Cuando Vicente Fox inicia su despedida presumiendo cómo, según él, sabiamente solucionara los problemas del EZLN y de los macheteros de Atenco, el país angustiado grita exigiendo una forma diferente de gobernar.
Frente a un escenario nacional en al cual el DF,
Oaxaca, Guerrero, Morelos, Sinaloa y gran parte del país provocan Bagdad luzca
como un moderno Disneylandia, el tercer informe de
gobierno ofertado por el mandatario de mi estado, Eduardo Bours,
vale la pena analizarlo e interpretarlo, mas no de la forma tradicional puesto
que, siento yo, podemos identificar tendencias y posibilidades interesantes.
Decía uno de mis profesores, la contabilidad refleja
el pasado mientras un presupuesto define el futuro que se pretende construir y,
al revisar el plan de navegación estructurado, darnos cuenta hacia donde dirige
la nave el Capitán. Pero, la contabilidad no incluye partidas intangible y, a
diferencia del mercado de valores que, armado del péndulo oferta—demanda,
provoca votaciones diarias a través de precios calificando las empresas, en
política existen partidas invisibles mas no por ello menos valiosas.
Un evento sucedido durante este año y no incluido en
el reporte del gobernador de Sonora, debemos aplicarle una radiografía. Durante
los últimos doce meses, México vivió un proceso democrático sin precedentes que
deba modificar, de forma histórica y dramática, su comportamiento político
futuro. Un proceso que despeja muchas incógnitas y, sobre todo, define una
serie de potenciales estrellas en nuestro firmamento político, mientras otras
se han opacado o simplemente se apagan.
Lo ausente del informe es que, Eduardo Bours, a pesar del vergonzoso comportamiento del PRI a
nivel nacional, en Sonora tuvo una abundante cosecha de éxitos entre las
cuales, la más redituable es haber recuperado la alcaldía de Hermosillo en la
cual, el PAN se había atrincherado durante más de una década. El gobernador,
ejecutando una jugada maestra, diseñó un partido autonómico desahijado del
Nacional, en algo que me hizo recordar la cadena de clubes liberales que, en
1920, lanzando la candidatura de Álvaro Obregón ante la oposición de Venustiano Carranza, desembocara en El Plan de Agua Prieta.
Pero además, en el confuso escenario nacional, Bours ejecutaba certeros y temerarios tiros de carambola
con infinidad de bandas. Después que los “feroces y ruidosos” miembros del
TUCOM, ante las primeras cargas de los chicos malos adueñados del partido,
iniciaran despavorida desbandada testereando cercos, trancas y corrales,
Eduardo Bours, permanecía firme en el campo
abandonado.
Cuando el precandidato presidencial del TUCOM,
Enrique Jackson, sin haber recuperado la respiración
en su estruendosa retirada, ante la pregunta de un periodista ¿Por qué ahora
arrodillarse ante Madrazo? Sin remilgos ni dignidad
respondiera: “Así es la política y yo no voy a que vivir el resto de la vida
portando gatos rabiosos en la panza,” Bours se
mantenía solitario en la trinchera desafiando a su propio partido, cuando todos
los expertos le daban los últimos oleos a su carrera política.
Bours, abría luego una amplia avenida hacia el rumbo de
Felipe Calderón, lo cual le deba redituar beneficios imposibles de cuantificar.
Como parte de este ajedrez político, se revela la gran amistad del gobernador
con el seguro Secretario de Hacienda, Agustín Carsten.
Hay que recordar Bours, en una época, formó parte del
equipo liberal liderado por Pedro Aspe y Francisco Gil Díaz, atrincherado en
dicha Secretaria.
Carstens, en entorno tipo Chile de los años 70, se le
considera miembro de los Chicago Boys mexicanos.
Portando un Doctorado en economía de esa Universidad, fue de los jóvenes
estudiantes bebiendo en la sabia fuente de Milton Friedman.
El legendario monetarista y premio Nobel en 1976,
sería el responsable de reclutar el equipo que transformó el país sudamericano,
lo convirtiera luego en un ejemplo de prosperidad, para desembocar en una
verdadera democracia liberal que ni sus presidentes socialistas se han atrevido
a modificar.
Otro miembro del grupo, Luís Téllez, hace también
presencia en las oficinas del presidente electo, indicando su segura su
inclusión en el gabinete y, al igual que Carstens,
buen amigo de Bours desde la era de su presidencia
del Consejo Nacional Agropecuario. Téllez, especialista en destrabar economías
constipadas por quesos oaxaqueños y caviares marca Slim,
transita con un Doctorado en economía del MIT con lo que, al lado de Carstens y Josefina Vázquez, dibujan el rostro especial de
la administración Calderonista que, en mi opinión,
proyecta una renovada era de la política mexicana retomando el proceso
reformatorio tan urgente, y abandonado durante los dos últimos sexenios ante un
congreso ciego e irresponsable.
Cuando Vicente Fox inicia su despedida presumiendo
cómo, según él, sabiamente solucionara los problemas del EZLN y de los macheteros
de Atenco, el país angustiado grita exigiendo una
forma diferente de gobernar en la cual, el estado asuma su responsabilidad
básica: la protección de vida, libertad y propiedad de los ciudadanos. Es
cuando las figuras alrededor del presidente electo cobran importancia
neurálgica puesto que, son los rayos presagiando la lluvia requerida en un
desierto sediento por la ley, y mano firme que la
aplique archivando, por un rato, el “diálogo Foxista.”
Es tan desesperado grito, que por ahí alguien propone al innombrable Salinas en
En este complicado escenario, cuando gobernadores priistas y perredistas se
lamentan y el Peje continua su trabajo subterráneo de saboteo con apoyo
“capitalista,” Bours, de forma magistral se ubica en
primera clase de la nave Calderonista.
Ante el proceso de cicatrización y reconstrucción
que deba iniciar el presidente electo, en una era de verdadero federalismo y,
sobre todo, con una maquinaria estatal afinada, aceitada, coordinada y
“decidida,” los gobernadores deberán ser pieza clave, si logran los
congresistas de sus entidades asuman conductas civilizadas para que el país, de
una vez por todas, transite hacia sus reformas. Yo pienso Eduardo Bours, puede ser quien dibuje esa pauta sentando un ejemplo
a seguir.
Ese trabajo político del gobernador y sus
resultados, no aparece en el informe pero, como afirma su novedoso slogan, “Lo
mejor está por venir,” es tan válido que lo único que me preocuparía, ante sus
resultados similares al pitcheo de Kenny Rodgers en esta recién
terminada serie mundial, es lo que afirmara Texas Guinan:
“El éxito absoluto ha victimado mas hombre que los obuses de los cañones.” Si
lo creen, pregunten al gran experto llamado Carlos Salinas de Gortari.
EntrarTanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.