Somos el único país petrolero en el mundo que refina su petróleo en el extranjero, pero prohíbe a sus ciudadanos refinarlo en su país, para dar risa, pero así es y todavía hay quienes defienden que así se quede.
Una de las contradicciones más
irracionales de la legislación petrolera mexicana es que cualquier nacional o
extranjero puede refinar petróleo mexicano en el extranjero, pero en México el
único que puede refinarlo es el gobierno a través de PEMEX. Esa posición ha
llevado a que cada día tengamos que importar más refinados. En 1990 importamos
el 8% de las gasolinas que consumimos; en el 2007, el 41% y de continuar las mismas
tendencias en siete años importaremos cerca del 50% de las gasolinas.
En el documento titulado
“Diagnóstico: Situación de PEMEX” publicado por la Secretaria de Energía, se
alude a esa situación:
“Desde 1979 no se ha construido una
nueva refinería en México. De hecho, los requerimientos de transformación de
crudo y la necesidad de abrir mercados para el petróleo pesado que produce
PEMEX, aunado a las restricciones a que está sujeta la empresa en territorio
nacional, obligó en
La solución racional es que en lugar
de que PEMEX se asocie en el extranjero con extranjeros para refinar el
petróleo mexicano, tal como lo ha hecho hasta la fecha, que lo haga con empresarios
mexicanos para refinarlo en México. Así los empleos directos e indirectos de
esa actividad se quedarán en México. Esos cambios lógicos y de sentido común
son condenados por los radicales del PRD que dicen “no” a todo.
Somos el único país petrolero en el
mundo que refina su petróleo en el extranjero, pero prohíbe a sus ciudadanos
refinarlo en su país, para dar risa, pero así es y todavía hay quienes
defienden que así se quede.
EntrarTanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.