¿Tiene o no el duopolio de la televisión mexicana –Azteca y Televisa- un noviazgo con López Obrador?

Un interesante e inusual artículo de Rubén Cortés aparecido el jueves 10 de noviembre en el periódico “Crónica” no sólo da por hecho ese noviazgo de las dos televisoras con el precandidato único del PRD sino que pronostica, para esas televisoras, un amargo desenlace en caso de que López llegue a la Presidencia. Algo similar –y ése es el hilo conductor del artículo– a la decepción que sufrió la poderosa Organización Cisneros –conglomerado de medios en Venezuela, presidido por Gustavo Cisneros uno de los hombres más ricos de América Latina– y especialmente la cadena Venevisión de ese país, una vez que aupado al poder Hugo Chávez les volteó la espalda a ciertos ricachones venezolanos que lo alentaron y patrocinaron (directa o indirectamente) en su aventura electoral, mientras sigue cultivando a otros ricachones mercantilistas para quienes el populismo es el mejor negocio.

Cortés añade que en caso de llegar López a la Presidencia, tal vez ninguna de esas dos sería la televisora favorita del régimen (a pesar de los múltiples favores que han intercambiado con el tabasqueño) sino que probablemente  el grupo regiomontano Multimedios –que tiene estaciones de radio, cines, un canal de televisión abierta en Monterrey y los periódicos Milenio en varias plazas del país, incluyendo la capital- sería beneficiado con una nueva concesión de televisión abierta en pago a la pleitesía que ya desde hace tiempo rinde tal grupo a López Obrador. El instrumento perfecto para este pacto entre López y el empresario Pancho González no sería otro que ese paradigma de abyección que firma como Federico Arreola (antiguo director del grupo Milenio y hoy escudero, torpe pero ferviente, de López al que prodiga elogios desmesurados y vergonzosos desde su columna diaria en los mismos periódicos Milenio). González (hoy un cincuentón) heredó el pequeño imperio de su padre, don Jesús González, un viejo negociante estrechamente vinculado por décadas al PRI y a los priístas en el norte del país.

Respecto de Televisa y Televisión Azteca, el artículo de Cortés advierte, atinadamente, que la primera ha regalado a López el espacio matutino del noticiario “El cristal con que se mira” –conducido por Víctor Trujillo, payaso de panorámica vulgaridad ayer y periodista de ineptitud insalvable el día de hoy-, y la segunda, Azteca, le ha obsequiado a López el flamante programa “Animal nocturno”, donde otro de los aduladores impúdicos de López –Ricardo Rocha, quien sueña con ser el vocero de López Presidente- prodiga cinco horas semanales llenas de elogios y ditirambos para el tabasqueño.

Quién sabe qué tan atinados resultarán los pronósticos de Cortés –esperemos, por lo pronto, que prive la sensatez en los electores mexicanos y López sea derrotado en toda la línea, cual se merece- pero sus observaciones sobre los hechos actuales –estos noviazgos adulones, acaramelados, impúdicos de varios medios impresos y electrónicos con López– son puntualmente exactas.

Por lo pronto, a López le sobran aduladores que destilen miel en sus oídos. Como el tabasqueño es profundamente vanidoso sucumbe a las cortesanas atenciones que le envían los medios. Sabe tal vez que le pasarán la factura pero está convencido, como todos los que se rinden a las adulaciones cortesanas, que se merece eso y más.

Quién sabe cuál de los papeles es más lastimoso: El de los aduladores o el del enajenado por las cortesías y los empalagos que ciertamente no se merece.