Esa mediocridad encuentra su causa, de manera principal, en un marco institucional (reglas del juego) injusto e ineficaz, que no reconoce plenamente, no define puntualmente, y no garantiza jurídicamente, los derechos a la libertad individual y a la propiedad privada, siendo condiciones necesarias del progreso económico.
Los dos hechos mencionados en el último Pesos y Contrapesos- crecimiento promedio anual, entre 1983 y 2009, de la producción de bienes y servicios, y por ello de la generación de ingreso, de 2.0 por ciento, e inflación, también promedio anual, entre 1971 y 2009, de 28.1 puntos porcentuales - muestran, en lo general, un desempeño mediocre de la economía mexicana y, lo más preocupante, sin miras de mejora, nada de lo cual es motivo de orgullo. Al contrario, todo ello es ocasión de vergüenza, sobre todo si reconocemos, ¿y cómo no hacerlo si así es?, que esa mediocridad encuentra su causa, de manera principal, en un marco institucional (reglas del juego) injusto e ineficaz, que no reconoce plenamente, no define puntualmente, y no garantiza jurídicamente, los derechos a la libertad individual y a la propiedad privada, siendo condiciones necesarias del progreso económico.
Cada vez queda más claro que el progreso económico, que incluye el crecimiento elevado y sostenido de la producción de bienes y servicios, y por ello la generación elevada y sostenida de ingreso, y también la estabilidad de precios, y por ello la preservación del poder adquisitivo del ingreso generado en la producción de mercancías, es el resultado, no de las políticas económicas del gobierno (que, al modificar arbitrariamente los resultados naturales de los mercados, causan más mal que bien), sino de las reglas del juego (marco institucional), que, si son justas, y al serlo también son eficaces, reconocen, definen y garantizan la libertad individual y la propiedad privada, binomio que es condición necesaria del progreso económico, mismo que en México carece de esos cimientos.
Según el Índice de Libertad Económica 2010, de la Heritage Foundation, México ocupa, entre 179 países, el lugar 41, con una calificación, sobre diez, de 6.8. ¿Motivo de Orgullo?
Según el Índice Internacional de Derechos de Propiedad 2010, de la Property Rights Alliance, México se sitúa, entre 125 naciones, en la posición 72, con una calificación, sobre diez, de 4.7. ¿Motivo de Orgullo?
En materia de competitividad (que es resultado de la competencia, que a su vez es resultado de la libertad para invertir, que a su vez es resultado de la propiedad sobre los medios de producción), según el Índice de Competitividad Global 2010 – 2011, del World Economic Forum, México ocupa, entre 139 países, la posición 41, con una calificación, sobre diez, de 5.9. ¿Motivo de Orgullo?. Esas malas calificaciones (libertad: 6.8; propiedad: 4.7; competitividad: 5.9), explican los malos resultados (crecimiento promedio anual, entre 1983 y 2009, de la producción de mercancías y la generación de ingreso, de 2.0 por ciento, e inflación, también promedio anual, entre 1971 y 2009, de 28.1 puntos porcentuales), y las malas calificaciones se explican por los excesos y defectos del marco institucional de la economía, consecuencia de la ignorancia y/o prejuicios y/o intereses creados de los responsables, ¡los legisladores!, quienes, hasta el momento, han sido incapaces de eliminar esos excesos y defectos, no viéndose una posibilidad real de que lo harán. ¿Motivo de Orgullo?
EntrarTanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.