La libertad económica ha demostrado ser uno de los detonadores más importantes de la inversión y la prosperidad en el mundo. Donde hay libertad los inversionistas pueden tener una mayor certeza de que podrán tomar sus propias decisiones y defender sus intereses. Donde no la hay, el Estado u otros particulares pueden despojarlos del fruto de sus inversiones.

Por eso preocupa que México se encuentre cada vez más rezagado frente a otros países en libertad económica. De conformidad con el índice que compila el Instituto Fraser de Canadá, nuestro país se ubica en el lugar número 68 de 141 considerados en el estudio. De hecho, ha venido perdiendo lugares de manera sistemática en los últimos años.

Los dos países que registran un mejor nivel de libertad económica en el mundo son Hong Kong y Singapur. Ambos vivían en la década de 1950 bajo una pobreza muy superior a la nuestra. Hoy tienen una prosperidad muy superior a la de México. Sus niveles de vida han tenido altas tasas de crecimiento y esto es en buena medida consecuencia de su libertad económica.

Chile, que se encuentra en el número cinco, es el país latinoamericano mejor posicionado en la lista internacional de libertad económica. Es también una nación que ha tenido un rápido desarrollo y que de hecho está en camino de convertirse en el primer país desarrollado de Latinoamérica. Una vez más, la libertad económica paga dividendos elevados.

No solo Chile sino varias naciones latinoamericanas se encuentran en mejor posición que México. Panamá, por ejemplo, ocupa el lugar 14; El Salvador y Honduras están empatados en el 28; Guatemala se encuentra en el 42; Nicaragua está en el 60 y Belice en el 67, uno antes que México.

El que países más pobres que el nuestro tengan mejores índices de libertad económica significa que nos irán aventajando de manera gradual. La relación entre la libertad y la inversión no es inmediata, pero sí se manifiesta de manera inevitable con el tiempo.

Significativamente, el peor país de Latinoamérica en este índice de libertad económica es Venezuela, país cuya economía ha venido cayendo de manera gradual. Esto explica por qué, a pesar de que ha gozado de una gran bonanza petrolera, su nivel de vida ha declinado de manera sistemática.

Los venezolanos pueden atribuir su situación a la testarudez ideológica de su presidente, Hugo Chávez, quien está decidido a controlar de manera directa porciones cada vez más importantes de la economía de su país. Los mexicanos podemos culpar a nuestros políticos. Ellos han sido los responsables de que México siga teniendo un nivel de libertad económica muy bajo, el cual se refleja en una gran pobreza entre la población en general.

El primer paso para combatir la pobreza es entender los factores que la producen. Cuando vemos el bajo nivel de libertad en la economía mexicana, encontramos una de las más claras explicaciones de la pobreza de nuestro país.