El endeudamiento público cada vez mayor, tarde o temprano se convertirá en problema, cuya solución recaerá sobre los contribuyentes y/o sobre las clientelas presupuestarias.
En septiembre la deuda neta total (interna, denominada en pesos, más externa, denominada en dólares) del Gobierno Federal sumó 4 billones 162 mil millones de pesos, equivalentes al 226.9 por ciento de sus ingresos. Al inicio de esta administración la deuda sumó 1 billón 980 mil millones de pesos, equivalentes al 126.9 por ciento de los ingresos gubernamentales. La deuda del Gobierno Federal aumentó, entre diciembre de 2006 y septiembre de 2012, 2 billones 182 mil millones de pesos, equivalentes al 112 por ciento, todo lo cual, el crecimiento y el monto alcanzado, sobre todo si no se revierte la tendencia hacia un endeudamiento cada vez mayor, tarde o temprano se convertirá en problema, cuya solución recaerá sobre los contribuyentes (a quienes se les cobrarán más impuestos, con el fin de que el gobierno vaya pagando lo que deba) y/o sobre las clientelas presupuestarias (quienes recibirán menos bienes y servicios ofrecidos por el gobierno para que, con ese “ahorro”, el gobierno vaya liquidando pasivos). No habrá de otra, por más que algunos crean que sí la hay, y que esa otra se encuentra en las reservas de dólares del Banco de México, reservas que, ¡hay que tenerlo muy en cuenta!, son del Banco de México, que es el banco central del Estado mexicano, autónomo, ¡gracias a Dios!, del Gobierno Federal.
Al pasado viernes 9 de noviembre, las reservas del Banco de México sumaron 162 mil 638 millones de dólares que, al tipo de cambio vigente aquel día, equivalían a 2 billones 171 mil millones de pesos, que no alcanzan, suponiendo que se usaran para ello, para liquidar la deuda neta total del Gobierno Federal, que al pasado mes de septiembre sumó, como ya lo apunté, 4 billones 162 mil millones de pesos. ¿Para cuánto alcanzan las reservas, suponiendo que se destinen a pagar deuda del Gobierno Federal? Alcanzan para liquidar el 51.2 por ciento de tales pasivos, prácticamente la mitad.
¿Quiere decir lo anterior que, de usarse las reservas de dólares del Banco de México para pagar deuda del Gobierno Federal, éste dejaría de pasarle parte de la factura, vía más impuestos y/o menos bienes y servicios, a los contribuyentes y a las clientelas presupuestarias? No, ya que, de querer usar el Gobierno Federal esos dólares para liquidar parte de sus pasivos, tendría que comprárselos al Banco de México, pagando el tipo de cambio correspondiente, todo ello suponiendo que el banco central estuviera dispuesto a vendérselos.
De tener el Gobierno Federal que comprarle al Banco de México los dólares para liquidar deuda, ¿de dónde sacaría el dinero para realizar tal compra? O del cobro de más impuestos, destinados a tal pago, o de un menor gasto, destinando el “ahorro” así conseguido a pagar. En el primer caso pagan los contribuyentes (se les cobran más impuestos sin recibir “a cambio” más bienes y servicios) y en el segundo las clientelas presupuestarias (pagan los mismos impuestos pero a cambio de menos bienes y servicios). Al final, no hay de otra.
EntrarTanta sociedad como sea posible, tanto gobierno como sea necesario.