Resulta que hasta “la maestra” Elba Esther Gordillo ya nos dijo que el modelo educativo en nuestro país está agotado, ¿quién falta que nos lo informe? ¿Será que por fin nos dimos cuenta?

El problema es que aun notándolo hasta nuestros líderes, la pregunta sigue siendo la misma: ¿cambiarán algo?, difícilmente; no cuando hay tantos incentivos a no hacer nada.

No voy a tocar el tema de la educación básica, sin duda el gran problema de este país, no es nada nuevo leer o escribir que las escuelas primarias (en su gran mayoría las públicas) condenan a nuestros niños a no tener ningún futuro competitivo, ya que no hay nadie que les quite esas raíces socialistas y de lucha de clases que aprenden muy rápido. ¿Existe algún programa en secundaria que enseñe a los jóvenes el importante tema del ahorro?, no. Además ¿quién lo va a enseñar?, ¿tenemos profesores capacitados?, no.

Esta ocasión quiero enfocarme en el tema de la educación superior, es un hecho que las universidades públicas no se dan abasto (y mire usted que la UNAM es una hidra más de 250,000 alumnos), y además las cosas ahí adentro en algunas carreras deja mucho que desear; pongamos por ejemplo la Gaceta que publica la Facultad de Economía de la mencionada universidad, la cual en su número de enero (el cual puede ser consultado en http://www.economia.unam.mx/gaceta/pdfs/cuart5.pdf), en su editorial menciona el tema de los automóviles en una Ciudad como la nuestra, la editorial en cuestión se debería dedicar a mostrar las bondades del nuevo Sistema Integral de Transporte y Vialidad en la UNAM, pero en su lugar hace una crítica por demás dura y falta de sentido a los automóviles, reproduzco tal cual una parte de la editorial:

“El automóvil es un medio de transporte individualmente cómodo, sí, pero también hostil, mitificado, irracional, demostrativo de estatus, discriminador o diferenciador social, además de fuerte generador de dependencia física y psicológica, a ratos nueva modalidad de diván y frecuentemente laboratorio móvil de neurosis y esquizofrenias. Pero también es una de las principales causas del cambio climático en la Tierra, de la generación de contaminación atmosférica en las ciudades, del uso irracional de la energía y de las enfermedades y muertes por afecciones respiratorias o cardiacas en las grandes ciudades. Ha provocado, entre otras muchas cosas, que se incrementen desorbitadamente los tiempos que emplea la población de las ciudades en sus desplazamientos diarios, que se deteriore y vicie el transporte colectivo, que se modifique, para mal, el ordenamiento territorial y, en suma, que baje considerablemente la calidad de vida en las ciudades por el aumento de los niveles de estrés, angustia, tensión nerviosa, accidentes, enfermedades respiratorias, etcétera”.

¡Uff!, ¿Cuándo fue que uno de los mayores inventos del ser humano y que ha contribuido tanto a su desarrollo se convirtió en algo tan malvado?, nótese, a su favor: comodidad, una palabra, en contra: todos los demás renglones del párrafo. Ahora resulta que una combinación de fierros, lámina, fibra, plásticos, cristal, metales, hule y aleaciones tiene características humanas (hostil, discriminador, diferenciador social, asesino, etc.) Debería vender el mío hoy mismo si es tan malo, pero no me convenció la Gaceta.

Bueno, eso es lo que se predica en la “máxima casa de estudios de México”, pero ¿la educación en las universidades privadas es mejor?, tengo para mi pesar que no, y ejemplos sobran.

La demanda ha crecido con gran rapidez y la oferta le ha correspondido pero la verdad es que la calidad también deja mucho que desear, desde estudiantes de la licenciatura en derecho que no leen un libro completo en toda la carrera hasta economistas que insisten en que las reformas que proponía López eran las correctas.

Aclaro que no todas las universidades son así y que el alumno tiene un papel principal; aquél que es rápidamente acostumbrado a la lectura y le quitan tantos estigmas desde pequeño al hacerle ver su valía como ser humano y que nadie tendrá que ver con su futuro más que él pues será un brillante alumno en cualquier escuela y exprimirá de ella todo lo que pueda.

Volviendo a la calidad de las escuelas va otro ejemplo: hace poco un destacado alumno de una universidad privada de cierto prestigio, estudiante de la licenciatura en Relaciones Internacionales me envío su tesis de licenciatura para que la revisara y comentara, aclaro, sólo revisarla y comentarla, no tuve nada que ver con su elaboración, el tema en cuestión es China y las consecuencias de su crecimiento en México; tema desarrollado en ¡212 páginas!, es un mundo de información.

El alumno mencionado se hizo merecedor de una beca para estudiar una maestría en esa misma universidad dado que fue el mejor de su carrera. La tesis sobra decir que durante buena extensión de la misma (excepto la parte histórica de los asiáticos y de nuestro país), es una apología del mercantilismo, y que si sus exportaciones le pegan a las nuestras, que México debe defenderse, no importemos más de ese país, la guerra no está perdida (¿?), etc.

Una vez más nuestros jóvenes son adoctrinados por la gran cantidad de profesores que desde su punto de vista de “izquierda progresista” (de moda ahora) hace que los estudiantes sólo defiendan puntos de vista que la misma historia se encarga de hacerlos pedazos.

Lo que me pareció más curioso fue que el alumno que elaboró ésta kilométrica tesis me preguntara el día que me la mandó: ¿qué es una devaluación?, ¿qué es una revaluación?, ¿por qué se le pide a China que haga esto último con su moneda?, ¿qué es deflación?, ¿existe deflación en China? No podía creerlo; que se utilice la tan gustada técnica copy/paste no me parece tan malo, pero en un alumno que busque sólo un título y nada más, que no le preocupe su futuro.

Claro que no son preguntas de cultura general (que no sería nada malo que lo fueran), pero ¿212 páginas y no saber la respuesta?, ya que todo el documento tiene el punto de vista mercantilista ¿la respuesta no está en la tesis?, o ¿ni siquiera la leyó? ¡Y es el mejor alumno de la carrera!, ¡ganador de una beca!

Efectiva y tristemente esto sucede en las Universidades privadas, repito no todas, pero ejemplos así en los mejores alumnos son inadmisibles, es un hecho que varias de las universidades sólo son negocios de buscadores de rentas que se ponen a aventar a muchos chavos así nada más al mercado laboral, sabiendo poco y eso poco mal.

También soy conciente de que el mejor promedio no te dará la solución a los problemas ni te llevará a los mejores lugares, es más, ni siquiera puede ser una herramienta valiosa para competir interna y externamente si los métodos de estudio no son los adecuados y se pasó toda la carrera sólo para “sacar buenas calificaciones”.

¿Qué no pueden ponerse de acuerdo las escuelas con las empresas para saber en qué poner atención?, ¿qué no pueden las mismas escuelas revisar sus planes de estudio?, es un poco tarde tratándose de la educación profesional, pero ¿no se puede poner mayor énfasis en fomentar la lectura?, digo, no creo que exista alguien que te diga que para ser universitario tiene que gustarte la lectura, nada más alejado de la realidad (al menos en nuestro país).

Las escuelas están mal, con planes de estudio en muchos casos obsoletos y en otros inútiles. Los alumnos están muy mal también, me tocó escuchar en alguna ocasión una compañera que decía: “yo sé que el conocimiento está en el salón, pero ¿por qué obligarme a entrar?, ¿por qué tanto valor a las faltas?, el día que quiera entro, y sé que me sirve estar ahí, pero que no me obliguen”, ahí no más, bueno, ella se pagaba su escuela y su decisión era clara. Los profesores están mal, muchos pasan a los alumnos si en ello les va su sueldo (caso típico en algunas universidades privadas donde se le indica al profesor que no puede reprobar estudiantes porque ya no regresan).

La educación en síntesis está muy mal, la básica condena desde niños a nuestros ciudadanos; la media no cambia nada y en la superior cambiarlos es difícil, en caso de que se quiera, por supuesto.

Se debe de rescatar este punto, empezando desde abajo, para que al ir creciendo los jóvenes exijan una calidad mínima que deberá ser respetada, y finalmente exijan estar a la par de los estudiantes de cualquier rincón del planeta.

Al cambiar la educación básica cambiarán por ende todas las demás y nos alejaremos pronto de los ejemplos aberrantes que le he descrito en estos párrafos y que suceden todos los días en el lugar menos propicio, la universidad.

La pregunta es para Felipe Calderón, ya se aceptó que el modelo educativo está rebasado, ¿tendrá las agallas para proponer un cambio de fondo?, ¿un cambio de verdad?, ¿para hacer que el sindicato se ponga a trabajar en lugar de negociar año con año salarios por arriba de la media nacional?, hasta donde vamos y al ver a “la maestra” tan feliz, lo dudo.