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“Hay orates econmicos que afirman que la crisis de la construccin de vivienda se debe a errores del mercado! y que por tanto el gobierno debe entrar al rescate de constructoras e inmobiliarias. Qu terrible or a semejantes burros.”
Godofredo Rivera
DOMINGO, 26 DE MAYO DE 2013
Comments Esta burrada econmica persiste no slo en Mxico sino en el resto del mundo. Ahora que la industria mexicana de la construccin en Mxico ha registrado nmeros rojos y e importantes prdidas en el mercado de capitales (si el lector quiere informarse ms le doy este enlace), surgen voces exigiendo que el gobierno emprenda nuevamente grandes proyectos de construccin de infraestructura y vivienda. Si fuera as, entonces el keynesianismo (mesianismo econmico) no llevara a las quiebras financieras de los gobiernos como ha ocurrido (enormes cantidades de gasto pblico que van a parar a proyectos inmobiliarios no rentables y/o a grandes obras -elefantes blancos- sin la necesaria rentabilidad social). Es cierto, cuando las economas crecen, la industria de la construccin lo hace tambin de manera importante. No cabe duda de que es un importante sector de toda economa. No obstante lo anterior, la mayora de las constructoras tienen una dependencia enfermiza de los contratos gubernamentales. Cualquier empresario competente sabe muy bien que los ingresos de cualquier negocio deben estar bien diversificados, jams depender de un slo cliente, empresa o instancia gubernamental. Lamentablemente los gobiernos mexicanos (y ello incluye a los sexenios panistas, en especial el de Caldern) han asumido que ellos deben ser hada madrina (parafraseando al profesor Damm) y dotar a cada uno de los mexicanos de vivienda. Quin en su sano juicio se opone a que cualquier mexicano pueda ser propietario de su vivienda? Nadie. S, pero ello debe estar en funcin de su talento, de su ahorro, de su trabajo duro, jams en funcin de la ddiva y limosna gubernamentales (tasas de crdito subsidiadas y subsidios directos a la compra de vivienda). Cuando los gobiernos se proponen dotar de vivienda a todo mundo, lo nico que logran es la expansin de proyectos inmobiliarios que en el futuro no encontrarn compradores, que en el futuro lo nico que encontrarn es la quiebra financiera. Slo recordar la crisis inmobiliaria de EU y Espaa que tienen en la virtual quiebra a sus gobiernos y a numerosos particulares. Y lo peor, hay orates econmicos que afirman que la crisis de la construccin de vivienda (mucha oferta disponible sin compradores potenciales, construcciones alejadas de la ciudad, alejadas de cualquier servicio bsico urbano como transporte y comercio) se debe a errores del mercado y por tanto el gobierno debe entrar al rescate de constructoras e inmobiliarias (qu bonita forma de sacar su corazoncito keynesiano-marxista). Qu terrible or a semejantes burros. Que se entienda de una vez por todas, la enorme mayora de las crisis inmobiliarias tienen su origen en la planificacin central gubernamental. Burcratas desde un escritorio decidiendo a dnde construir, qu tipo y nmero de casas edificar y a qu tasas pagar los crditos hipotecarios (hasta el estilo de arquitectura quieren imponer). Esta planificacin central al estilo socialista es el origen de las hipotecarias gubernamentales de la mayora del mundo y cuyas polticas terminan por provocar una burbuja inmobiliaria que luego revienta y lleva a medio mundo a la quiebra, incluidos bancos y constructoras. La expansin artificial de la construccin de vivienda -va el subsidio gubernamental- slo beneficia a grandes constructoras que viven de la ubre gubernamental. Ahora estn chillando y ya le piden a Pea Nieto que reactive el populismo de vivienda que ha caracterizado a las ltimas administraciones. Las constructoras deben aprender su leccin, vivir de la ubre gubernamental las lleva irremediablemente a la quiebra. Todo gasto en infraestructura est slo justificado si se generan externalidades positivas y hay rentabilidad social (que los beneficios sociales sean mayores a los costos, que el gasto pblico sea verdaderamente de inversin que lleve a la recuperacin de lo gastado). Gastar por gastar creyendo en el efecto multiplicador es una irresponsabilidad fiscal que trae como consecuencia la inmediata quiebra de las finanzas pblicas. El gasto gubernamental es un costo y no debe cuantificarse jams como un beneficio. Es una dura realidad econmica que no quieren reconocer la mayora de los polticos. La cruda realidad inmobiliaria ah est. De burradas y burradas econmicas, mejor una pequea cucharada de conocimiento que nos aleje de las tarugadas.
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