En las elecciones pasadas, ¿perdió la izquierda? La primera respuesta que se le ocurre a la mayoría es afirmativa: dado que López Obrador no ganó la Presidencia de la República, en lo que a encabezar el Poder Ejecutivo Federal respecta, la izquierda perdió, lo cual no quiere decir que lo hay perdido todo, por el contrario: en las elecciones pasadas la izquierda avanzó como nunca antes lo había hecho y ello, de entrada, por seis razones. Primera: por el porcentaje de votos que obtuvo para la Presidencia de la República, 35.31 por ciento, por mucho el más elevado de su historia electoral (en el 2000 obtuvo el 18.6 por ciento). Segunda: por el porcentaje de votos que obtuvo para diputados federales, 32.00 por ciento, el más elevado de su historia electoral. Tercera: por el porcentaje de votos que obtuvo para senadores, 28.12 por ciento, el más elevado de su historia electoral. A partir del próximo 1 de diciembre la izquierda será, en el Congreso de la Unión, por debajo del PAN y por arriba del PRI, por primera vez en su historia, la segunda fuerza política. Cuarta: por el triunfo del candidato de la izquierda, con el 47.05 por ciento de los votos, en la elección para Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Quinta: por la cantidad de delegaciones que, en la Ciudad de México, ganó la izquierda, catorce de dieciséis, el 87.5 por ciento.  Sexta: por la cantidad de distrititos electorales, 37 de 41, el 90.2 por ciento, que encabezó la izquierda en la elección de diputados, de mayoría relativa, a la Asamblea del Distrito Federal.

En las elecciones del 2 de julio, ¿perdió la izquierda? Para responder correctamente hay que distinguir, primero, entre la elección presidencial y el resto de las elecciones y, segundo, entre el triunfo absoluto y el avance relativo. En lo referente a la elección de Jefe de Gobierno, jefes delegacionales y diputados locales, de la Ciudad de México, la izquierda obtuvo triunfos absolutos. En lo que toca a diputados federales y senadores la izquierda no obtuvo un triunfo absoluto, pero sí registró un importante avance relativo, comparando los resultados de la última elección con los de elecciones anteriores. Por último, respecto a la Presidencia de la República, si bien es cierto que el candidato de la izquierda no ganó (no obtuvo un triunfo absoluto), si registró un avance relativo muy importante, en dos sentidos. Uno, el ya dicho: nunca antes la izquierda había obtenido, en una elección presidencial, el porcentaje de votos que obtuvo en ésta y, dos, nunca antes había estado tan cerca del ganador: 0.59 por ciento del total de los votos (si bien es cierto que la diferencia entre los votos a favor del PAN – 15,284,000 - y aquellos que favorecieron a la izquierda – 14,756,350 -, fue del 3.57 por ciento).

Llegados a este punto hay que recordar que, como lo expresó en su momento David Hume, el filósofo escocés del siglo XVIII, los propio del ser humano es estar gobernado por leyes, no por hombres (afirmación con la cual, sobre todo si se está a favor del Estado de Derecho, se debe estar de acuerdo), lo cual deja ver la importancia que, en la tarea de gobernar, tiene, no tanto el Poder Ejecutivo, sino el Legislativo, poder en el cual, sobre todo a nivel Federal, la izquierda tendrá, a partir del próximo 1 de diciembre, una presencia importante, como nunca antes la tuvo.

Después de todo lo dicho, cuál es la respuesta correcta a la pregunta ¿perdió la izquierda?

Antes de terminar esta primera entrega, una aclaración: la izquierda a la que hago referencia en este escrito es, obviamente, la perredista y demás partidos coaligados, que, evidentemente, no es la única.