Para responder correctamente a la pregunta ¿perdió la izquierda? hay que tomar en cuenta lo siguiente. Uno: la elección del pasado 2 de julio no fue únicamente para Presidente de la República, y en las elecciones para diputados federales y senadores, jefe de gobierno, diputados locales y jefes delegacionales de la Ciudad de México, la izquierda obtuvo, desde importantes avances relativos, hasta indiscutibles triunfos absolutos. Dos: la izquierda no se limita a la perredista y demás partidos coaligados. Es más, en un sentido muy preciso, hoy todos los gobiernos son (como en México lo han sido, para no irnos muy atrás en la historia, desde el cardenista hasta el foxista) de izquierda, de tal manera que, en ese sentido muy preciso, la izquierda, de nueva cuenta, ganó en las elecciones del pasado 2 de julio (y todo indica que, mientras no tengamos una cultura verdaderamente liberal, seguirá ganando).

¿A qué izquierda me refiero? A la redistributiva, a la que usa el poder del gobierno (que es ante todo el poder de cobrar impuestos) para quitarle a unos y darle a otros. ¿Y esa izquierda, con Calderón, con el PAN, llegará al gobierno? Por su puesto y a las pruebas me remito. Durante la campaña Calderón hizo propuestas relacionadas con la cultura, la educación, la salud, los adultos mayores, los niños en situación de calle, las personas con discapacidad, la equidad de género, los pueblos y las comunidades indígenas, y la superación de la pobreza, todo lo cual tiene que ver con la redistribución, es decir, con el gobierno usando su poder para quitarle a unos y darle a otros, esencia de la izquierda, no revolucionaria, no comunista, no expropiatoria, pero sí redistributiva, como redistributiva, principalmente, fue la propuesta de López Obrador (al menos de boca para fuera).

El gobierno de Calderón seguirá redistribuyendo, seguirá llevando a cabo una práctica propia de la izquierda, que se ha identificado con la tarea de gobernar: hoy, y desde hace ya mucho tiempo, gobernar es sinónimo de redistribuir. ¿Quiere esto decir que no habrá diferencia entre lo que hará Calderón y lo que hubiera hecho López Obrador? No, de ninguna manera, ya que si bien es cierto que Calderón hará lo mismo que hubiera hecho López Obrador –redistribuir-, es de esperar, por lo dicho durante la campaña, que lo hará de manera distinta a como lo hubiera hecho AMLO, y pongo un ejemplo: mientras el tabasqueño prometió regalar dinero, directa o indirectamente, a todas las familias con ingresos mensuales menores a los nueve mil pesos, de tal manera que sus percepciones aumentaran un 20 por ciento, el michoacano afirmó que, con el fin de que las familias completen el gasto, su gobierno prestará dinero para que los jefes de familia abran su propio changarro. En ambos casos se redistribuye, pero la segunda manera de hacerlo es más eficaz y, más importante, más digna: no se regala dinero, se presta.

La izquierda inteligente es la que, respetando la libertad para emprender, así como la propiedad privada de los medios de producción, binomio indispensable para lograr la producción de más riqueza, se limita a redistribuir parte del ingreso generado en la producción: entre mayor sea la producción de riqueza mayor será la generación de ingreso y mejores serán las oportunidades para que el gobierno redistribuya. Esto lo tiene claro Calderón.

Otra característica de la izquierda inteligente es que, al redistribuir, en vez de subsidiar  a la oferta subsidia a la demanda. Por ejemplo: en vez de subsidiar la oferta educativa (darle dinero a las escuelas públicas) subsidia la demanda educativa (le da dinero a los padres de familia, con todo lo que ello implica, sobre todo en términos de libertad de elección). Esto, ¿lo tiene claro Calderón?

Muy probablemente, con Calderón en la Presidencia, se pongan en práctica políticas de izquierda (redistributivas, principalmente) más eficaces que las que hubiera practicado López Obrador, lo cual me remite a la pregunta original: ¿perdió la izquierda?

Por último, por primera vez le hago a Calderón la pregunta que, en varias ocasiones le he hecho a Fox, sin haber obtenido, hasta el momento, respuesta: ¿qué justifica que el gobierno les quite a uno para darles a otros? Porque la izquierda, no por ser inteligente, deja de ser izquierda.