«Gran sabiduría. Paz. Desarrollo económico, político, social y cultural. Legado de suma importancia.» Preguntaron en el radio a Alberto Anaya, del PT, por qué declarar algo así. Respondió, entre otras cosas: «Norcorea nunca nos ha invadido ni nos quitó la mitad del territorio.»
El Partido del Trabajo lamentó la muerte del sátrapa de Corea del Norte, y en la misma semana en que murió el segundo monarca de esa dinastía rete popular y harto proletaria murió el grandioso liberal checo Vaclav Havel. El PT no publicó una condolencia.