En su momento, en este sitio, critiqué desde el Seguro Médico Universal, pasando por el programa Primer Empleo y el Acuerdo para Estabilizar el Precio de la Tortilla, hasta el programa Acciones para la Competitividad del Maíz, Frijol, Caña de Azúcar y Leche, y lo hice porque, en cada uno de ellos, el gobierno actúa, o como ángel de la guarda, que nos preserva de todos los males (desde la enfermedad hasta el alza en el precio de las tortillas), o como hada madrina, que nos concede todos los bienes (desde el empleo hasta la competitividad), recurriendo, la mayoría de las veces, al subsidio. Y el subsidio, para cualquier fin, en cualquier monto, y de cualquier manera, es un error, ya que implica echarle dinero bueno al malo. Por ello critiqué los programas mencionados.

En esta ocasión, con relación al programa Acciones de Gobierno para Más y Mejores Empleos, no critico, sino aplaudo, comenzando por una oración, de Calderón, que todos los que han comentado al respecto, al menos hasta donde estoy enterado, pasaron por alto. Calderón dijo que el suyo es un gobierno “que reconoce que el crecimiento, la inversión y los empleos provienen, precisamente, del esfuerzo de la sociedad, de mujeres y hombres concretos, decididos a echar adelante un negocio con el cual también puedan ayudar a su familia”, lo cual es cierto: ha sido la iniciativa de los agentes económicos particulares, sobre todo la de aquellos con espíritu emprendedor, la causa eficiente del crecimiento, el desarrollo y el progreso económico, no la participación directa de los gobiernos en las actividades económicas, participación que supone, limitar, en el mejor de los casos, o eliminar, en el peor, la libertad para emprender, trabajar, comerciar y consumir, y la libertad sobre los ingresos, el patrimonio y los medios de producción.

Es por ello, dijo Calderón, que su gobierno será “promotor de la actividad económica”, y muestra de ello es el programa Acciones de Gobierno para Más y Mejores Empleos, que tiene como fin facilitar la creación y funcionamiento de las micro, pequeñas y medianas empresas, es decir, del 99 por ciento de las empresas que operan en el país. Ya se ve la importancia del programa, que abarca desde la simplificación de trámites burocráticos, pasando por el otorgamiento de microcréditos, hasta la integración de los diferentes apoyos que brinda el gobierno en una sola ventanilla.

Ya sabemos cuál es el fin: apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas. Ya conocemos los medios: menos trámites en menor tiempo, más microcréditos para más micro, pequeñas y medianas empresas, y la integración de ayudas gubernamentales un una sola ventanilla. ¿Qué falta? El método para evaluar los resultados del programa, método sin el cual ningún programa gubernamental debería ponerse en marcha: no basta con señalar los fines y proponer los medios, hay que medir la eficacia de estos últimos para lograr los primeros. En el caso del programa que hoy nos ocupa, ¿cómo se llevará a cabo esa medición? ¿Nada más por el número de trámites eliminados o simplificados? ¿Tomando en cuenta, únicamente, la cantidad de dinero canalizado a través de mircocréditos? ¿O considerando el porcentaje de integración de las ayudas que el gobierno le brinda a las micro, pequeñas y medianas empresas?

Al final de cuentas nada de ello es lo más importante para evaluar los resultados del programa. Entonces, ¿qué es lo más importante? El desempeño de las micro, pequeñas y medianas empresas que, a partir de la puesta en marcha del programa, deberá ser mejor, no sólo cuantitativa, sino también cualitativamente. ¿Quién, y cómo, medirá ese desempeño? Porque una cosa es clara: no bastará que el gobierno nos diga que se eliminaron y simplificaron tantos trámites, que se concedieron tantos microcréditos, ni que se integraron, en una sola ventanilla, todos sus programas de apoyo. Lo importante será el desempeño, cuantitativo y cualitativo, de esas empresas. ¿Cómo, y quién,  lo medirá?

Por cierto, ¿cuáles fueron los resultados de todos los programas que se crearon, durante el foxismo, para impulsar los changarros? Dentro de seis años, ¿estaremos preguntando lo mismo con relación al programa Acciones de Gobierno para Más y Mejores Empleos de Calderón?