Beatriz Paredes asumió, el domingo, la presidencia nacional del PRI, un instituto político que nunca fue, y probablemente no llegue a serlo, un partido político. Fue, en primer lugar, uno de los principales brazos políticos del presidente en turno, sobre todo en el Congreso de la Unión y, en segundo término, una maquinaria electoral a favor de sus candidatos, comenzando por el candidato a la Presidencia de la República.

Fue en la Legislatura 57, 1997 - 2000, cuando el PRI perdió la mayoría en la Cámara de Diputados, habiendo perdido, también, eficacia como brazo político al servicio del primer mandatario. Y fue en el 2000 cuando, por primera vez, el candidato del PRI a la Presidencia de la República perdió la contienda electoral, muestra de la pérdida de eficacia del PRI como maquinaria electoral al servicio de sus candidatos. Hoy el PRI ya no es lo que era - brazo político y maquinaria electoral -, y la pregunta es si podrá ser lo que debe ser: un partido político.

Tal vez más de un lector se pregunte si no exagero al afirmar que el PRI nunca ha sido un partido político. Para demostrarlo consideremos lo siguiente: José López Portillo se negó a la incorporación de México al Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles, con lo cual se retrocedió por el camino del libre comercio, y expropió la banca comercial, con lo cual se avanzó en la gubernamentalización de la economía; dos sexenios después, Salinas de Gortari negoció un tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, con lo cual se avanzó por el camino del libre comercio, y concesionó a la iniciativa privada el servicio de banca y crédito, por lo cual se retrocedió en la gubernamentalización de la economía. ¿Cómo explicar que ambos presidentes, que practicaron políticas económicas antitéticas, hayan pertenecido al mismo partido político, el PRI? ¿No será que lo primero que hay que hacer es entrecomillar lo de partido político?

¿Cómo explicar que el mismo “partido político”, el PRI, con López Portillo haya sido proteccionista y estatista, y con Salinas de Gortari librecambista y liberal? ¿Cuál fue el verdadero PRI: el proteccionista y estatista, o el librecambista y liberal? La respuesta es ambos: los dos fueron el verdadero PRI, sobre todo si aceptamos que el PRI nunca fue un partido político, sino uno de los principales brazos políticos del presidente, y una maquinaria electoral al servicio de sus candidatos. Muchos priístas fueron, con López Portillo, proteccionistas y estatistas, y luego, con Salinas de Gortari, librecambistas y liberales. ¿Esquizofrenia de principios? ¿Conversión ideológica? No, simple y sencillamente servilismo por conveniencia, una de las peores combinaciones que puede haber cuando de la acción humana se trata.

¿Quiere lo anterior decir que el PRI no tiene, por ejemplo, una declaración de principios? No, de ninguna manera, ¡claro que la tiene!, y cualquiera puede consultarla en www.pri.org.mx, declaración de principios que, por abstracta, puede considerarse de centro, con la ventaja que ello supone para inclinarse, en un momento dado, hacia la izquierda o la derecha. Por ejemplo, en materia de economía, punto 16 de la mentada declaración, los priístas se pronuncian a favor de la economía mixta, siendo que mixta fue, tanto la economía de la época de López Portillo, como la de los tiempos de Salinas de Gortari. En este punto concreto, más que definición hay indefinición, ya que, estrictamente hablando, tan mixta es una economía en la cual el 99 por ciento de las actividades económicas están en manos de los particulares, y solamente 1 por ciento en manos del gobierno, como aquella en la cual los porcentajes son los contrarios: 99 por ciento en manos del gobierno y 1 por ciento en la de los particulares.

¿Logrará Beatriz Paredes avanzar en la creación de un verdadero partido político, con principios e ideología que lo distingan claramente del PAN y el PRD? Lo dudo, pero démosle tiempo el tiempo.