La inflación general anual en 2007 resultó ser de 3.74%, cifra por debajo del rango superior de la meta oficial de Banxico y menor en 0.29 puntos porcentuales a la inflación general registrada en 2006, lo que significa la segunda menor inflación para un fin de año registrada a lo largo de 37 años, solo superada por el 3.33% logrado en 2005. ¿Esto es un buen resultado? ¿La inflación subyacente también se comportó de la misma manera? ¿Cuáles son las presiones y riesgos adicionales para 2008? ¿Estamos ante una “escalada de precios insostenible” como aseguran algunos medios?

La meta de inflación establecida por el Banco de México es del 3%, con un rango de variabilidad de +/- 1 por ciento. En este escenario, la inflación anual en 2007 se ubicó en el margen de tolerancia, sin embargo, gran parte del año ésta se mantuvo en el límite e incluso sobrepasándola, destacando el mes de marzo, donde se reportó una inflación anualizada de 4.21%. En promedio, durante 2007 se registró una inflación anual de 3.97%, destacando el último trimestre como el de mas bajo promedio y el primer trimestre como el más alto. Las presiones inflacionarias durante todo el año obedecieron a presiones externas derivadas de choques de oferta, específicamente por aumentos en los precios de los energéticos, de los alimentos y en algunos insumos básicos de demanda mundial.

En materia de la inflación subyacente las cosas son un poco diferentes. La inflación subyacente es un subíndice que marca la tendencia de la inflación general en el mediano y largo plazos. Este subíndice no considera a los precios cuyo comportamiento es distinto a la mayoría, tales como los administrados y concertados, los agrícolas y educación, específicamente colegiaturas (y los cuales se denominan no subyacentes). Así, la inflación subyacente en 2007 fue de 4.0%, monto en la zona de aceptación de la autoridad monetaria, pero ligeramente mayor que todos los demás meses anualizados de 2007. Asimismo, en diciembre de 2007 se reportó el segundo mayor incremento mensual del año de la inflación subyacente (0.46%), después del 0.50% reportado en enero de 2007.

En este sentido, es importante definir claramente los orígenes de las presiones en el INPC que ha sufrido nuestro país, situación que no es exclusiva de México sino que corresponde a un fenómeno a nivel mundial que comenzó con el gran crecimiento de la economía China y su demanda de energéticos, la cual posteriormente, y en la búsqueda de fuentes alternativas de energía ante los altos precios del petróleo, incrementó la demanda del maíz (para producir etanol), lo cual generó presiones en los precios de los artículos que lo utilizan como insumo o como sustituto como la tortilla, azúcar, trigo y otros granos, siguiéndole después los productos procesados. Pero a pesar de los incrementos en los precios de los alimentos, durante 2007 la inflación en México fue menor a la observada en otros países de Latinoamérica.

*Noviembre

Existe otro indicador especial que elabora Banxico y que se refiere al índice de la canasta básica. Los resultados para el 2007 son satisfactorios si se toma en cuenta que la inflación general de la canasta básica fue de 4.03%, cifra menor en 0.16 puntos porcentuales que la inflación de este índice reportada en 2006. Este resultado es la segunda menor inflación para un fin de año después del 3.88% reportado en 2005 registrada en los últimos 25 años, cifra relevante si se toman en cuenta las enormes presiones externas a la que fueron sujetos algunas de las mercancías que componen este índice. Adicionalmente, el índice de la canasta básica reporta una inflación promedio anualizada para el mes de enero durante los últimos siete años de 5.36% así como una variación promedio mensual de 0.93%. A reserva de esperar la evolución de este índice en el presente año, difícilmente los resultados estarán por arriba de estos promedios, lo cual significará que la inflación ni se está desbordando, ni está fuera de control como algunos aseguran y afirman irresponsablemente. De hecho, algunos analistas estiman que la inflación para los artículos de la canasta básica en enero de 2008 será de 0.67%, monto 0.28 puntos porcentuales menor que la inflación de 0.95% registrada en enero de 2007.

Además, recordemos que la inflación es un aumento generalizado y sostenido en los precios. En otras palabras, debemos hablar de inflación cuando vemos específicamente que la mayoría de los precios suben constantemente y no cuando simplemente algunos aumentan en forma aislada, entonces, el aumento en algunos productos que componen la canasta básica no significa que estemos hablando de un fenómeno inflacionario, ya que los artículos que aumentan de precio son compensados con las disminuciones que se dan en otras mercancías.

Sin embargo, ¿qué es lo que está generando las presiones inflacionarias en el inicio de este año? La primera respuesta y las más importante tiene que ver con las expectativas inflacionarias que se están creando en torno a este tema. Recordemos que este factor es única y exclusivamente de carácter subjetivo y puede ejercer una influencia directa sobre el comportamiento de los precios, ya que si una persona espera cierto nivel de incremento en los precios, ésta de manera racional, incorporará esta expectativa a los contratos y acuerdos informales que celebre con otras personas, validando desde ese momento dichas expectativas y generando con ello lo que se denomina una inflación tendencial. En otras palabras, se está generando una “psicosis” de inicio de año de un alza generalizada de precios, principalmente en productos de la canasta básica.

Decimos que las expectativas inflacionarias son la respuesta más importante a las presiones inflacionarias en nuestro país, porque gran parte de dichas expectativas carecen de un fundamento real. Algunos lo atribuyen al efecto que tendrá en este año: 1) los nuevos impuestos a la gasolina y el IETU, 2) el continuo incremento en los precios de los alimentos, y 3) Los efectos de la famosa “cuesta de enero”.

Respecto al primer punto referente a los nuevos impuestos a la gasolina recordemos que desde el pasado 5 de enero se aplicó un aumento mensual de 0.0200 pesos (dos centavos) por litro en el precio de la gasolina Magna y de 0.0166 (1.6 centavos) por litro en el precio del diesel, subrayando que estos incrementos son iguales a los registrados en los meses de enero de los dos años previos. Si anteriormente comprobamos que el incremento aplicado a mediados de noviembre de 2006 al precio de la gasolina Premium de 0.29 pesos por litro no tuvo ningún impacto importante en la inflación general durante los dos últimos años, ¿por qué es de esperarse que la aplicación de un aumento de dos centavos por mes (0.24 pesos por año) sí vaya a afectar la inflación general? En lo que respecta al IETU, ya anteriormente habíamos señalado también que muy aventurado asegurar que la entrada en vigor de las nuevas medidas tributarias, como el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) a partir de 2008, impacten negativamente la inflación, situación que en el mejor de los casos, habrá que esperar una correcta evaluación una vez que transcurra el año y no hacer juicios previos porque seguramente serán erróneos. En lo que se refiere a la llamada “cuesta de enero”, es importante mencionar que ésta no promete ser mucho mayor a las que ya se han visto en años anteriores.

Muchas personas y medios mal informados o mal intencionados han declarado respecto a la situación actual como si tuviéramos una espiral inflacionaria totalmente fuera de control. Si bien es cierto que existen presiones inflacionarias de corto plazo, derivadas de choques del sector externo dado el repunte de las cotizaciones de las mercancías (incluidos los alimentos) a nivel mundial, es una gran exageración hablar de una situación fuera de control. El gran reto del Banco de México será eliminar esas expectativas inflacionarias que se están creando para evitar que se validen y se dé un efecto contagio hacia la formación de los demás precios de la economía. Sin embargo la realidad es evidente, ya que a pesar de que durante algunos meses del 2007 la inflación anual superó ligeramente el rango de variabilidad establecido por Banxico, el promedio de los tres años anteriores ha sido el más bajo de los últimos 37 años.

Banxico desde hace varios años ha logrado consolidar un camino más firme hacia la credibilidad en su objetivo de estabilidad de precios que se refleja en la cada vez mayor confianza de los inversionistas en nuestro país, la prueba más contundente la encontramos en la exitosa colocación del Bono Global a tasa fija de 6.055% por 1,500 millones de dólares con vencimiento en el año 2040, y esto son realmente buenas noticias para este comienzo de año que casi nadie dice.