Hasta un chivo y un puerquito llevó Andrés Manuel López Obrador al Tribunal Electoral como pruebas del fraude en la elección del 1º de julio. Les advirtió a los magistrados no utilizar “argucias legaloides” y les exigió declarar la invalidez de la elección. La verdad, sin embargo, es que no será tan sencillo para el Tribunal seguir estas órdenes. Las causales de anulación de una elección no parecen haberse cumplido.

Por lo pronto el Tribunal ha ratificado sin cambios las decisiones de las salas regionales para ratificar los resultados de 141 distritos electorales que habían sido impugnados. El proceso judicial, en lugar de darle más escaños al PRD y quitárselos al PRI, como esperaba la izquierda, eliminó un triunfo perredista, por la anulación de los resultados de 15 casillas en Coacalco, estado de México, y se lo dio al PRI. El número de diputados de mayoría relativa del PRI pasó así de 207 a 208. Con los diputados de representación proporcional, y si el PRI logra en la próxima legislatura el respaldo del Partido Verde y Nueva Alianza, el resultado será darle al tricolor un total de 251 votos, una mayoría mínima pero absoluta en la Cámara de Diputados de 500 escaños.

Este 15 de agosto, por otra parte, tomó posesión como nuevo presidente municipal de Morelia, Michoacán, Lázaro Medina. Su primer triunfo electoral en noviembre de 2011 fue anulado por la sala regional del Tribunal Electoral de Toluca por el uso de unos calzones con logotipo del PRI por el boxeador Juan Manuel Márquez en una pelea en Las Vegas, Estados Unidos, con el filipino Manny Pacquiao. La otra causa fue la transmisión por una televisora de cable del cierre de campaña del PRI en la ciudad de Morelia.

Lo curioso del caso es que el tribunal de Toluca no consideró el hecho de que esa televisora de cable había transmitido los cierres de campaña de los tres contendientes principales, lo cual significa que no hubo una cobertura inequitativa, sólo que el PRI y el PAN no protestaron por la transmisión del cierre de los partidos de izquierda. La sala superior del tribunal, por otra parte, no consideró como causal de invalidez de la elección al gobierno de Michoacán los calzones del boxeador Márquez cuando el caso llegó a su consideración, por lo que ratificó el resultado de la elección. Al final Lázaro Medina tuvo que presentarse a una nueva elección, pero la volvió a ganar.

Cada caso es distinto, y como ya nos han demostrado los magistrados en sus fallos sobre Morelia y Michoacán, distintos tribunales pueden tener visiones diferentes del mismo hecho. Nadie puede estar seguro de cuál será la decisión de la sala superior sobre la exigencia de López Obrador de invalidar la elección presidencial. Pero muchos especialistas en derecho electoral dudan que los magistrados vayan a declarar nulos los comicios.

La gran pregunta es qué ocurrirá entonces. Casi nadie en la izquierda se ha atrevido a cuestionar púbicamente la posición de Andrés Manuel, pero muchos tienen temor de perder los avances que ha tenido la izquierda en esta elección, una de las más exitosas de la historia para esta corriente, a cambio de defender la ambición personal de un político individual.