Vivimos una era de grandes avances que hace unos cuantos años nos hubieran parecido sueños imposibles. Pero también una era de grandes turbulencias que los responsables de provocarlas lo han hecho con una perversa inteligencia.
Si va a reducir impuestos, si no va a aumentar la deuda, si no va a vender activos, y si no puede recurrir a la producción de dinero para financiar gasto, ¿de dónde va a sacar AMLO el dinero para gastar más?
A ver si ahora no se piensa bueno y legítimo que, en adelante, el Estado y sus políticos le impongan toda suerte de restricciones e intervenciones a la economía digital.