El día que comenzó la democracia en México se acabó el gobierno, hablo de democracia no como el gobierno del pueblo sino entendida como la posibilidad de una fuerza política minoritaria de convertirse en gobierno. Pienso que esa definición es mejor y más amplia que aquélla que sólo toma en consideración que se celebren elecciones, porque de ser así tanto México en la mayor parte del siglo XX como Bielorrusia hoy serían considerados países democráticos.

Es normal que los representantes populares elegidos democráticamente, es decir por medio de votos, piensen en la siguiente elección, eso pasa en todo el mundo, lo que no es normal es que los representante populares dediquen su mandato íntegro a las próximas elecciones, eso es totalmente anómalo. Un ejemplo es López Obrador, que dedicó su periodo como Jefe de Gobierno de la Ciudad de México a promover su candidatura hacia el 2006; ¿cuántos gobernadores no están pensando ya en el 2012?

Antes el que se movía no salía en la foto, y bueno pues Fox se movió antes, madrugó a todos con sus contrincantes, obtuvo la candidatura y ganó. Eso sentó un precedente y cada vez los aspirantes a lo que sea se mueven antes. Ya como presidente, Fox ha resultado un mal promotor del voto. Queda claro que en este momento desde la Presidencia de la República y distintas Secretarías de Estado se están dedicando recursos públicos a campañas publicitarias en extrema sintonía con la campaña del candidato panista, lo que no queda claro es si le ayudan.

El dispendio del erario público y del dinero del IFE comienza desde las campañas de los pre-pre candidatos, luego de los precandidatos, luego de los candidatos, y luego una vez elegidos, de nuevo a hacer campaña rumbo a la próxima elección. Así quien llega a un puesto como el de gobernador (e.g. Madrazo), hace su cochinito y lo rompe llegado el momento de promocionarse a sí mismo. Por cierto, en la campaña rumbo al 2006 la calidad de la propaganda y de las propuestas es muy baja, pero capta la atención.

Lo cual es entendible porque los partidos políticos y el mismo gobierno “invierten” grandes sumas de dinero en los medios de comunicación y en hacer encuestas, entonces pues claro ahí están todo el día los medios hablando de las encuestas, así como de lo que hacen los pre-pre, los pre, los candidatos y demás. Se podría decir que son un producto más, pero no, son uno de los productos más rentables. Dedicar parte del presupuesto gubernamental a medios sucede en todo el mundo, lo que diferencia a México es el derroche de dinero de los gobiernos federales y estatales en medios de comunicación en periodos previos a elecciones importantes.

Dedicar la mayor parte del dinero de las campañas presidenciales a medios sucede en varios países, lo que es característico en México es que las campañas son excesivamente largas y costosas. Y claro, cuando llega la hora de gobernar ya se acabó el dinero.

Mientras tanto, los ciudadanos rehenes de tanta información no pueden más que soñar qué candidato puede serle de mayor beneficio o simplemente comentar los cada vez más álgidos titulares. He llegado a pensar que obtener la presidencia sólo representa adjudicarse un gran negocio; de ser así todos los mensajes, frases de campaña, plataformas electorales, propaganda publicitaria, mítines y derroche electoral, no serían más que pura demagogia.