Las elecciones de medio cuatrienio en noviembre pasado que privaron del control de ambas cámaras a los Republicanos, lo que sumado a la creciente antipatía de la guerra en Irak, llevaron a una desastrosa caída en la aprobación a Bush y obscurecen las perspectivas de los candidatos de su partido.
El Partido Republicano, que hace
apenas dos años reeligió a George W. Bush y amplió su control legislativo, lo que le permitió
al Presidente la crucial victoria de nominar a sus candidatos para remplazar a
dos jueces de
Las elecciones de medio cuatrienio
en noviembre pasado que privaron del control de ambas cámaras a los
Republicanos, lo que sumado a la creciente antipatía de la guerra en Irak, llevaron
a una desastrosa caída en la aprobación a Bush y
obscurecen las perspectivas de los candidatos de su partido.
Revisamos aquí los prospectos de los
Republicanos punteros Rudi Giuliani, John McCain y Mitt Romney, pero ninguno de ellos tiene segura la nominación
y todos parecen vulnerables. Por tanto, se impone revisar a los aspirantes que
hoy aparecen con menos posibilidades, pero que pueden llegar.
Los pretendientes de segundo nivel
son Newt Gingrich ex-líder
de
Gingrich es un intelectual que se
ha mantenido activo en actividades partidistas después de su salida de
El senador Chuck Hagel, quien representa a Nebraska desde hace once años, ha ganado gran popularidad
con los enemigos de la guerra en Irak como el más acerbo crítico del Presidente
y su política, con la calidad moral de ser un héroe decorado de Viet Nam. Sin embargo, la
poderosa derecha del partido lo considera un traidor y hará lo imposible por
frenar sus aspiraciones.
Otro en esta lista es Mike Huckabee que
viene del mismo pueblo de Arkansas –Hope- en el que
nació Bill Clinton, lo que
seguramente lo inspiró a buscar la presidencia, al haber sido también
gobernador de su estado. Este aspirante se identifica con la derecha
evangelista de su partido pero ha sido duramente criticado por haber aumentado
el gasto público en 65% en 8 años.
El médico y diputado tejano Ron Paul
representa quizá la única candidatura “libertaria,” como los norteamericanos
llaman a los liberales clásicos, y ofrece limitar el tamaño del gobierno y una
política externa no intervencionista, aunque paradójicamente abjura las
libertades comercial y migratoria.
Sam Brownback, senador por Kansas
quien se autodefine como conservador en temas sociales, con el archireaccionario exsenador Jesse Helms como
su héroe, es más equilibrado en temas económicos y propone adoptar el impuesto único
al ingreso, empezando con un plan piloto para la ciudad de Washington.
Mañana terminaré esta serie
revisando al resto de los aspirantes presidenciales para el 2008 y aludiendo al
calendario y procedimientos electorales de Estados Unidos.
EntrarDurante siglos se ha debatido quién debe detentar el poder y no los límites de ese poder.