Hay muchos comunicadores, ¡y no olvidemos a uno que otro político!, que como economistas son completamente incompetentes. Me refiero a quienes culpan al Gobierno Federal del alza “fuera de lo normal” en los precios, prediciendo hambrunas entre los pobres, siendo que lo primero es una mentira y lo segundo una exageración.
Es increíble: gente, que se supone
bien informada, y con la obligación de informar bien, algunos comunicadores,
han hecho, del próximo aumento en el precio de las gasolinas, el culpable del
reciente incremento en los precios de algunas mercancías, como es el caso, por
poner un ejemplo, del pan blanco. ¿Cómo explican que un aumento, que todavía no
se da, sea la causa de incrementos que ya se dieron? Es más, ¿cómo explican
que, ante la cancelación del aumento en el precio, por lo menos de la gasolina
Magna, en lo que resta del año, sea el gasolinazo la
causa del incremento en el precio, digamos, del pan blanco? ¿Se trata acaso de
un nuevo fenómeno por el cual el efecto antecede a la causa? Porque si es así,
lo primero que hay que hacer, con carácter de urgente, es rehacer toda la
lógica.
No, no hay que rehacer toda la
lógica, bastará que, quienes culpan al gasolinazo del
aumento en precios, analicen correctamente los hechos. Vuelvo, a manera de
ejemplo, al caso del precio del pan blanco, que ha aumentado más – 1.31 por
ciento, durante la primera quincena de septiembre -, que el resto de los
alimentos – 0.41 puntos porcentuales -, y que la inflación general – 0.62 por
ciento -. ¿Por qué? ¿Por el gasolinazo? No, de
ninguna manera. Entonces, ¿cuál es la causa del aumento, mayor de lo normal, en
el precio del pan blanco?
El precio del pan blanco ha
aumentado porque ha aumentado el precio del trigo, su principal materia prima;
el precio del trigo se ha incrementado, porque se ha sembrado menos, y ello ha
generado su escasez relativa; se ha sembrado menos trigo porque se ha sembrado
más maíz; se ha sembrado más maíz, entre otras razones, porque el gobierno
estadounidense ha subsidiado la siembra del mismo; el gobierno estadounidense
ha subsidiado la siembra de maíz para utilizarlo como materia prima para
producir etanol y aumentar su oferta en el mercado; se pretende aumentar la
producción de etanol para hacer frente al aumento en los precios del petróleo
y, por lo tanto, de sus derivados, sobre todo los energéticos. ¿Qué tiene todo
ello que ver con el llamado gasolinazo? Nada,
absolutamente nada, sobre todo porque, en una decisión por demás cuestionable,
Calderón pospuso, hasta enero próximo, el cobro del nuevo impuesto a las
gasolinas y detuvo, para la gasolina Magna, el aumento mensual de cuatro
centavos en su precio.
El precio del pan blanco ha
aumentado, más de lo normal (en México sigue habiendo inflación, razón por la
cual los precios siguen aumentando), porque se ha incrementado su costo de
producción. Ante esta situación hay que elegir entre dos males: que no aumente
el precio y el producto escasee, o que aumente el precio y la mercancía se
produzca en cantidad suficiente. De estos dos males, ¿cuál es el menor? Para
responder no olvidemos que no hay producto más caro que el que no se encuentra
en el mercado.
Al final de cuentas, ¿de qué se
trata? De los precios haciendo su tarea, como lo sabe cualquier economista
medianamente competente, debiendo decir que hay muchos comunicadores, ¡y no
olvidemos a uno que otro político!, que como economistas son completamente
incompetentes. Me refiero a quienes culpan al Gobierno Federal del alza “fuera
de lo normal” en los precios, prediciendo hambrunas entre los pobres, siendo
que lo primero es una mentira y lo segundo una exageración. Pero mientras son
peras o son manzanas ya algunos, tal y como es el caso de los perredistas, demandan la aprobación
de un aumento salarial de emergencia ¡¡¡del 34 por ciento!!!,
tal y como lo dijo el coordinador de los diputados de ese partido, Javier
Gonzalez Garza.
EntrarTanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.