Davos, SUIZA.- Felipe Calderón decidió acudir al Foro Económico Mundial de Davos a menos de dos meses de haber empezado su mandato. Hay quien piensa que esto es prematuro. Después de todo, el presidente no ha tenido que construir una trayectoria para que pueda ser juzgado por la élite económica, política e informativa internacional que acude a Davos.

Quienes conocen Davos, sin embargo, saben que el presidente no se ha equivocado. Y Calderón lo conoce bien, puesto que ha acudido más al Foro Económico Mundial que casi cualquier otro mexicano. Hace años sus participaciones comenzaron cuando fue designado joven líder del mañana (curiosamente su fotografía oficial del Foro presenta a ese joven de hace años). Posteriormente fue miembro del grupo de los líderes mundiales del mismo Foro. Acudió también como secretario de energía del gobierno de Vicente Fox.

Calderón sabe que el Foro otorga una oportunidad inusitada para hablar, en un sólo escenario, con empresarios, académicos, políticos e informadores de todo el mundo. En términos estrictos de eficiencia en el uso del tiempo, el presidente puede obtener mucho más de este Foro que de cualquier otro encuentro nacional o internacional. La experiencia le dice, por otra parte, que el tener mucho o poco tiempo en el poder no es algo que inquiete mucho a los participantes de Davos.

Este viernes 26 de enero Calderón tuvo una participación conjunta en el Foro, antes de su presentación individual, con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. El brasileño, de hecho, se ha convertido en un constante visitante al Foro a pesar de sus críticas iniciales a la globalización y a una institución que se ha convertido en el símbolo de este proceso económico. Y vale la pena recordar que la primera vez que Lula estuvo en el Foro fue en 2003, unos días después apenas de tomar protesta por primera vez como presidente de Brasil.

No todos los gobernantes gustan de asistir a Davos. Los presidentes de Estados Unidos, por ejemplo, no acuden a él. Muchos gobernantes europeos, sin embargo, han encontrado que éste es el escenario perfecto para lanzar iniciativas importantes. Angela Merkel, la canciller de Alemania, aprovechó su presentación este año para dar a conocer su agenda como presidenta de la Unión Europea y del Grupo de los Ocho. El primer ministro británico Tony Blair es un visitante asiduo al Foro. Muchos gobernantes de Asia y otras regiones del mundo han encontrado que Davos les es de gran utilidad. Pero no es el caso de China, que siempre manda una delegación numerosa y destacada, pero nunca encabezada por su jefe de estado o de gobierno.

Calderón ha hecho dos viajes rápidos a Centroamérica en el inicio de su sexenio. Pero su gira por Europa, y especialmente su aparición en Davos, constituyen su primer encuentro con la comunidad de gobernantes importantes del mundo. Por eso el viaje es tan importante.

Más relevante todavía es el esfuerzo por convertir nuevamente a México en un destino preferencial de las inversiones internacionales. Y Davos es un foro en el que se reúnen los principales responsables de estas inversiones en las principales empresas del mundo. Hay algo que la experiencia debe decirle a un presidente que conoce bien el Foro. En las nevadas cimas de los Alpes suizos son más importantes los empresarios que manejan miles de millones de dólares en capitales que los políticos que repiten siempre los mismos mensajes.