(Quinta y última parte de El neoliberalismo sigue derrotando la pobreza)

No se trata de una novedad, por supuesto, pero los nuevos datos sobre IDH siguen confirmando la intensa correlación entre libertad económica y bienestar, lo cual hace altamente plausible la hipótesis sobre la existencia de una relación causal entre las dos variables, en la que a la primera corresponde la categoría de independiente y la segunda de dependiente. Pero en realidad la hipótesis desde hace tiempo ha dejado de ser plausible para tornarse en certidumbre científica, particularmente mediante los estudios casuísticos sobre el progreso de las naciones, en particular del salto cualitativo del subdesarrollo al desarrollo.

Como se observa en la tabla 2, de las 20 jurisdicciones que ocupan los 20 primeros lugares en IDH, doce (en negrillas) al mismo tiempo figuran entre las 20 de mayor libertad económica (según el índice de la fundación Heritage) y 16 de ellas forman parte de las 30 de mayor libertad económica.

Tabla 2
Correlación entre desarrollo humano (Naciones Unidas - 2010) y libertad económica (The Heritage Foundation - 2011)
[20 jurisdicciones con mayor IDH]

Con base en los datos de las fuentes ya citadas es posible establecer una correlación general entre el ranking de IDH, por un lado, y los rankings de libertad económica, por otro. Los valores a correlacionar serían las posiciones relativas de cada jurisdicción en su respectiva lista (no los índices en sí, lo cual sería impropio).

Para el ejercicio las listas de jurisdicciones de cada variable deberían ser iguales, lo que de entrada supone una dificultad porque mientras que un listado consigna datos de un determinado país, del mismo no figuran en la otra lista. Esto obliga a reducir las listas a aquellas jurisdicciones de las que existe información tanto de IDH como de libertad económica (así como recalcular las posiciones relativas).

En un primer ejercicio se correlacionaron 164 jurisdicciones que figuraban tanto en el ranking de IDH como en el índice de libertad económica de The Heritage Foundation, lo cual arrojó un coeficiente de correlación bivariable de 0.735, que merece la categoría de “fuerte” (menos de 0.500 es una correlación débil o no significativa, entre 0.501 y 0.950 es fuerte y entre 0.951 y 1 es perfecta).

En otros términos: a mayor libertad económica, mayor desarrollo humano (y viceversa).

Tabla 3
Correlación entre desarrollo humano (2010) y derechos de propiedad (2011)
[20 primeras posiciones en IDH]

El ejercicio relativo a 139 jurisdicciones entre el listado de IDH y el de libertad económica elaborado por Cato Institute y Fraser Institute, dio un coeficiente de correlación todavía más fuerte: 0.761. Parafraseando a un viejo maestro de estadística y sociología, que siempre advertía que la simplificación era imprecisa pero ilustrativa, diríamos: el nivel relativo de bienestar de un país se debe, cuando menos, en un 76% al grado de libertad económica.

Y el ejercicio de correlación entre derechos de propiedad e IDH también arrojó un coeficiente elevado, respecto a los listados coincidentes de 123 naciones: 0.757.

Como se aprecia en la tabla 3, de las 20 jurisdicciones con mayor IDH, 17 al mismo tiempo están entre las 20 de mayor respeto a los derechos de propiedad. Y los 3 países que no están entre los 20 primeros de esta variable (Corea del Sur, España e Israel), tampoco están en el fondo de la lista y ni siquiera en medio. Los anticapitalistas dirán lo que quieran, pero los regímenes que irrespetan la propiedad privada no garantizan prosperidad a las sociedades que oprimen.

Desde su aparición hace dos siglos el capitalismo triunfó sobre cualquier sistema económico al mejorar la calidad de vida de los seres humanos de manera insuperable y ello se siguió confirmando en función de, por un lado, la propagación del capitalismo y de, por otro lado, que el socialismo probó su miseria en la práctica.

En ninguna parte del mundo hasta ahora el modelo capitalista ha existido con una pureza del 100%. Hasta en las economías más libres hay un peso muy grande del intervencionismo estatal y ni qué decir de las demás. Pero el capitalismo es tan fuerte que pese a ello ha seguido prodigando riqueza y bienestar. ¡Qué mundo tan prospero sería el nuestro, si desde hace tiempo todas las naciones hubieran adoptado al capitalismo sin reservas y existiera sin la camisa de fuerza que frena su potencial!

Hacia 1970 era más patente la superioridad del capitalismo sobre el socialismo o sobre cualquier sistema económico precapitalista que en tiempos anteriores, pero en aparente paradoja las fuerzas socialistas y estatistas estaban cobrando su mayor impulso. En la década de los años setenta nuevas naciones cayeron bajo el yugo comunista, proliferaron regímenes nacionalistas revolucionarios que compartían el 95% de sus ADN con los comunistas y el estatismo crecía por doquier.

Pero al máximo avance del anticapitalismo sucedió la resistencia ante el estatismo en la cuna del capitalismo (Inglaterra) y en su buque insignia en el siglo XX (Estados Unidos). Pero al mismo tiempo y antes de que empezara el derrumbe de la Unión Soviética, en China se estaba iniciando en forma callada una revolución.

¿Cuán profundo fue el giro hacia la libertad en el mundo desde 1980? Por desgracia no hay datos suficientes para responder cabalmente a la interrogante. El índice de libertad económica de The Heritage Foundation arranca en 1995. El de The Cato Institute va, ciertamente, de 1970 a la fecha (en realidad 2008), pero no incluye información sobre los países comunistas, salvo sobre China y Hungría a partir de 1980.

Conforme a los datos de 103 jurisdicciones, de las cuales hay datos en 1980 y también en 2008, la libertad económica en el mundo habría crecido en tres décadas en un 22.66%, al pasar de un índice promedio mundial de 5.47 a uno de 6.71 (según una escala que va de 1 a 10). Quepa señalar que este promedio hace abstracción del tamaño de las poblaciones de las jurisdicciones y por ende del número de personas beneficiadas por la propagación del capitalismo.

Pero en realidad el progreso debió haber sido más importante. Desafortunadamente –según ya señalamos- en las bases de datos del índice de Cato Institue no figuran los países ex comunistas (al parecer por la dificultad de saber que ocurría exactamente en los mismos). Por tanto, si se consideraran los países comunistas carentes de libertad en forma casi absoluta, la calificación promedio mundial de 5.47 en 1980, debió ser considerablemente menor, dado que el mundo tomando en su conjunto era predominantemente no libre. Por tanto el avance de la libertad económica ha sido en realidad mayor en estas tres décadas, cuando hoy el mundo es más libre que no libre.

Tabla 4
Correlación entre la variación del IDH y del índice de libertad económica en las 3 últimas décadas
(países seleccionados)

En la tabla 4 se presentan los casos de algunas de las jurisdicciones con mayor éxito en términos de IDH y al mismo tiempo mayor avance en libertad económica (así como un par de casos de lo opuesto).

El caso más relevante es el de China, país donde se ubica casi la quinta parte de la población mundial. Logró entre 1980 y 2010 un avance del 80.16% en su IDH y ello es atribuible a que en el mismo periodo logró aumentar su libertad económica en 66.67%.

El caso exactamente opuesto al de China sería el ya analizado de Zimbabwe, que vio retroceder su IDH en -41.91%, lo que responde a la caída de su libertad económica en un -29.86.

El mundo ha tenido en las 3 últimas décadas un avance en la reducción de la pobreza que por su misma magnitud no se repetirá, como observa Johan Norberg. Hay en el mundo muchas personas que siguen aún en la extrema pobreza, aunque no ya la mayoría. Pero la única manera en que esas personas saldrán de su actual condición y en que quienes gozan bienestar conserven su posición y la mejoren, no es otra que capitalismo y más capitalismo.

Finalmente, sirva este panorama para plantear una pregunta crucial que los partidarios de la libertad debemos responder: ¿por qué si el capitalismo han traído desde hace dos siglos beneficios sin precedente y la libertad económica sigue ampliando el bienestar de la humanidad, las ideologías anticapitalistas continúan siendo las hegemónicas y no la liberal, a la cual la mayoría de los seres humanos deben su progreso?