Mientras se discute la reforma fiscal de Peña Nieto, a favor de la redistribución de la riqueza, ¡y no de su creación!, las cifras de la economía mexicana muestran (y la que hoy comento explica), el atorón por el cual pasa la actividad económica de los mexicanos, atorón que ha afectado a la producción de bienes y servicios, a la generación del ingreso, y a la creación del empleo, todo lo cual repercute en el nivel de bienestar de la gente, mismo que para el 80 por ciento de la población de este país (los pobres y los que están en el umbral de la pobreza), deja que desear.

Hoy comento el comportamiento de la inversión fija bruta, que es la que se realiza en instalaciones, maquinaria y equipo, inversión que, definida como todo gasto destinado a producir más y mejor (en este caso gasto en lo dicho: instalaciones, maquinaria y equipo, que integran la infraestructura física de los procesos de producción), es la clave del progreso económico, definido (¿cuántas veces lo he escrito?), como la capacidad para producir más y mejores bienes y servicios para un mayor número de gente, progreso económico cuyo primer componente es el cuantitativo, el que tiene que ver con la capacidad para producir más satisfactores, todo lo cual hace referencia al Producto Interno Bruto, el PIB, que durante el primer semestre del año creció, en términos  anualizados, 1.0 por ciento, mientras que un año antes lo hizo al 4.4. ¡Tal es la magnitud del atorón!

¿Qué se requiere para que crezca más la producción de bienes y servicios? Que se invierta más, es decir, que se gaste más para incrementar la capacidad de producción de la economía, y ello depende, entre otro tipo de inversiones, de la fija bruta en instalaciones, maquinaria y equipo, que en los primeros seis meses del año se comportó, en términos anualizados, así (entre paréntesis tenemos, para poder comparar, el comportamiento del mismo mes del 2012): enero, 0.7 por ciento (5.1 por ciento); febrero, 0.1 (9.6); marzo, menos 3.0 (5.9); abril, 5.3 (7.8); mayo, menos 0.8 (6.7); junio, menos 3.1 (3.6). Durante el primer semestre del 2012 la tasa de crecimiento promedio mensual de la inversión fija bruta fue del 6.5 por ciento. ¿En 2013? Menos 0.1 por ciento. ¡De tal magnitud es el atorón!

Esta cifra -menos 0.1 por ciento de crecimiento promedio mensual de la inversión fija bruta entre enero y junio- explica, en muy buena medida, el atorón por el que está pasando la actividad económica en nuestro país, comenzando por la producción de bienes y servicios y, con ella, la generación del ingreso.

Ante estos resultados la pregunta es inevitable. ¿Cuántas medidas de incentivo, ¡correcto!, a la inversión, contempla la propuesta de reforma fiscal de Peña Nieto? Si la encuentra, avísenme.

¿Cuál es, en materia de reforma fiscal, la propuesta correcta, misma que, entre otras cosas, incentivaría adecuadamente la inversión? La propuesta a favor del Impuesto Único a las Compras, ya expuesta en estas páginas.