¿Alguien sabe quiénes son los dueños de las corporaciones más grandes del mundo? Esas compañías con valores superiores a cientos de billones como GE, IBM, GM, Ford, Boeing, las petroleras, etc. Si alguien investiga se dará cuenta pertenecen a fondos de inversión que manejan billones y, sumando los principales, hablamos de muchos trillones de dólares que sospechosamente se aproximan al PIB de muchos países. También, se dará cuenta que son anónimos establecidos en paraísos fiscales no tan populares como los obvios. Además, la mayoría son contratistas del Pentágono como GE, GM, Ford, etc. Es decir, miembros del Complexo Militar-Industrial. Si espulga un poco más, se dará cuenta que todos, incluyendo los fondos, llegan a un destino que, si no se puede penetrar, se puede percibir el olor a NWO y, sobre todo, la desagradable aroma pestilente del FED.  

Los científicos políticos y monetarios continúan gritando porras para elevar el mérito del FED y, aun entre los más enterados, ha surgido un acto de fe con el que nos quieren convencer de que la vida económica no podría existir sin la magia de este organismo que la ha mantenido, resuelto sus problemas, impulsado, etc. La creatura nacida en 1913 ha bufado y destruido sobre el panorama mundial desde esa fecha. Pero, si realmente queremos saber si es una creatura benevolente o una bestia depredadora, solo tenemos que asomarnos un poco a su pasado. Después de esa prueba, entenderemos y veremos que lo que ha hecho lo continuará haciendo. Y, citando la Biblia; “el árbol será conocido por los frutos que produce”. Entonces, vamos examinando su cosecha. 

La idea de poder crear prosperidad solo creando dinero siempre ha fascinado a los políticos y empresarios estatistas, pero nunca como la forma en que lo establecieran y lo pusieran en boga durante la segunda mitad del siglo 19. EU se había convertido a la religión del Toque de Midas, una compulsión para convertir todo en cash con la magia de los bancos. En los comercios y otras actividades los cheques personales se aceptaban como si fueran billetes emitidos por los bancos, solo agregando los números a su chequera que les permitían los préstamos que pudieran conseguir. El maná del dinero barato se había convertido en el grito universal y, mientras más fácil fuera conseguir ese maná, más escandaloso se hacia el grito y decrecía el deseo de la gente de luchar en los mercados para conseguirlo.

En esa era la filosofía de moda la expresaba Jay Cooke, admirado emprendedor, publicando algunos panfletos con títulos sugerentes: “Cómo nuestra deuda Nacional puede ser una bendición” o, “La Deuda es Riqueza Pública, Unión Política, Protección Industrial”. Y, preguntaba “¿Por qué esta gran nación debe ser aturdida y limitada al enanismo? Sus actividades congeladas, su misma sangre de vida atacada y perjudicada por esas miserables teorías de “monedas duras” que ya pertenecen al pasado”. Pero, sucedía el aturdimiento y el enanismo nacional se presentaban, no por las odiadas teorías del dinero duro del pasado, sino por la borrachera sin control de esas inyecciones de dinero en el presente. La firma de inversión de Cooke desaparecía acompañada por el surgimiento del pánico de 1873. Alguien escribiría su epitafio titulado:

“Nuevos Cazadores Jóvenes Operando por toda la Nación”:

“Todos los grandes y piadosos bancos del mundo occidental han caído con la fuerza de este tornado. Los intermediarios aliados, bancos nacionales y regionales y unas 5,000 casas comerciales los han seguido hacia el abismo de la quiebra. En Wall Street diariamente se anuncia una suspensión tras otra. Los ferrocarriles han sucumbido, las principales acciones han perdido más de 50 puntos, la mitad de su valor, en solo una hora, olas de un pánico imposible de medir han alterado las conductas de la usura, los mercados han sido cerrados y los siguió una estampida. Se estaba desarrollando la crisis más grande de la historia americana”. Las ganancias a base de asientos contables en una economía ficticia se estaban poniendo a prueba.

Pero ¿aprendieron? Pareciera que no pues después llegarían los pánicos de 1893 y el de 1907. Todos caracterizados por las inadecuadas reservas de los bancos y la confusión y suspensión de la especie de pago. Pero, el supremo congreso entraba en acción dirigido por los cabilderos del EP, no para exigir el incremento de las reservas. Se pasaba legislación autorizando a los bancos garantizar sus notas (dinero) 100% con bonos que emitiría el gobierno. Un mapa para el surgimiento del FED solo unos años después. Eso significaba más dinero fiat por el congreso, pero con notas de los bancos que ya no tendrían garantía alguna, puesto que el gobierno las sacaba de su sombrero de mago. Así liberaban unos $20 millones de reservas de los bancos y ser usadas como la base de la pirámide de cheques (sin valor) que luego se inyectarían a la economía

Se darían cientos de vagas explicaciones de los motivos para el pánico. Pero, la realidad era que los Mandrakes del dinero encontraran un conveniente culpable y arreciaban su avance para el control monetario y económico del país. El truco para exprimir las reservas de los bancos medianos hacia sus grandes imperios bancarios, no les funcionaria cuando los pequeños no aceptaran ser saqueados, sin darse cuenta de que ya habían caído en las garras de esa mafia. Este era el inicio del futuro cartel mafioso de banqueros que desde entonces han controlado las avenidas del dinero. Porque en esas expansiones y contracciones monetarias, que ellos promovían, emergían bravas tormentas que provocaran el naufragio de miles de buques financieros.

Pero surgirían otros que, listos para enfrentarla, puesto que ellos las provocaban, la resistían permaneciendo intactos para salvar la carga de los naufragados. Esos buques regresaban a puerto seguro con riquezas inimaginables que habían sido de otros, pero, de acuerdo a las reglas de alta mar, ahora pertenecían a esos enormes buques debutando en la piratería financiera. Se iniciaba una nueva era cuando se engendrara un monstruoso híbrido con cerebro de genio, pero corazón podrido. Desde el nacimiento del híbrido el mundo entero ha caído bajo esta estructura de dinero imaginario manejado a base de asientos contables. El mundo entero está endeudado muy por encima de su capacidad y estamos llegando al famoso juego de las sillas que, al callar la música, uno de los participantes se quedará sin asiento.  

Pero, como que el Distrito de Columbia no es parte de EU puesto que fue vendido en 1867 a una corporación extranjera, The US Corporation, constitucionalmente, todas las operaciones del FED han sido ilegales y la deuda que ha creado sería igualmente ilegal y nula. El IRS operando en DC, asimismo sería anticonstitucional especialmente si consideramos que gran parte de lo que se recauda va para la corporación que es la propietaria. Eso es lo que Trump portaba en su arsenal, pero, por motivos que nadie sabe, no lo utilizó, abriendo la puerta de par en par al Estado Profundo.