López Obrador ha jugado (¿de qué otra manera llamarlo?) con la idea de que la Convención Nacional Democrática (habrá que ver qué tan nacional y democrática resulta) decida instalar un gobierno sombra, que no pasaría de ser ni la sombra de un gobierno.
López Obrador ha jugado (¿de qué otra manera
llamarlo?) con la idea de que
Llama la atención de qué manera AMLO, y muchos perredistas, y no pocos de sus seguidores, manipulan las
palabras. Muestras de ello las hemos tenido, en las últimas semanas, con la
palabra pueblo, que AMLO manipula a su antojo: para él el pueblo es,
únicamente, el conjunto de electores que votó por él, y quienes, después de lo
sucedido en los dos últimos meses, todavía lo siguen. Algo similar está sucediendo
con la palabra gobierno: en labios de AMLO deja de ser lo que es, para
convertirse en otra cosa. Me explico.
¿Cuál es el principal poder de cualquier gobierno,
independientemente del tipo de que sea, desde democrático hasta autocrático,
desde liberal hasta totalitario, etc.? ¿Cuál es ese poder sin el cual ningún
gobierno, ¡ninguno!, puede existir, mucho menos sobrevivir? Muy sencillo: el
poder de cobrar impuestos. Gobierno que, por la razón que sea, no puede cobrar
impuestos, al poco tiempo de padecer esa impotencia deja de existir. Suponiendo
que la mentada Convención Nacional Democrática decida a favor de la instalación
de un gobierno sombra, el mismo ¿será capaz de cobrar impuestos? ¿Con qué
legitimidad? ¿A quiénes? ¿Quién aceptará ser contribuyente del gobierno sombra
de AMLO?
Cierto: el movimiento de AMLO podrá obtener mucho
financiamiento, de muchas maneras, lo cual le permitirá sobrevivir. Pero de la
obtención de financiamiento al cobro de impuestos hay una gran diferencia.
¿Cuál es, después del poder de cobrar impuestos, el
segundo poder de todo gobierno? El poder de prohibirle, a los gobernados,
determinadas acciones, y castigarlos si las llevan a cabo, y el poder de
obligarlos a realizar otras. En el supuesto caso de que
Por último, ¿puede haber gobierno, y por lo tanto
gobernantes, sin gobernados? Aceptando que la mentada convención disponga la
creación de un gobierno sombra, ¿quiénes serán sus gobernados? Porque una cosa
es que AMLO tenga seguidores, y otra muy distinta que, de llegarse a la
instalación del susodicho gobierno sombra, ¡que obviamente él presidiría!, vaya
a contar con algún gobernado. ¿Quién se apunta? El más fiel de sus seguidores,
¿aceptaría que AMLO, en su próxima calidad de excandidato
a
Por lo dicho, y por otras muchas razones, que por
motivos de espacio no menciono, la posible instalación de un gobierno sombra,
cuyo gobernante sería AMLO, supondría que el mismo no llegaría a ser ni la
sombra de un gobierno, por más que AMLO y sus seguidores crean otra cosa o, y
tal vez esta sea la afirmación correcta, por más que AMLO les quiera hacer
creer, a sus seguidores, otra cosa.
¿Gobierno sombra? No, ni sombra de gobierno.
EntrarTanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.