A Felipe Calderón se le reconoce como el presidente del empleo (aunque cada vez se le identifica más como el presidente antinarco), por lo que vale la pena analizar cómo vamos en dicha materia, aprovechando que el INEGI acaba de publicar la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), correspondiente al primer trimestre del año, y completando esa información con los datos de creación de empleos formales, proporcionados por la Secretaría de Trabajo y Previsión (STPS).

En primer lugar hay que decir, en función de los datos de STPS, que durante los tres primeros meses del año se crearon, en el sector formal de la economía (a lo cual habría que sumarle los informales) 288 mil 584 nuevos empleos, habiéndose alcanzado en marzo pasado la cifra de 14 millones 368 mil 951 empleos formales, misma que, en su momento, fue un máximo histórico: nunca antes había habido tantos mexicanos trabajando en el sector formal de la economía (y, sin embargo, solamente fueron el 33.9 por ciento de los mexicanos ocupados). Suponiendo que en los tres trimestres restantes del año se mantenga la tendencia que se registró entre enero y marzo, la creación de empleos en el sector formal sumará 1 millón 154 mil 336 nuevas plazas, lo cual sería un máximo histórico, por arriba de los 824 mil 486 que se crearon el año pasado, siendo, hasta hoy, la mayor creación de empleos formales en la historia de este país. Este es el lado positivo del asunto.

Según los datos de la ENOE, a lo largo del primer trimestre del año la tasa de desempleo abierto, como porcentaje de la población económicamente activa (PEA), fue 4.0, superior al 3.6 por ciento del último trimestre del 2006: entre enero y marzo el desempleo abierto repuntó, y el número de personas desempleadas pasó de 1 millón 598 mil, entre octubre y diciembre pasados, a 1 millón 764 mil durante los primeros tres meses del 2007, un aumento del 10.4 por ciento. Este es el lado negativo del asunto.

Los datos analizados muestran cómo, con relación a los asuntos económicos, casi siempre hay dos tipos de noticias: las buenas y las malas. En materia de empleo la buena noticia es que, durante el primer trimestre del año, se crearon, en el sector formal de la economía, 288 mil 584 nuevos puestos de trabajo, que es, en lo que va del siglo XXI, la segunda mayor creación de empleos para un primer trimestre: la mayor fue la del 2006, con 298 mil 771 nuevos empleos. La mala noticia es que esa cantidad de nuevos empleos no fue suficiente para darle trabajo a todos quienes lo buscaron, razón por la cual la tasa de desempleo abierto, y por lo tanto el número de personas desempleadas, aumentó un 10.4 por ciento.

Lo sucedido durante el primer trimestre del año en materia de empleo mantuvo la tendencia observada, por lo menos, en los últimos tres años: una mayor creación de empleos en el sector formal de la economía (318 mil 634 en 2004; 577 mil 599 en 2005; 824 mil 466 en 2006), pero insuficiente para darle trabajo a todos quienes lo buscan, razón por la cual la tasa de desempleo, o no baja, en el mejor de los casos, o aumenta, en el peor: pasó de 3.1, en el cuarto trimestre de 2005 (la menor para el periodo considerado), a 4.0 por ciento en el primero del 2007.

Queda claro que para ganar la batalla por el empleo hace falta, no solamente mantener la creación de puestos de trabajo en el sector formal de la economía, lo que se ha logrado, inclusive con una tendencia a la mejora, sino reducir, y mantener la tendencia a la baja, la tasa de desempleo, algo que sigue pendiente: en el primer trimestre del año se crearon 288 mil 584 nuevos empleos, al tiempo que el número de desempleados, con relación al trimestre anterior, creció 10.4 por ciento.

Conclusión: se crean empleos - lo bueno -, pero no los suficientes - lo malo -, por lo que el resultado final es, como casi todo en la economía mexicana, regular. Seguimos nadando de muertito. ¿Hasta cuándo?