El pasado 15 de septiembre, día en que celebramos la independencia de México, sucedieron eventos especiales que vale la pena comentar y tal vez pudiéramos ligarlos en este nuevo entarimado mundial en el cual todo está conectado. Y también aprovecho la oportunidad para, una vez más, señalar y repetir las intervenciones traicioneras y constantes de Obama en su lucha contra el presidente Trump a quien pretende sacar de la Casa Blanca.

Antier, la científica china Li-Meng Yan, recién escapada de las garras de su país, fue la primera voz en denunciar de forma asertiva y con evidencias que el virus que nos ha tenido postrados fue creado por el gobierno chino y deliberadamente lo ha flotado por el mundo, porque, como también afirma, al gobierno chino no le importa masacrar 10 o 20 millones de gente para lograr su propósito, detener a los EU y, en especial, a Trump. Denuncia, también, cómo otro de sus científicos al momento de, inocentemente, creer era solo un error del laboratorio, de inmediato contactó a las autoridades informándoles del peligro que representaba, misteriosamente desapareció y días después se reportaba su muerte. Ella tuvo que ejecutar una escapada estilo James Bond, empacando una maleta con sus documentos y su pasaporte para, de forma increíble, abordar un vuelo de Cathay Pacific de Hong Kong a EU evitando las revisiones.

También, ese día el presidente Trump celebraba una histórica reunión en la casa blanca en la cual se firmaba un acuerdo entre Israel y el primer grupo de países árabes, para establecer relaciones diplomáticas abriendo una avenida verdaderamente diferente para lograr la paz permanente en esa región del mundo tan afectada por las guerras. Se espera que en las próximas semanas se sume a este acuerdo el resto del mundo árabe neutralizando las acciones de Irán que ha estado apoyando a Siria para continuar la guerra. Este ha sido un evento tan especial que, voces muy importantes, piden el premio nobel de la paz para el presidente de EU ante el horror de los demócratas.

Pero, cuando el medio oriente ve un horizonte de paz, en EU se cocina una guerra que puede llegar a destruirlo con un partido demócrata decidido a que, cueste lo que cueste, va a evitar la reelección de Trump. Ayer, también, la candidata a la vicepresidencia Kamala Harris, afirmaba que en la “administración Harris” las cosas serían muy diferentes. De esa forma se confirma lo que ha sido un rumor; si llegara a la presidencia Joe Biden es y será un monigote del verdadero poder que ya se prepara para la guerra sucia que se provocará en la elección ya en puerta. Y, es ya una seria posibilidad que, si llegara a ser instalado como presidente, firme su renuncia por motivos de salud y EU podría tener su primera mujer presidente, marxista, dispuesta a ejecutar el plan de gobierno que fue preparado por Bernie Sanders.

Pero ¿Cuál es el plan para que el EP pueda lograr su propósito diabólico de la destrucción de los EU?

Es un intento verdaderamente maquiavélico en el cual, el asesino político estrella de los demócratas, Norman Eisen, un hombre poco conocido, brillante abogado que lo conectan fuertes ligas a Barack Obama. Quien fuera el cerebro del frustrado golpe de estado para destruir la presidencia de Trump, e inclusive, fue el redactor de todos los artículos para el desaforo. Pero, su especialidad más valiosa es planear, organizar y ejecutar acciones para derrocar cabezas de estado sin tener que acudir a las viejas maniobras militares tan populares en América Latina. Ellos diferencian sus estrategias de los golpes gorilescos de antaño, y las definen como derrocamientos “civilizados sin violencia” pero son igualmente efectivos. El más reciente fue ejecutado en Ucrania cuando este hombre radicaba en Europa como embajador en la República Checa y asesoró a los golpistas.

El plan se inicia inmediatamente después de una elección para, primero, mediante ingeniería política crear un ambiente de fraude electoral apoyado por la media y la burocracia rancia que ellos controlan. En un segundo paso, proceden a establecer cientos de demandas por todo el país ejecutadas por un ejército de abogados sin escrúpulos, diestros y expertos en ese tipo de acciones. Y, cuando, el horno está listo, en un tercer paso, sueltan sus perros rabiosos expertos en ataques urbanos como Antifa y BLM, para llevar los países al abismo de anarquía con sus saqueos, ataques, emboscadas, que fácilmente se pueden convertir en guerra civil, hasta que el blanco establecido abandone su territorio que ellos pasan a ocupar.

Estos planes normalmente son ejecutados por las agencias de inteligencia, especialmente la NSA y la CIA, fuera de los EU, pero, desde la victoria de Trump los han utilizado dentro del país para destruir su presidencia. Un caso clásico fue la forma en que destruyeron la vida del Gral. Michael Flynn, recién nombrado asesor por el presidente Trump. Sin embargo, repito que estos planes tradicionalmente han sido siempre ejecutados en el extranjero y totalmente controlados por sus agentes. Pero, ahora se preparan, bajo el comando de Barack Obama, nuevo líder de la guerrilla urbana, para, una vez más, dirigir todas sus infernales acciones para evitar que la presidencia de Trump continúe por otros cuatro años. Esto ubica al país ante algo que podría ser una guerra civil peor que la del siglo 19.

¿Cómo tratarán de que funcione este nuevo atentado contra Trump?

Esta especialidad para destruir líderes que no son del gusto del EP, se conoce como “Revolución de Color”, una sociedad entre burócratas de carrera, organizaciones no gubernamentales, la media socialista. Un ejemplo es cómo el grupo de Soros Transition Integrity Projet, ha estado practicando “juegos de guerra” en el escenario de una elección disputada, luego pasar a provocar el caos para que Trump la acepte y deje el poder. Su ejecutor, Norman Eisen, es quien implementó el plan para demandar al presidente, paralizar el gobierno y enviar a sus aliados a la bancarrota. Fue quien escribió los artículos del desaforo “un mes antes de la llamada de Trump al presidente de Ucrania motivo del desaforo”, fue quien aconsejó a Ucrania en el desaforo de su presidente, ha creado un web para atacar a líderes mundiales y un manual para provocar masivas movilizaciones por injusticia racial y luego declarar elecciones nulas.

Es decir, no hay alguien más sobre la faz de la tierra con mejores credenciales y condecoraciones para destruir a Donald Trump, que este sabio diabólico pues es el único que aprendió este maquiavélico proceso de su creador, Gene Sharp, quien fue cerebro de estos golpes de estado no violentos por todo el mundo durante muchos años. El solitario profeta que hoy día, además de Eisen, es el héroe de la izquierda sedienta de sangre y ahora piden la del presidente Donald Trump.

Y esto es lo que le espera a Trump en estas elecciones y necesita ayuda.