En el momento en que escribo estas líneas los legisladores no han dado a conocer todavía el texto del nuevo Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe). Lo curioso del caso es que han cuestionado a quienes, como yo, han criticado la iniciativa sobre la base de la información que se ha filtrado a distintos medios, pero al mismo tiempo se han negado a revelar exactamente qué están redactando. Una vez que revelen el texto definitivo, tienen la idea de impulsar la iniciativa en unos cuantos días en las dos cámaras del Congreso para evitar críticas.

La información disponible sobre este tema, sin embargo, sigue mostrando que los partidos políticos, y en particular los tres grandes, el PRI, el PAN y el PRD, están utilizando esta reforma electoral para afianzar su poder.

Muchos de los problemas vienen desde la reforma constitucional, que ya está aprobada. La prohibición a los ciudadanos de comprar tiempos en medios, no sólo electrónicos sino también impresos, para defender sus ideas o sus propuestas parte de un intento de excluir a los ciudadanos de la vida política de nuestro país. Si bien al final la modificación constitucional no prohibió las candidaturas ciudadanas, como lo habían pretendido los partidos en un principio, el Cofipe no ofrece ningún procedimiento que permita estas candidaturas. En otras palabras, no habrá candidatos independientes en nuestro país.

El nuevo Cofipe mantiene del ordenamiento anterior una disposición que establece que el IFE dará “lineamientos” de cobertura a los medios de comunicación a través de la Cámara de la Industria de la Radio y Televisión. El anterior Cofipe decía que éstos serían sugerencias, pero el nuevo texto aparentemente omite esto. No queda claro si habrá sanciones para los periodistas que no se ajusten a estos lineamientos. Tampoco queda claro qué pasará con los medios que no son miembros de la cámara. Me pregunto si vamos a tener un sistema doble en el cual los medios que sean miembros de la CIRT serán sometidos a censura pero no los que no pertenezcan a esta organización. Ciertamente los legisladores parecen estar creando un incentivo perverso para que las estaciones de radio y televisión se salgan de esta cámara.

El Cofipe confirma la ignominiosa destitución de los consejeros del Instituto Federal Electoral. Si alguna duda cabía de que esta decisión --la de despedir a unos consejeros que la Constitución determinaba eran inamovibles-- no era más que un castigo a los consejeros por haber hecho su trabajo, esto quedó confirmado por los festejos del PRD. De hecho, Gerardo Fernández Noroña, secretario de comunicación de este partido, se presentó en el último informe del consejero presidente, Luis Carlos Ugalde, la semana pasada con un mariachi para tocarle “Las Golondrinas”.

La naturaleza del nuevo procedimiento de selección de consejeros quedó en evidencia con el registro de cientos de aspirantes al IFE, la mayor parte de ellos sin ninguna idea de los procedimientos electorales. Uno de ellos señaló que lo primero que haría al asumir la presidencia del IFE sería anular unilateralmente las elecciones del 2006 y convocar a nuevas elecciones en las que sólo se permitiría la participación del ex rector de la UNAM Juan Ramón de la Fuente.

Pero, ¿para qué nos quejamos? Ese es el tipo de democracia que los dirigentes de nuestros partidos políticos están construyendo.