Hacer más con menos, no solamente en la producción, también en el consumo. Hacer más con menos, tal es la definición del progreso económico, sobre todo en un mundo, como el nuestro, marcado por la escasez. Ante la escasez, ¿qué hacer? Más (por ejemplo: consumir) con menos (por ejemplo: tiempo), manera de hacer que hoy es posible gracias a Internet. Vuelvo al tema de los libros.
Hacer más con menos, no solamente en
la producción, también en el consumo. Hacer más con menos, tal es la definición
del progreso económico, sobre todo en un mundo, como el nuestro, marcado por la
escasez, comenzando por la escasez de tiempo: veinticuatro horas al día y una
determinada cantidad de días en la vida de cada quien. Ante la escasez, ¿qué
hacer? Más (por ejemplo: consumir) con menos (por ejemplo: tiempo), manera de
hacer que hoy es posible gracias a Internet. Vuelvo al tema de los libros.
Una de las materias que imparto en
la universidad es Historia del
pensamiento económico, razón por la cual, en los últimos meses, he centrado
la atención en el siglo XVIII, el siglo de Ricardo Cantillon
(1680 – 1734), para muchos el verdadero padre de la economía política, de quien
póstumamente (1755) se publicó su Ensayo
sobre la naturaleza del comercio en general; de los fisiócratas, sobre todo
de Anne - Robert Jacques Turgot (1727 – 1781), autor de Reflexiones sobre la formación y distribución de la riqueza (1769 –
1770); de Sir James Steuart (1713 – 1780),
considerado el último mercantilista, ¡como si hoy ya no los hubiera!, autor de Una investigación sobre los principios de la
economía política, pensamiento de Steuart al cual
respondió Adam Smith (1723
– 1790) en La riqueza de las naciones
(1776); de Jeremy Bentham
(1748 – 1832), quien en 1787 publicó Defensa
de la usura, un alegato en contra de la propuesta de Adam
Smith a favor de la fijación de la tasa de interés
por el poder político (fijación que Smith defendía,
no tanto por motivos económicos, sino por consideraciones éticas).
De los cinco libros mencionados
en el párrafo anterior cuatro, Ensayo sobre la
naturaleza del comercio en general, de Cantillon; Reflexiones sobre la formación y distribución
de la riqueza, de Turgot; La riqueza de las naciones, de Smith, y Defensa de
la Usura, de Bentham, están editados por el Fondo
de Cultura Económica y, por lo tanto, se consiguen con cierta facilidad, no
siendo el caso del libro de Steuart, Reflexiones sobre la formación y distribución de la riqueza, que no aparece
en el catálogo del FCE.
¿Alguna otra editorial ha
publicado, en español, el libro de Steuart? No lo sé.
¿Existe algún ejemplar, en inglés o español, en alguna biblioteca de las
escuelas y facultades de economía del país, o en alguno de los institutos
dedicados a la investigación económica, tanto gubernamentales como privados?
Supongo que sí, pero no lo sé. ¿Existe algún ejemplar, en español o inglés, en
alguna biblioteca privada en México? Sí. ¿En cuál? En la mía. ¿Me costó mucho,
desde tiempo hasta dinero, conseguirlo? No: no más de diez minutos y 95.21
pesos, el precio que pagué por las 89 hojas en las que (por ambos lados)
imprimí el texto, más el importe del engargolado.
¿Cómo lo conseguí? Por Internet,
cuatro pasos:
http://cepa.newschool.edu/het/home.htm
http://cepa.newschool.edu/het/alphabet.htm
http://cepa.newschool.edu/het/profiles/steuart.htm
http://socserv2.socsci.mcmaster.ca/~econ/ugcm/3ll3/steuart/prin.html
Lo dicho: unos cuantos minutos,
y menos de cien pesos por la impresión y el engargolado, todo lo cual aumentó
mi productividad como consumidor. Antes de Internet el lector tenía que salir a
buscar los textos, búsqueda que, antes que otra cosa, podía involucrar una
buena cantidad de tiempo, sobre todo si se trataba de un texto poco editado,
tal y como es el caso del libro de Steuart, que hoy,
gracias a Internet, está al alcance de todo aquel que tenga acceso a
Continuará.
EntrarTanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.