Johan Norberg es autor de numerosos libros sobre los derechos humanos, la libertad econ�mica y la historia del liberalismo. Su libro In Defense of Global Capitalism (Cato, 2003) recibi� la Medalla de Oro de la Fundaci�n German Hayek y el Premio Anthony Fisher Memorial de la Fundaci�n Atlas. Norberg es miembro asociado (senior fellow) del Centro para la Nueva Europa. Pronunci� esta ponencia en el Retiro 2006 del Club Cato 200. Traducci�n de Mari Carmen Albero.

Pienso en un p�rrafo del libro de Ludwig von Mises Human Action (Acci�n humana) donde dice que la econom�a de mercado no necesita ni de defensores ni de propagandistas. Se puede encontrar el mejor argumento a favor de la econom�a de mercado en el epitafio de Sir Christopher Wren, el arquitecto que construy� la Catedral de San Pablo donde se encuentra enterrado: si monumentum requiris, circumspice (�si buscan un monumento, miren a su alrededor�). Contemplen lo que ha construido. Contemplen su visi�n. Est�n parados en ella ahora mismo.

Pienso que �sa es la mejor defensa que uno puede esperar de la econom�a de mercado: que la gente vea a su alrededor y aprecie las cosas y oportunidades sorprendentes que los empresarios y los negocios le han dado al mundo durante los �ltimos 200 a�os. Basta con que contemplen a su alrededor la salud, riqueza, tecnolog�as, oportunidades y la comida en los platos. �Le habr�a sido posible disfrutar de algo as� a un rey o a una reina hace 200 a�os?

Resulta sorprendente el hecho de que los empresarios e innovadores han convertido aquellos lujos que ni siquiera los reyes pod�an costear en mercanc�as cotidianas que se pueden adquirir a bajo costo en una tienda local. �sa es la mejor defensa del capitalismo.

En muy poco tiempo, el mundo ha experimentado una trasformaci�n radical. Y es de lo que trata mi libro m�s reciente, When Man Created the World (Cuando el hombre cre� el mundo). Lo interesante del caso es que la historia nos muestra que la libertad funciona. Durante los mil a�os de monarqu�a absoluta, feudalismo y esclavitud, el ingreso promedio de la humanidad creci� en cerca del 50 por ciento. Desde 1820, en 180 a�os el ingreso promedio de la humanidad se ha incrementado en casi 1,000 por ciento.

En los �ltimos 100 a�os hemos generado riqueza, reducido la pobreza e incrementado la expectativa de vida m�s que durante los 100,000 a�os previos. Eso ha ocurrido gracias a que gente como ustedes �empresarios, pensadores, creadores, innovadores�, son quienes tienen nuevas ideas, recorren grandes distancias geogr�ficas y �m�s importante aun� distancias mentales para crear cosas nuevas, y son quienes se preocuparon de que las antiguas tradiciones, que habr�an detenido nuevas creaciones, no las detuvieran por mucho tiempo.

�sa es la raz�n por la cual poseemos esta riqueza. Gracias a ello nuestro hijo, que nacer� en enero, tendr� mayores posibilidades de llegar a la edad de jubilarse que las que tuvieron ni�os de �pocas anteriores de llegar a su primer cumplea�os.

Propagaci�n global
En las d�cadas m�s recientes de la globalizaci�n, cuando nuevas oportunidades, tecnolog�as y medios para comunicar y producir se han propagado a todo el mundo hemos atestiguado un fen�meno sorprendente: los pa�ses en v�as de desarrollo est�n creciendo de forma m�s r�pida que los pa�ses m�s ricos del planeta. Nos llev� aproximadamente 40 a�os duplicar nuestro ingreso. En la actualidad, China, la India, Bangladesh y Vietnam lo logran en 10 � 15 a�os. No tienen que esperar para utilizar ideas y tecnolog�as que nos llevaron generaciones en desarrollar. Por ello la pobreza en el mundo ha sido reducida a la mitad en los �ltimos 20 a�os.

Mientras hablo, cada minuto 13 ni�os dejan de trabajar de modo extenuante y de sudar en granjas o f�bricas, y comienzan su educaci�n en las escuelas, para aspirar a una mejor vida en el futuro y para incrementar sus oportunidades.

Y mientras hablo, cada minuto su expectativa de vida aumenta en cerca de 15 segundos, debido al incremento de la riqueza y de las nuevas tecnolog�as m�dicas.

Todo ello depende de los innovadores y los empresarios. El empresario es un explorador que transita por territorios desconocidos y abre nuevas rutas por las que muy pronto todos nosotros viajaremos.

Nada ha existido �desde el principio�. Ni siquiera los recursos naturales son naturales en un sentido significativo, de lo cual muchos gobiernos se han dado cuenta cuando han nacionalizado recursos como petr�leo, gas y otros. Han fracasado al no entender que tambi�n necesitamos de esp�ritu emprendedor: la habilidad de ver c�mo utilizar un recurso y c�mo invertir en el mismo de forma positiva para asegurarnos que se emplee eficientemente.

Los pa�ses de la OPEP crecieron cerca del 4 por ciento anual debido a sus recursos petroleros hasta 1973, cuando la mayor�a de ellos nacionalizaron su industria petrolera. Desde entonces han crecido raqu�ticamente, cerca del 1 por ciento anual.

Hace 50 a�os, un camionero de Carolina del Norte, Malcolm McLean, pens� que deb�a haber una forma m�s eficiente de transportar mercanc�as y componentes alrededor del mundo. En aqu�l entonces la gente descend�a con sus camiones hasta la bah�a. El barco atracaba por cerca de una semana mientras la mano de obra sindicalizada, de forma lenta y constante, cargaba cada piensa individual del cargamento en el barco. Lo mismo suced�a en sentido opuesto en la bah�a de destino.

McLean pens�: ��Y si usara cajas sin ruedas, pusiera todas las mercanc�as en las cajas, las levantara hasta los camiones, las condujera hasta la bah�a y s�lo pusiera las cajas sin abrir en el barco?�

En s�lo una noche McLean cre� el tr�fico moderno de contenedores. Redujo el costo de enviar mercanc�as y componentes a trav�s de los oc�anos en cerca del 97 por ciento. Para nosotros es posible tener un tipo particular de computadora, con componentes de los principales continentes del planeta; la ropa que usamos; la comida en nuestros platos se deben a un hombre y sus sue�os, y a una cultura que no intent� detenerlo, sino al contrario, alent� sus sue�os y su visi�n. S�bitamente alrededor del mundo los pa�ses en desarrollo han empleado su talento y trabajo duro para producir lo que mejor producen, colocarlo en contenedores y enviarlo a alg�n otro lugar.

Pero la tecnolog�a no es suficiente; tambi�n necesitamos libertad para esa nueva tecnolog�a. A menos que los gobiernos se hagan a un lado y permitan a los emprendedores hacer lo suyo, nada de esto ocurrir�. Esto lo sabemos porque existen lugares donde la tecnolog�a moderna no se emplea debido a los reglamentos, la corrupci�n y la intervenci�n gubernamental.

Si ustedes env�an un cami�n cargado de fruta desde Sud�frica a Zimbabwe les costar� m�s en tiempo, sobornos, cuotas del gobierno e impuestos de lo que les costar�a todo el recorrido desde Sud�frica hasta Estados Unidos de ese mismo cami�n de fruta.

Nuestros h�roes

Hay una obra cl�sica de Joseph Campbell, un libro sobre historia cultural El h�roe de las mil caras, sobre h�roes de diferentes culturas. Debido a que Campbell recorri� el mundo al leer libros de otros continentes, pudo ver que existen h�roes en todas las culturas, en todos los libros, en todas las eras. Necesitamos h�roes, pues estos dicen algo sobre lo que son nuestros valores, qu� es bueno, qu� es grandioso, qu� es malo, por qu� debemos luchar y qu� es lo que debemos evitar.

Campbell vio un patr�n com�n. Pens� que en la mayor�a de las culturas y �pocas el mismo tipo de hechos son vistos como heroicos.

Algo grandioso ocurre y nuestro h�roe es forzado a emprender una traves�a para combatir enemigos hostiles, contra toda probabilidad, con carencias en su conocimiento sobre qu� hacer, cu�ndo y c�mo hacerlo. Pero a lo largo del camino se hace de amigos que lo ayudan, le dan conocimientos y lo inspiran para hacer lo correcto.

Piensen de nuevo en esa traves�a heroica y en la persona de la que acabo de hablar: gente como usted, pensadores, innovadores, emprendedores. �Qu� es lo que hace posible que podamos comprar equipo y mercanc�as provenientes del otro lado del mundo? Los emprendedores se enfrentan a las antiguas tradiciones, a obst�culos pol�ticos; pero tambi�n tienen amigos: gente con acceso a capital, al conocimiento, a otros negocios. Si tienen suerte, los emprendedores triunfan. Si no, aprenden algo nuevo, lo hacen incluso mejor la pr�xima vez, y traen a la comunidad algo nuevo que cambiar� sus vidas para siempre.

�sa es una gesta heroica. El emprendedor es el h�roe de nuestro mundo. En realidad no necesitamos de los Frodos, los Luke Skywalker o las Buffys Cazavampiros. Tenemos a los Malcolm McLean del mundo.

Pero como todos ustedes saben, en realidad no es as� como popularmente se concibe a los capitalistas y empresarios hoy d�a. Si van a ver una pel�cula hollywoodense promedio, el h�roe es alguien bastante diferente.

Los cient�ficos y los capitalistas son los enemigos en la mayor�a de las producciones de Hollywood: eso resulta un tanto ir�nico, pues no tendr�amos tecnolog�a cinematogr�fica si no hubiera cient�ficos ni tampoco industria f�lmica si no fuera por los capitalistas. Aun as� se les presenta como villanos.

Algunos �globalif�bicos� y gente opuesta al libre mercado actualmente son asesores bien pagados, que se sientan en los consejos de grandes compa��as y les dicen que aquello a lo que se dedican en realidad es algo malo y que deben adoptar una mucha mayor responsabilidad social corporativa. En sus palabras, la responsabilidad social corporativa significa que lo que hasta la fecha han hecho no es social. No basta con crear bienes, servicios y tecnolog�as que incrementen nuestras expectativas de vida y salven las vidas de nuestros ni�os. No, usted necesita hacer algo m�s. Una vez lograda su ganancia, usted necesita reponerle algo a la sociedad.

�Reponerle algo a la sociedad? �Como si los empresarios y capitalistas le hubiesen robado algo que le pertenec�a a la sociedad y debieran regres�rselo!

La ganancia no es algo de lo cual se deba de pedir disculpas. Las ganancias son prueba de que el capitalismo le ha dado algo a la sociedad que �sta aprecia m�s que la riqueza material que le ha dado al hombre de negocios.

He de enfatizar que los empresarios jam�s deben agradecerle a una sociedad por otorgarles la licencia para actuar, so�ar, innovar y crear. Creo que nosotros, la sociedad, debemos agradecer a los empresarios y a los hombres de negocios lo que ellos hacen. Los empresarios son los h�roes de nuestro mundo: a pesar de los riesgos, el trabajo duro, la hostilidad de la sociedad, la envidia de los vecinos y los reglamentos gubernamentales, siguen creando, siguen produciendo y comerciando. Sin ellos nada habr�a en el mundo.

La magia sigue viva

El soci�logo alem�n Max Weber pensaba que el mundo moderno experiment� una desmitificaci�n que result� muy problem�tica. No quedaba nada de magia en el mundo ante la ciencia que explicaba todo: la vida, la naturaleza, la enfermedad.

Me va usted a perdonar, pero �no hay magia? Eso es absurdo. Yo llegu� aqu� volando. En 1901 o�mos de un versado expositor que dijo que eso era imposible: Nosotros no podr�amos volar, no ser�amos capaces de realizar tal haza�a en por lo menos otros 50 a�os. Ese comentarista fue Wilbur Wright, uno de los hermanos Wright, quien dos a�os despu�s logr� el primer vuelo, pues �l deseaba explorar. Se arriesg� y lo hizo posible. Eso es magia.

Tengo en mi computadora mayor capacidad de c�mputo que la que exist�a en la mayor�a de los pa�ses hace 40 a�os. Mis pensamientos se convierten en unos y ceros, los cuales son transmitidos a trav�s de fibras �pticas, cables �pticos de vidrio, tan delgados como un cabello, que despu�s van hasta el otro lado del planeta en una d�cima de segundo. Con pulsar una vez el rat�n puedo solicitar casi cualquier tipo de conocimiento existente en casi cualquier parte del mundo.

Por encima de nosotros hay sat�lites que gu�an nuestra navegaci�n y por debajo, robots que extraen metal de las rocas. Hemos viajado hacia el espacio exterior y le�do el c�digo gen�tico de nuestro interior. Hemos derrotado el hambre y las enfermedades. As� que he de decirle: vivimos en un mundo encantado, un mundo m�gico, y lo es m�s porque los creadores y los innovadores lo han hecho as�.

Ah� est� la visi�n; ah� la inteligencia, la ingenuidad y el trabajo duro en cada bien, en cada servicio, en cada tecnolog�a que usamos todos los d�as. Y apenas estamos comenzando: en la actualidad hay m�s cient�ficos de los que han existido en todas las �pocas anteriores combinadas.

Imaginen aquello que los individuos libres y los creadores pueden hacer con los nuevos adelantos en nanotecnolog�a, biotecnolog�a y rob�tica. Estoy seguro de que nos sorprender� tanto como el volar y las computadoras habr�an sorprendido a nuestros ancestros. Si la gente da por hecho todo esto se debe �nicamente a que nuestra vida cotidiana se ha vuelto fant�stica.

El pozo de la libertad

Conocen el antiguo proverbio: �El que ha satisfecho su sed le da la espalda al pozo.� Bueno, por ello nos reunimos y es por lo que compartimos este almuerzo. Por ello trabajamos y por ello peleamos: para recordarle a la gente aqu�l pozo de la libertad y del individualismo, para evitar que dicho pozo se seque y recordarles las razones por las que m�s gente vive vidas m�s ricas y m�s largas que nunca antes, en pa�ses que son m�s libres que nunca.

Al final de una charla tradicionalmente se agradece para indicar el final de la charla; lo hago cuando hablo ante �globalif�bicos�, marxistas y dem�s. Pero en esta ocasi�n en verdad expreso lo que siento.

Debo agradecerles por crear este mundo fant�stico. Asimismo les agradezco profundamente su apoyo a las ideas que lo hacen posible.