El derecho del ser humano a la vida, la libertad y la propiedad supone el derecho a portar armas, y gobierno que le prohíbe a sus gobernados portarlas comete un abuso de poder con serias repercusiones éticas.
La tarea esencial del gobierno,
aquella a la cual no puede renunciar sin dejar de serlo, es doble: garantizar
la seguridad contra la delincuencia e impartir justicia en su doble vertiente:
castigar al criminal y resarcir a
El problema, tanto para gobernantes
como para gobernados, es que el gobierno es incapaz de garantizar la seguridad,
e impartir justicia, para todos y todo el tiempo. Ni siquiera el gobierno más
honesto y eficaz es capaz de garantizarle a todos sus gobernados, y de hacerlo
todo el tiempo, que no serán víctimas de la delincuencia y que, si llegan a
serlo, el delincuente será castigado y la víctima resarcida. No ha existido, no
existe, y no existirá, tal gobierno, lo cual quiere decir que todo gobierno, en
mayor o menor medida (y el reto es que sea en la menor medida posible),
fracasa, fracaso que, cuando lo es frente a un contribuyente cumplido, plantea
el dilema ético de cómo justificar ante ese contribuyente el cobro de
impuestos.
Es más, la doble tarea esencial del
gobierno - garantizar la seguridad contra la delincuencia e impartir justicia –
parte del reconocimiento de que, en mayor o menor medida, el gobierno fracasa
en la primera, razón por la cual debe pasar a
Pasemos de la tarea del gobierno a
los derechos de las personas, que son a la vida, la libertad y la propiedad,
derechos en contra de los cuales se puede delinquir matando, secuestrando,
robando, etc. El derecho de la persona a la vida, la libertad y la propiedad
supone, ¡obviamente!, el derecho a defenderlas contra las agresiones de los
delincuentes. Derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad quiere decir
derecho a defenderlas, y derecho a defenderlas quiere decir contar los medios
para hacerlo. Medios, ¿cuáles? Muy sencillo: el gobierno, cuya tarea esencial
(la más esencial de las dos) es
garantizar la seguridad de los gobernados contra
Si el derecho del ser humano a la
vida, la libertad y la propiedad supone el derecho a defenderlas, entonces la
persona debe contar con los medios necesarios para, dadas las fallas del
gobierno en la materia, defenderlas de manera apropiada. ¿Y cuáles son esos
medios? En primer lugar las medidas de seguridad que dicta la prudencia,
medidas que podrán ser muy eficaces, pero nunca cien por ciento eficaces.
Entonces, ante la ineficacia de las medidas más eficaces en materia de
seguridad, ¿qué queda? Las armas.
El derecho del ser humano a la vida,
la libertad y la propiedad supone el derecho a portar armas, y gobierno que le
prohíbe a sus gobernados portarlas comete un abuso de poder con serias
repercusiones éticas, sobre todo cuando la delincuencia está bien armada.
EntrarTanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.