Peso sobre peso, ¿quién cree usted que gaste mejor? ¿Los gobernantes o los gobernados?
No por esperada la noticia deja de
ser mala. Lo esperado: un gasto del sector público, en 2009, mayor que el
ejercido en 2008, tanto en términos absolutos (incremento real) como en
relativos (porcentaje del PIB). Lo malo: los burócratas contarán, tanto en
términos absolutos como relativos, con más recursos, como si de ello dependiera
un mayor desarrollo de los mexicanos, lo cual no es cierto, y a dos pruebas me
remito.
Primera: durante los tres primeros
años del gobierno foxista el gasto del sector público
creció, en términos reales, 11 por ciento. ¿Cuánto crecerá durante la primera
mitad de la administración calderonista? 30 puntos
porcentuales, prácticamente tres veces más. Ello, ¿se ha traducido en un mayor
desarrollo de los mexicanos? ¿Hoy, la mayoría de los mexicanos, vive mejor que
hace seis años? Y si algunos viven mejor, ¿la mejoría se debe al mayor gasto
del sector público?
Segunda: en el 2001, primer año de
este siglo XXI, el gasto del sector publico representó el 22.8 por ciento del
Producto Interno Bruto, PIB, es decir, de la producción de bienes y servicios
y, por lo tanto, del ingreso generado por los mexicanos. ¿Cuál será el porcentaje
el año entrante, suponiendo un crecimiento del PIB del 2.41 y 2.89 por ciento
en 2008 y 2009 (según los resultados de la última Encuesta Sobre las
Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privada, levantada por
el Banco de México), y tomando en cuenta un gasto del sector público de 2.82
billones de pesos? 29.0 por ciento, lo cual quiere decir que, en lo que va del
siglo XXI, el sector publico pasó de apropiarse el 22.8 por ciento del ingreso
generado por los mexicanos al 29.0 por ciento, en una tendencia que, de
mantenerse otro tanto (nueve años más), dará como resultado que, en el 2018,
dentro de diez años, el sector público se apropie del 36.9 por ciento de los
ingresos generados por los mexicanos, lo cual me lleva a la siguiente pregunta:
¿a partir de qué porcentaje la apropiación que lleva a cabo el gobierno al
cobrar impuestos comienza a ser un robo con todas las de la ley?, sin olvidar
el tema de los resultados: el que el sector público se apropie hoy de un mayor
porcentaje del ingreso del que se apropiaba hace nueve años, ¿ha dado como
resultado mayor desarrollo para los mexicanos?
Es más, el que esa apropiación sea
hoy mayor que la de hace nueva años, ¿ha
dado como resultado un gobierno más honesto y eficaz, sobre todo en aquellas
tareas a las que no puede renunciar sin dejar de ser gobierno, y me refiero,
¡obviamente!, a la seguridad y a la justicia? Ante los resultados obtenidos,
¿se justifican esos incrementos en el gasto del sector público? Y si no se
justifican, ¿por qué se aplican?
Muy sencillo: porque quieren y
pueden, y por favor no me vengan con el cuento de que para eso están los
legisladores, para evitar que el Poder Ejecutivo se despache con la cuchara
grande. No hay que olvidar que los legisladores viven del presupuesto y que, en
todo caso, como sucede año tras año, lucharán por reasignarlo de la manera que
más les favorezca (la famosa lucha cobijo
- descobijo), pero de ningún modo, ¡y apuesto doble contra sencillo!,
intentarán reducir el gasto del sector público y, ¡todavía mucho menos!, que
esa reducción se traduzca en la rebaja de impuestos, todo ello en beneficio de
los contribuyentes, con todo lo que ese beneficio implicaría.
Por lo pronto la tendencia se
confirma: hacia un sector público que se apropia, año tras año, de una mayor
tajada de los ingresos generados por los mexicanos. Peso sobre peso, ¿quién
cree usted que gaste mejor? ¿Los gobernantes o los gobernados?
EntrarTanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.