Después de una recesión la recuperación del crecimiento se da en dos etapas. Primera: recuperación del crecimiento en términos mensuales, comparando un mes con el mes anterior. Segunda: recuperación en términos anuales, comparando un mes con el mismo mes del año anterior.

En términos mensuales, después de cuatro meses de decrecimiento (febrero, marzo, abril y mayo de 2020), la actividad industrial suma diez meses de crecimiento (de junio de 2020 a marzo de 2021), cumpliéndose la primera etapa de la recuperación: la recuperación del crecimiento en términos mensuales.

En términos anuales, después de veinticuatro meses de decrecimiento (de marzo de 2019 a febrero de 2021), en marzo pasado la actividad industrial creció 1.5 por ciento, cumpliéndose la segunda etapa en el camino de la recuperación: la recuperación del crecimiento en términos anuales, siendo la actividad industrial el primer grupo de actividades económicas que lo logra.

Sin embargo, el nivel de la actividad industrial en marzo pasado fue similar al que se alcanzó en  junio de 2013, lo cual nos da una idea del efecto de la recesión sobre este tipo de actividades, y todo lo que falta para recuperar los niveles que teníamos en 2018, antes de que, en 2019, antes de la aparición del Efecto Covid-19, y consecuencia del Efecto 4T, se iniciara, en términos anuales, el decrecimiento de la actividad industrial.

La actividad industrial está compuesta por la minería; la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ducto al consumidor final; la construcción; la industria manufacturera, con comportamientos distintos.

En términos anuales, en marzo, la actividad industrial creció, en conjunto, 1.5 por ciento. La minería decreció 2.1; la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ducto al consumidor final decreció 3.1; la construcción decreció 5.6; las industrias manufactureras crecieron 5.5 por ciento. De las cuatro ramas en las que se divide la actividad industrial, tres decrecieron y solo una creció.

Si de los grupos de actividades industriales pasamos a actividades concretas, encontramos enormes diferencias. Durante el primer trimestre del año, comparando con el primero del año pasado, la fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón creció 28.3 por ciento (la de mayor crecimiento), al tiempo que la fabricación de prendas de vestir decreció 20.9 por ciento (la de mayor decrecimiento).

La actividad industrial (actividades secundarias), aporta el 31.7 por ciento de la producción total del país, mientras que las actividades primarias (agricultura, ganadería, silvicultura, pesca, etc.), contribuyen con el 4.7, y las terciarias (los servicios), con el 63.6 por ciento.