Todavía nos falta un buen tramo para salir a flote, entendiendo por ello volver a estar como estábamos antes de que se iniciara la debacle, que inició con la cancelación de la construcción del NAICM en Texcoco, en octubre de 2018.
En términos generales los números confirman que, en muchos casos, ya tocamos fondo y ya estamos nadando hacia la superficie. La pregunta es cuánto tardaremos en salir a flote.
Los resultados de junio del sector manufacturero nos permiten afirmar que, en materia de personal ocupado, se tocó fondo, dejamos de hundirnos y que, en materia de horas trabajas y remuneraciones medias reales, empezamos a emerger.
El que en junio, en términos mensuales, haya aparecido, después de cuatro meses de no haberlo hecho, el crecimiento, aunque haya sido obra del “efecto rebote”, es una buena noticia.
Al analizar los resultados de mayo, que en términos generales fueron menos malos que los de abril, hay que tener en cuenta que los de abril fueron tan malos que lograr resultados menos malos fue relativamente fácil.
En mayo, comparando con abril, los resultados en materia de actividad industrial, turismo, comercio exterior y sector manufacturero fueron, en termos generales, menos malos.
Sumamos ya dos meses consecutivos, mayo y junio, con una menor pérdida de puestos de trabajo en el sector formal de la economía, y la pérdida de junio fue la menor desde que, en marzo, empezaron a perderse.
En mayo, con relación a abril, los resultados en materia de actividad industrial, turismo y comercio exterior, tanto por el lado de las exportaciones como de las importaciones, fueron menos malos.