Creo que en estos momentos podemos acordar que en el mundo cada día circula algo difícil de definir, pero, algo que sí está muy bien definido, es esa gran inseguridad que invade a países y sociedades por todo el mundo. Lo sucedido en EU cuando una desconocida fuerza se atrevió a robar una elección en el país más poderoso del mundo y, sobre todo, habiendo pruebas contundentes, no hubo consecuencias que alguien tuviera que pagar, y el equipo de las víctimas de este vergonzoso acto, de repente, en medio de un silencio sepulcral, abandonaran el campo de batalla aceptando ese gran ultraje, es algo insólito.

Eso nos indica es una fuerza con una supremacía tan grande que sin problemas pudo neutralizar todo el poder del gobierno americano, el país más rico y desarrollado del planeta. Y esa demostración ha provocado que, alrededor del mundo, fluya ese sudor frio del miedo aún más grande que el provocado en aquel octubre de 1962, cuando estuvimos a punto de una confrontación nuclear provocada por Fidel Castro. También, con claridad nos hemos dado cuenta qué ciertas fuerzas internas en EEUU, con su propia asignación de poder, forman parte de esa telaraña verdaderamente diabólica.

Esto ha provocado infinidad de reacciones siendo una de ellas el crecimiento explosivo de lo que se conoce como Mercado del Dinero Secreto. Ese mundo novelesco con imágenes de maletas rebosantes de dinero cruzando fronteras internacionales, de ceremoniosos transportistas penetrando aeropuertos, hoteles, oficinas, bancos. Visiones de expatriados viviendo como la realeza en los lugares más sofisticados del mundo, pero, sin visibles medios para soportar ese estilo de vida que nos hacen recordar las películas de James Bond.

Pero, hay otras imágenes más importantes: La del evasor fiscal con ingresos no reportados estacionándolos en sus cuentas extranjeras; los receptores de sobornos de parte de los que compran favores; los violadores de leyes financieras ocultando ganancias ilegales; políticos corruptos edificando sus gigantescos fondos de retiro en el extranjero; empresarios huyendo de sus acreedores; esposos huyendo de las esposas; el ciudadano honesto huyendo de los riesgos políticos y económicos. Son algunos de los participantes en este juego financiero global de los secretos. Pero, hay algo que muy pocos se atreven a tocar, esos fondos sangrientos como el narcotráfico, tráfico de armas, tráfico humano, secuestros, etc.

En el equipo contrario en este juego, se forman los supuestamente defraudados por estos sofisticados transportistas de esa riqueza imposible de estimar. Son los gobiernos en su cacería de estos disidentes, firmas de abogados e investigadores especializados o, simplemente asesinos profesionales con sus tácticas muy eficientes. Sin embargo, este mundo nos presenta una paradoja financiera—económica, pero también con perfiles morales siempre cubierta con una gran hipocresía de parte de los cazadores, que deberían ser las mayores presas en las listas de los criminales más buscados del mundo, moradores de salas de justicia internacional, de los consejos corporativos, de cónclaves del Vaticano, cuevas de los mayores criminales.   

En esta evaluación lo primero que salta es la forma en que los gobiernos con tácticas criminales buscan a esos Houdinis que hacen desaparecer sus dineros. Pero, nadie se fija cómo, a principios del siglo 20, el gobierno de EEUU consumía solo un 5% del PIB y satisfacía todas sus necesidades. Sin embargo, en estos momentos consume un 50% vía impuestos, decretos y mandatos, pero cada año provoca horrorosos déficits que se tienen que cubrir con más deuda que ya sobrepasa el 100% del PIB. Y, aquí está el secreto para entender la magia con la que el congreso desaparece los trillones de dólares del presupuesto federal:

En 1913 hubo dos acontecimientos que perfilaron el amargo futuro del país en lo que se considera fue su castración económica. 1) Se aprobó el impuesto sobre ingresos, supuestamente para sufragar gastos de la primera guerra mundial y juraron que era provisional, pero allí sigue. 2) De forma ilegal y anticonstitucional, se aprobó el nacimiento del FED otorgándole el monopolio de la creación de dinero sin respaldo. Hemos tocado muchas veces la forma en que el FED saquea el país. Pero, algo que nadie toca, son los arreglos secretos para coordinar a estos dos elementos.

Cuando la Tesorería de EEUU necesita dinero, a través del FED se activa el gran fraude. Para que la Tesorería pueda imprimir sus dólares, requiere el aval del FED que lo otorga emitiendo su propio papel (bonos) y, OjO, solo garantiza el 50% de la emisión. Es decir, si la Tesorería necesita 10 billones de dólares, se endeuda con el FED por 20 billones para garantía de solo el 50% (10 billones). La tesorería tienes que iniciar pagando intereses por los 20 billones y el FED tiene una utilidad de 10 billones que, a su vencimiento, tiene que pagar el pueblo. Todo esto fabricado con asientos contables y sin conocer el valor del FED para garantizar operaciones de esa naturaleza.

Y aquí viene lo mejor. Todo el dinero que recibe la Tesorería producto del impuesto sobre ingresos que, mágicamente coincide con la cantidad de los intereses que debe pagar al FED, va precisamente para el pago de esos intereses. Es decir, todo lo que a los americanos les exprime ese terrorista, el IRS, producto del sudor de su frente, va directo a las arcas de las 12 familias propietarias del FED en este gran fraude. Pero, como a las burocracias nunca les alcanza el presupuesto, constantemente continúan aumentando la carga de su víctima que, sin lugar a dudas, trabajan para incrementar las pecaminosas fortunas de esas elites globales.

Entonces ¿Podemos identificar como criminales a quienes tratan de proteger sus dineros, legales o ilegales, de las garras de estos ladrones profesionales?

Antes las bandas de bárbaros invadían, asaltaban, asesinaban para robar la riqueza de quienes la producían. Hoy día, en una telaraña diabólica cuyos principales socios son Washington Corporation, The City of London Corp. y el Vaticano Inc., lo llevan a cabo por medio de una gran extorción internacional ejecutada por instituciones que ellos inventaron por donde desfilan el FMI, Banco Mundial, la ONU, los explotadores tratados de “libre comercio”, sus consentidos como Goldman Sachs, el gran experto para fabricar ganancias ficticias, toda la red fatal de Wall Street, con acuerdos aprobados hace más de un siglo. Pero, sobre todo, con políticos traidores y sin alma de EEUU que se han sumado a esa campaña de conquista mundial.

Esos son los verdaderos dineros negros.