho. Por ejemplo, la “operación jaque” es la consecuencia de muchos años de estar escuchando a los guerrilleros por radio y de conocer sus procedimientos. Solamente el tiempo puede permitir eso.


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