Sin contrincantes que le disputaran el puesto, José Miguel Insulza fue reelegido el 24 de marzo secretario general de la OEA, por un nuevo período de cinco años. ¿Es que acaso ese personaje, que el 27 de noviembre de 2006 se declaró en Madrid admirador de Fidel Castro, no demostró falta total de voluntad para promover y defender la democracia representativa y los derechos humanos durante su primer mandato?
Dada la relevancia del cargo que desempeña Insulza en la OEA y del papel que personal e institucionalmente está jugando en el conflicto hondureño, es importante saber quién es ese personaje, más allá de su biografía oficial, para así formarnos un juicio sobre su parcialidad o imparcialidad en el asunto.