Durante el tercer trimestre del año, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, del INEGI, la tasa de desempleo en el país fue del 5.2 por ciento de la población económicamente activa, integrada por todos los mexicanos, hombres y mujeres, mayores de catorce años, que buscan empleo: si lo encuentran se vuelven población ocupada; si no lo encuentran, y siguen buscando, son considerados población desocupada, misma que, en el tercer trimestre del año, fue del 5.2 por ciento. ¿Mucho o poco? Hagamos dos comparaciones, la primera con los trimestres inmediatamente anteriores, la segunda con los mismos trimestres de años anteriores.

Primera. En el primer trimestre de este 2013 la tasa de desempleo fue 4.9 por ciento de la población económicamente activa. En el segundo trimestre fue 5.0 puntos porcentuales. En el tercero alcanzó 5.2 por ciento. ¿Resultado? Desempleo abierto a la alza en 2013.

Segunda. En el tercer trimestre de 2011, hace dos años, la tasa de desempleo fue 5.5 por ciento de la población económicamente activa. En el tercer trimestre de 2012, hace un año, bajó a 5.1 por ciento, lo cual apuntó en la dirección correcta, tendencia que no duró ni un año. En el tercer trimestre de este 2013 la  tasa de desempleo fue 5.2 por ciento de la población económicamente activa, lo cual representó 2 millones 732 mil 601 personas buscando trabajo y no encontrándolo.

Veámoslo con una visión temporalmente más amplia. En el tercer trimestre de 2001, primer año del siglo XXI, la tasa de desempleo fue 2.8 por ciento de la población económicamente activa. En el tercer trimestre de 2005, cinco años después, fue 3.8 por ciento. En el tercer trimestre de 2010, otros cinco años después, la  tasa de desempleo fue 5.5 por ciento de la población económicamente activa, lo cual nos deja ver, sin lugar a dudas, la tendencia que se marcó, en materia de desempleo, durante la primera década del siglo XXI, tendencia que, con sus altibajos a lo largo del camino, se ha mantenido, tal y como lo muestra lo sucedido en los tres primeros trimestres de este 2013, a lo largo de los cuales el desempleo fue, respectivamente, 4.9, 5.0 y 5.2 por ciento de la población económicamente activa.

¿Por qué no cede el desempleo? Una de las causas que lo explica: porque no se invierte lo suficiente, y a las pruebas me remito. En agosto del 2011 la inversión fija bruta (instalaciones, maquinaria y equipo) creció, en términos anualizados, 9.1 por ciento. Un año después, agosto del 2012, creció 6.1 por ciento. Otro año después, agosto pasado, decreció –sí: decreció– 5.4 por ciento.

¿Por qué no se invierte lo suficiente? Esta es la pregunta que deberían estar haciéndose las autoridades, y la pregunta es si realmente se la están haciendo, y, si realmente se la están haciendo, si saben cuál es la respuesta correcta. Esto último es lo importante. Por lo pronto el desempleo no cede y afecta a 2 millones 732 mil 601 de seres humanos.