Las elecciones presidenciales que, para cuando este escrito emerja deben estar decididas, pasarán a la historia como el evento más alejado de la lógica y la razón política. México nunca había tenido un menú de tantas contrariedades y, sea cual fuere el resultado, sus lecciones, de grandes consecuencias, no se deben archivar. Los mexicanos coquetearon—y tal vez lo ejecutaron—con el regreso del timón a los capitanes de las viejas travesías.

Si el evento nos sirve el regreso de los PILS de Cabral, como todo lo indica, una posible consecuencia es el inicio de una algo que ya cobra proporciones de movimiento mundial; el separatismo de diferentes regiones nacionales. Uno de los grandes secretos de la historia, es que la independencia de Texas fue iniciada, no por los filibusteros gringos, sino  por mexicanos opuestos a las políticas centralistas de Santana, quien asesinaba el federalismo ganado en la independencia a sangre y fuego.

Otro mito similar, es que la guerra civil de los EU explotó para liberar a sus esclavos siendo que, en realidad, fue un movimiento constitucional de los estados  sureños para lograr su autonomía de la Unión, inconformes con la concentración de poder que Lincoln iniciaba a nivel federal. La chispa que prendiera la mecha, fue la negación de parte del gobierno central para el establecimiento de una zona de libre comercio en el estado de Alabama.

Hace unos días, Cataluña le dijo sí a su estatuto autonómico en España y hace unas semanas, Montenegro se independizó de Serbia y ambas repúblicas dejaron atrás las cadenas comunistas de Yugoslavia. Pero sin ir lejos, Santa Cruz, en Bolivia, irá por un referéndum autonomista el próximo mes con grandes posibilidades de lograrlo, sacudiéndose así las pendejadas del analfabeto Evo Morales.

Hace dos años, en Perú, Puno reclamó su autonomía gracias a la iniciativa de su presidente regional, pero sus congresistas aprobaron una ley que le da sólo una migaja de su reclamada libertad. El nuevo mapa político dividido entre costa y sierra a favor de García y Humala respectivamente, es solo el agotamiento del modelo estatista encarnado desde el neoliberalismo hasta el nacionalismo, socialismo y mercantilismo de las últimas décadas, que está provocando reivindicaciones regionales con sabor autonomista.

En los EU, los liberales han escogido al estado de New Hampshire como su guarida y lo están cincelando como el primer estado autónomo, cortando las cadenas de la represión federal. Han bautizado su movimiento como "Free State Project" y su objetivo es, siguiendo los linderos de la constitución, el establecimiento de un gobierno liberal que sólo se dedique a proteger vida, libertad y propiedad.

La caída del muro de Berlín, fue no solamente el símbolo de la muerte del comunismo. Fue la derrota del sistema mundial nación—estado y el triunfo de la eficiencia de los mercados. Con ello finalizaba un periodo de 200 años iniciado con la Revolución Francesa, impulsora original de los hercúleos  gobiernos nacionales. Ahora la tecnología y la gente harta del estatismo le dan el tiro de gracia y el estado, al igual que la iglesia medieval, tiene ya su sentencia de muerte. La magnitud de su agonía dependerá de cada región y el carácter de sus habitantes.

Ante ello, a los liberales se nos presenta la oportunidad de llevar a la práctica nuestras ideas como propone el economista, Hans Hermann-Hoppe. Un grupo de ellos, miembros de la Conferencia Liberal Hispanoamericana, se reúnen estos días preparado la I Conferencia Internacional sobre Autonomía y Libertad a realizarse el mes de septiembre en Guayaquil, Ecuador.

Esta convocatoria tiene por objeto analizar los procesos de autonomía que han seguido regiones en algunos países del mundo, pero sobre todo, evaluar los atractivos de los grados de libertad en lugares como Hong Kong, Qatar, Singapur, las zonas libres e China etc. Con ello se pretende demostrar, cómo múltiples regiones de los países son diferentes y no se deben calibrar con la misma medida y, sobre todo, el centralismo en la política ya no es tolerable y se dirige a su extinción.

Si el autonomismo ha llevado la prosperidad a regiones como Mónaco, Andorra, San Marino, Singapur, y Hong Kong, ¿por qué no planteamos algo similar para regiones en otros países? Afirma Hermann Hoppe que cuando más pequeño es un territorio, más presión hay por adoptar el libre mercado con sus libertades políticas. Así como los habitantes de Cataluña, Santa Cruz y Montenegro nos dan una importante lección, igual deberíamos llevar esa esperanza liberal a regiones olvidadas por el centralismo estatista.

Pero la prueba de fuego de este movimiento se estará dando en la guarida del lobo. Los residentes del estado venezolano de Zulia, en Venezuela, han iniciado un movimiento conocido como "Rumbo Propio" y se preparan para enfrentar los arrebatos de Hugo Chávez. Los zulianos se presentan así:

¿Ya sufriste un asalto este mes?

"La inseguridad reina en todas partes. ¿Por qué los Gobiernos no pueden con algo tan básico como seguridad y justicia? Simple: porque se ocupan tratando de mecanizar la economía, de ofrecer educación, medicina, vivienda, cajas de previsión, cultura y miles de asuntos que exceden el marco de competencia del Estado. El pretender abarcar todo se llama estatismo; y ello causa el gran caos, desorden, pobreza y corrupción. Lo opuesto es el Gobierno robusto pero limitado, típico del capitalismo liberal."

¿Qué es Rumbo Propio?

"Un movimiento político de afirmación regionalista, cuyo objetivo es el desarrollo integral del Zulia mediante el capitalismo liberal -único sistema idóneo a ese fin- a partir de la "aprobación plebiscitaria" de un Estatuto Autonómico en la región."

"Nuestra autonomía es más que autogobierno pero no es independencia o secesión. Tampoco equivale a autosuficiencia económica: Promueve el bienestar de los zulianos plenamente integrados en la economía global. Para ello no se requieren tratados engañosos tipo ALCA o Mercosur, sino decretar los principios históricos de libre comercio e intercambio, que llevaron a las naciones desarrolladas a ser ricas."

"Rumbo Propio es un movimiento político y da la bienvenida a otros similares en América latina que, inspirados en los mismos principios; Federalismo, autonomía y libertad, busquen el mejorar sus vidas."

Su liberalismo nos enseña el orden y la eficiencia de los mercados libres y voluntarios. El desorden, el conflicto, la ineficiencia de la coerción y el intervencionismo. ¿No será hora de cambiar el famoso dicho mexicano: "El norte trabaja, el centro piensa y el sur descansa?"¿Otra más de mis locuras? Eso se pensaba en Yugoslavia hace diez años.